ALICANTE. El polígono de Las Atalayas de Alicante cuelga definitivamente el cartel de completo. El recinto empresarial situado junto al trazado de la A-31 ha agotado en este 2022 todo el suelo urbanizable disponible y no cuenta con ninguna nave libre en la que poder albergar la implantación de nuevas compañías. Se trata de una situación inédita (al menos, a lo largo de la última década), hasta el punto de que no se habría podido dar cobertura al interés manifestado por algunas enseñas interesadas en posicionar la sede de sus instalaciones entre sus límites, según responsables de la entidad de conservación consultadas por Alicante Plaza.
Las mismas fuentes precisaron que el área industrial siempre ha tenido altos índices de ocupación. Sin ir más lejos, un último estudio dado a conocer en junio de 2021 por el Observatorio Económico de Alicante (OEA) cifraba ese porcentaje por encima del 97%, gracias a la presencia de hasta 220 empresas (Famosa, Sprinter, Jimten, Pompadour, Blinker o Verne, entre ellas, a las que se ha sumado el reciente aterrizaje de CTT Express.) que agruparían a 5.982 trabajadores, aunque podrían ascender a cerca de 7.000 en momentos puntuales. No obstante, ese diagnóstico habría evolucionado hasta un escenario de colmatación, según las mismas fuentes. En la actualidad, no quedan parcelas en las que construir nuevos edificios, ni tampoco naves que poder alquilar a terceros, a la espera de que pueda desarrollarse el proyecto de ampliación en terrenos anexos que se sigue planificando desde los departamentos municipales de Urbanismo y de Fomento al menos desde el año 2017.
En principio, se prevé que el Plan Especial con el que se canalizará la urbanización de cerca de 700.000 metros cuadrados para acoger nuevos proyectos empresariales pueda desbloquearse entre finales de este año y principios de 2023, según fuentes municipales. Todo, al margen de la generación de otros 300.000 metros de suelo en los bordes del polígono actual que se podrían ganar con actuaciones de remate de trama, para completar viales inacabados en la configuración urbanística actual del polígono.
Sea como fuere, los responsables del área empresarial continúan avanzando para mejorar las prestaciones del recinto a la espera de que pueda acometerse esa futura expansión. Tanto es así que los propietarios de suelo están convocados a una próxima asamblea, a celebrar el próximo 4 de noviembre, en la que se debatirá la propuesta de constitución de la entidad de conservación actual en Entidad de Gestión y Modernización (EGM): la fórmula de administración prevista en la Ley 14/2018 con la que se prevé mejorar la coordinación entre la administración pública y el sector privado en el mantenimiento de las áreas empresariales de la Comunitat, así como la incorporación de nuevas infraestructuras.
Además, esa figura permite ampliar la estrategia de implantación de servicios comunes compartidos, como la gestión de residuos (que, llegado el caso, podría ser delegada por el ayuntamiento a cambio de determinadas compensaciones) o la implantación de medidas encaminadas a lograr mejoras en la eficiencia energética, como la constitución de comunidades energéticas. De igual modo, la condición de EGM permitiría que el área empresarial de Las Atalayas pudiese optar a una cuantía superior entre las subvenciones programadas por la Generalitat, a través del Ivace, para ejecutar actuaciones de modernización de los polígonos. Se trata, además, de un primer estadio para que Las Atalayas pueda quedar reconocida como área industrial avanzada (la cualificación más alta para un recinto empresarial), con el consiguiente aumento en la cuantía de las ayudas que se podría captar para seguir introduciendo mejoras en servicios e infraestructuras.
Para que el acuerdo de transformación en EGM prospere, debe sumar el respaldo del 51% de los titulares de las parcelas y de una mayoría que represente al 51% del valor catastral del conjunto del polígono. En el caso de que la propuesta quede aprobada, el área empresarial de Las Atalayas se convertiría en la tercera de la provincia de Alicante en constituirse en EGM tras las experiencias ya desplegadas en el polígono de La Granadina, de San Isidro, y en el de Cotes Baixes, en Alcoy.
Ese acuerdo, además, comprendería la firma de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento por el que se regirían las condiciones de coordinación en el funcionamiento y mantenimiento del área empresarial. Entre sus principales ventajas, figuraría el refuerzo de un tratamiento bidireccional sobre el estado del polígono en lo que respecta a disponibilidad de suelo, al interés de empresas por implantarse en él o en el traslado de necesidades de nuevas infraestructuras, entre otros puntos. Por lo pronto, como informó este diario, el Ayuntamiento ya ha trazado el Plan Director con el que se prevé organizar su modernización.