El restaurante Pis Pas, en el número 16 de la Plaza de Luceros.ALICANTE. La crisis sanitaria del coronavirus no ha logrado impedir el nacimiento de nuevos proyectos gastronómicos en la ciudad de Alicante. Uno de los últimos entre ellos surgió el pasado 1 de marzo en plena Plaza de Luceros. Se trata del restaurante Pis Pas, que hereda el local antaño ocupado por históricos como 1915 o Luceros 16, en ese mismo número de la céntrica plaza. Lo cierto es que su estreno no es en realidad un debut. Más bien, una reinvención o una progresión.
De hecho, al timón del restaurante se sitúa Elisardo Antolín, con una trayectoría de 22 años de experiencia en un referente como el Nou Manolín. Y junto a él, Luismi Cifuentes, como socio fundador, además de Antonio Riquelme, como chef, después de haber pasado 25 años en los fogones de los mejores restaurantes de la ciudad. Juntos conforman un equipo que trata de conjugar trabajo y saber hacer.
¿Qué ofrece Pis Pas? Sobre todo, dos ejes básicos: servicio y producto. "Nos planteamos crear un local de cocina de mercado en el que intentamos aplicar vanguardia, pero sin romper el clasicismo de la comida alicantina", explica Luismi. "Podemos ofrecer desde unas croquetas, una ensaladilla rusa, unos boquerones fritos hasta un tartar de atún", continúa. "Y sobre todo estamos muy focalizados en los arroces", añade.
Eso por lo que respecta al producto. Como el propio Pis Pas se autodescribe en su página web, se trata de "una cervecería vanguardista y dinámica" que se distingue por una cocina que trata de ser "un viaje a los sabores de la cocina mediterránea tradicional, elaborada con exquisitez y las mejores materias primas".
¿Y el servicio? Como apunta el propio Luismi, "tenemos la cocina abierta todo el día, podemos preparar una arroz a las diez de la mañana o una tostada con aceite a las diez de la noche", explica. Es, en realidad, la filosofía que se esconde tras el nombre del establecimiento. "Cuando comenzamos a trabajar en el proyecto, mi socio me comentó que lo esencial es que el cliente tenía que sentirse como en su casa en un pis pas", explica. "Yo lo contesté: 'Ahí tienes el nombre, Pis Pas'".
