ELCHE. El pasado mes de mayo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), autorizaba la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la macroplanta solar 'El Secarral', de la alemana Viridi que proyecta entre Elche, Monforte y Agost. Un paso fundamental que prácticamente deja allanado el permiso para su instalación, aunque había reducido a más de la mitad su superficie, pasando de las 478 hectáreas originales a 240. Ahora el Ministerio ha dado el permiso definitivo, aunque finalmente la potencia será de 93 MW. Un proyecto del que se calcula que se crearán 300 puestos de empleo.
Ahora, el promotor, la filial española Lavanda Desarrollos España SL (con sede en Madrid y participada al 100% por la matriz alemana, pese a contar Viridi con estructura societaria en España), tiene que solicitar según el permiso, la licencia de construcción antes de tres meses. Si en ese tiempo no presenta la autorización, con su proyecto de ejecución, el permiso ministerial caducará.
Proyecto final, en amarillo la parte autorizada y sombreado en rojo la eliminada Después de negativas del Ayuntamiento de Monforte del Cid o el informe desfavorable de Carreteras, así como distintas alegaciones, entre otras de proyectos solares que se solapaban con la iniciativa, entre otros de los de Greenalia en Santa Anna (rechazados al no superar el filtro las líneas de evacuación), la compañía encajó el proyecto con esa reducción de más de la mitad del terreno. Cabe destacar que consistorios concernidos como el de Agost se han blindado recientemente ante estos proyectos, pero el presente era previo a esta decisión.
Así, como había contado este medio, se atendieron los distintos requerimientos y alegaciones en el trámite durante dos años. Las principales modificaciones introducidas son una reducción del vallado del parque solar en la superficie ocupada en área forestal en 67,80 hectáreas, la eliminación de 74,42 hectáreas para evitar afecciones a zonas HIC (áreas de Vegetación, flora y Hábitats de Interés Comunitario) y la supresión de 2,67 hectáreas por hallarse en hábitat vulnerable de Vella Lucentina (flora más conocida como crucecilla alicantina).
Entre el resto de exigencias ministeriales, el grueso son las habituales cuando se autorizan estos proyectos. No se permite la destrucción de bancales y ribazos existentes o cualquier estructura física que evite la pérdida de suelo por erosión (condicionante 4 de Geología y suelo). También se debe evitar la afección a vegetación arbustiva o arbolada en el diseño del trazado de la infraestructura de evacuación soterrada, especialmente en los terrenos de suelo forestal (condicionante 2 de Vegetación flora e HICs, y se respetará la vegetación arbórea existente tanto dentro de las parcelas del proyecto como en los bordes de estas.
Por otra parte, la multinacional también deberá elaborar un documento de justificación para certificar que se cumple con el requisito de distar al menos 500 metros de recursos paisajísticos de primer orden (Bienes de Interés Cultural, Bienes de Relevancia Local, Monumentos Naturales y Paisajes Protegidos). Asimismo, se deben preservar los elementos de paisaje, linderos, ribazos, pies aislados y cualquier otro elemento que ayude a mantener la conectividad territorial que pudiesen existir en las parcelas de afección de la instalación fotovoltaica.
Mosaicos de cultivosPor último, entre otras cuestiones, como con el resto de autorizaciones, se definirá un Plan de Restauración Paisajística y el Programa de Vigilancia Ambiental deberá completarse con todos los aspectos adicionales relativos al seguimiento que se recogen en todo el condicionamiento del permiso ambiental.
Por su parte, cuando se consiguió el permiso ambiental, desde la compañía se destacó que el control de la cubierta vegetal será exclusivamente "mediante desbroce manual, mecánico o pastoreo, junto con la ausencia de aplicación de fitosanitarios de ningún tipo al que se verán sometidos los terrenos durante estos años permitirá la regeneración de vegetación autóctona que protegerá al suelo de la erosión y proporcionará un mantillo, aumentando con ello el contenido en materia orgánica del suelo". Esgrimían que una vez finalice esta actividad energética, ello facilitará recuperar la actividad agraria "en un suelo óptimo y de mejor calidad" porque la instalación de las placas solares "no alterará de ningún modo el suelo, ya que las estructuras portantes de los módulos solares quedan hincadas directamente en el terreno, sin necesidad de cimentación y porque se minimizarán los movimientos de tierra, respetándose la orografía natural y vegetación presente en las parcelas de proyecto".
Entonces destacaba el director general de Viridi España, Jorge Clavel, que el proyecto es un parque "totalmente alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) integrando comunidades sostenibles y la producción de energías no contaminantes y asequibles", añadiendo que "va a favorecer un crecimiento económico con la generación de empleo de calidad en zonas rurales, apostando así por un futuro más allá de las grandes metrópolis".
