ELCHE. Otro de los proyectos anunciados que está activo, aunque de fondo, y que ya está en sus últimos trámites, es el de la reforma del Museo de Arqueología e Historia de Elche (Mahe). El proyecto ya tendría un futuro adjudicatario, que aún está por confirmar si toda la tramitación es correcta. Se trata de la compañía Doalco, única que se ha presentado al proceso de concurrencia.
Aunque hubo un problema con la forma de presentar la documentación en los sobres, son errores que la Mesa califica de menores, y dado que solo hay un único licitador, esto no afecta al proceso. De forma que si Contratación aprueba tanto la propuesta técnica como la económica, la compañía oriolana tendría vía libre para llevar a cabo dicha actuación. Como ya explicó la concejal de Cultura, Marga Antón, esperan que pueda adjudicarse el mes que viene, en abril. Eso sí, estaría por ver si las obras podrían empezar antes de la cita electoral, el 28 de mayo.
La firma que se ha presentado ha realizado intervenciones en distintos ámbitos en el sector público y privado, pero en el público en lo concerniente a lo cultural ha realizado rehabilitaciones en el Castillo de San Fernando o Santa Bárbara en Alicante, en el Palacio Episcopal de Orihuela o la Iglesia San Esteban de Murcia.
La licitación pública empezó el pasado mes de octubre, con un presupuesto de casi un millón de euros para esta primera fase, aunque el proyecto ideado consta en total de cinco fases cuyas obras ascenderían a hasta 2,4 millones de euros, con una intervención más amplia que la de las tres salas anunciadas (X, XI y XII). La primera y actual parte supone, además de la conversión de estas salas en espacios de colecciones temporales, la retirada del actual ascensor de 450 kilos de carga por un montacargas capaz de albergar piezas de hasta 2.000 kilos.
Antes de empezar las obras, con cuatro meses de plazo, la concejalía tendrá que retirar las piezas expuestas en esas tres salas y en la actual sala temporal, que sería un espacio que formaría parte del museo permanente en el futuro. Las salas X, XI y XII, son las correspondientes a la época de convivencia entre Islam y cristianismo, el Antiguo Régimen o la etapa contemporánea. En total, unos 120 elementos, desde dirhams hasta cerámica, lienzos o esculturas como las de Nicolas de Bussy (creador de la portada barroca de Santa María). Piezas como esta última, junto a las más grandes, se tendrán que movilizar contratando a una empresa externa. Un contenido que se llevaría a la actual sala temporal "para tener un recorrido circular, ya que la persona accedería a la sala roja, bajaría por las escaleras y podría seguir por esta nueva zona permanente", explicaba Antón.
Por último, cabe recordar que el proyecto ha generado suspicacias en el ámbito cultural y patrimonial de la ciudad, al entender que el museo aún no está amortizado y no acabar de ver potencial ni espacio en las nuevas salas temporales para acoger grandes colecciones —al principio, el equipo de gobierno blandió una hipotética cesión de la Dama para acometer la obra—. Algo de lo que también desconfía el Partido Popular, que habló de "desmantelamiento" del museo y se planteó para qué la iniciativa. En cualquier caso, además de los cambios en las salas, la propuesta global pretende generar un nuevo discurso museístico, cambios de uso y abrir partes como el 'Paseo de ronda' o recuperar el acceso 'histórico'. Además de corregir algunas deficiencias como la climatización.