ELCHE. La economía sumergida, el patrimonio, el comercio, el turismo... Cuestiones históricas o simplemente importantes que atraviesan el municipio y que aún siguen esperando de actuaciones o estrategias claras después de los anuncios. No solo de buenas intenciones, declaraciones e intenciones viven los gobiernos; tampoco el municipal, que tras las propuestas de máximos de los comicios electorales o tras declaraciones para sortear debates o preguntas, tiene varias mesas y planes sectoriales sin aplicar. Algunos de ellos han resonado en los últimos días: la mesa de patrimonio, la mesa de la economía sumergida, el plan Edacom para modernizar el comercio... En común, que están parados.
Sobre la economía sumergida, precisamente esta semana la Asociación de Aparadoras de Elche visitaba el Ministerio de Trabajo para entregar 45.000 firmas y exigiendo derechos laborales tras décadas de trabajo en casa e industria sumergida en el calzado. A pesar de que el convenio colectivo del sector reconoce el trabajo domiciliario, apenas se ha reconocido ni cumplido. Ahora, años después de una dura vida laboral, exigen compensaciones por parte del Estado, aunque es una misión difícil al haber estado en 'B'. En ese sentido, si bien es cierto que las competencias en materia laboral son de Trabajo y la política autonómica y no locales, no es que los intentos por acabar con esta práctica hayan sido destacables. Durante años ha sido una tónica estructural, aunque ahora está arraigada en otros sectores (hostelería, cuidados, reparaciones...).
Al hilo, hace unos días le preguntaban al alcalde Carlos González desde la asociación en Teleelx que qué iba a hacer con el asunto. La respuesta fue una remisión a las competencias ajenas y una mención a la mesa de la economía sumergida, referenciando el estudio de la UMH, que refrendó que es algo asumido, pero no se concretó ninguna actuación. Ni desde el estudio ni desde la mesa. Eso sí, se pidieron más inspecciones en polígonos y más concienciación ciudadana. Eso fue en 2018, la última vez que se convocó; la anterior fue en 2016. Aunque desde lo local no hay competencias, sí margen como Ayuntamiento para impulsar y coordinar actuaciones, algo que se planteó incluso desde sindicatos y patronal en el reciente Debate del Estado de la Ciudad. Según el equipo de gobierno, recoge el guante y volverá a convocar la mesa. La última fue hace tres años.
Otra de las mesas que salió a la luz en el debate de la mencionada televisión local fue la de patrimonio, también protagonista cada vez que se convoca el Consell Local de Cultura, que entre convocatoria y convocatoria, suele acumular algún nuevo caso de conflicto entre urbanismo y patrimono o simplemente algún problema más por la falta de actuaciones. También lleva sin convocarse desde diciembre de 2018, cosa que denunciaron el año pasado los colectivos implicados en esta mesa sectorial, otra mesa sin poder vinculante, tan solo consultivo y para la participación, que permiten que asociaciones implicadas en la protección y divulgación patrimonial puedan conocer cómo se encuentran las numerosas cuestiones pendientes en este ámbito a nivel local.
Le preguntaron al regidor cuántas veces se ha reunido la mesa en esta legislatura, qué importancia tiene y cómo están conflictos como Riegos el Progreso, Almacenes Parreño —ahora vallado y pendiente de actuaciones que presuponen la demolición, planteaba la pregunta— o el Molí Real. No se aclaró nada sobre la mesa —desde Urbanismo hace algunos meses justificaron la no convocatoria por la pandemia y que había voluntad de hacerlo—, aunque sí se incidió en alguna actuación como Calendura, la estabilización de la ladera del Molí Real —necesario también para recibir subvenciones—, el impulso del nuevo catálogo y que ahora hay más concienciación sobre el patrimonio, argumentando que nadie se quejó antes de los conflictos de la falta de protección de El Progreso o Parreño.
Por otra parte, aunque no es una mesa con asociaciones, a nivel de corporación, algunas mesas como la del Mercado Central no se ha convocado más que tan solo una vez. A pesar de haber tomado ya las decisiones más relevantes como la rescisión del contrato con Aparcisa. Precisamente en relación a esto, se aprobó por unanimidad una moción de Ciudadanos para crear una comisión de seguimiento para que se analicen y cumplan los acuerdos adoptados en el Pleno, un intento de que las votaciones plenarias no queden en agua de borrajas, como ocurre siempre, porque donde reside el poder ejecutivo es en la Junta de Gobierno de cada viernes. Cumplir o no lo que sale adelante en la sesión plenaria está a merced del equipo de gobierno de turno. Entre los veteranos de la casa consistorial se solía decir que "cuando quieras paralizar algo, crea una comisión".
Por otra parte, aunque estas son las mesas sectoriales de mayor peso por el contenido que llevan años sin convocarse, también ocurre algo similar con planes estratégicos encargados. Clásicos de los ayuntamientos, grandes documentos con densa bibliografía que después son de larga y lenta ejecución o que quedan en un despacho cogiendo polvo. Algo similar ocurre con un plan sectorial, la Edacom Elx (Estrategia de Desarrollo de la Actividad Comercial Minorista de Elche), una estrategia que buscaba transformar el comercio tradicional y su urbanismo en uno del siglo XXI. Su objetivo fue definir las causas y motivos del contexto comercial no sólo en el centro, sino en todo el municipio, analizando sus puntos fuertes y débiles y cómo adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. Se presentó en junio de 2019.
Un estudio amplio que abordaba los nuevos hábitos de consumo y compra de la ciudadanía, envejecimiento de la población o nuevas tecnologías de la información y el comercio electrónico, con diez líneas estratégicas a impulsar en materia de asociacionismo, comercio online, accesibilidad, criterios sostenibles o la creación de rutas específicas de cultura u ocio. Un plan que no se ha desplegado totalmente, se han seguido desde Comercio aplicando las actuaciones que se venían haciendo desde hace tiempo, con intervenciones puntuales en algunas calles, aunque sí se ha aplicado alguna actuación relacionada con comercio en internet y al lado de las asociaciones del sector. Aunque ninguna política relativamente disruptora.
Una vez más, en el debate del estado de la ciudad, desde el sector se planteó incluso darle una vuelta al Edacom, poco aplicado, porque la pandemia lo ha trastocado todo. Aunque la estrategia ya planteaba algunos hábitos que quizá hubieran ayudado a amortiguar el impacto en el comercio, visto el auge por ejemplo de los pedidos a domicilio. Planteaba un salto a las nuevas tecnologías para renovarse a nivel inteligente y de sostenibilidad. Algo similar a lo que pedía la CEV por la mañana en el mismo foro.
Por otra parte, a principios de legislatura se anunció que se iba a promover desde la concejalía de Turismo el Plan Director de Turismo para el municipio para darle un impulso al sector. Se habló incluso de un contrato menor para la elaboración del mismo, pero hasta hace apenas unas semanas no se ha puesto nada en marcha, a mitad de legislatura. Desde el área justifican que la pandemia paralizó la actuación y por la misma el plan quedó en punto muerto para dedicarse a otros menesteres relacionados con la covid.
Dos años después, ha sido ahora cuando se ha empezado a trabajar con la firma contratada para el contrato menor, la consulta Soluciones Turísticas del Mediterráneo, y mano a mano junto al Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas (Invat·tur), para desarrollar el Plan de Destino Turístico Inteligente, el 'Plan DTI'. Aunque en su momento se avanzó que se había contratado este servicio menor, con la mencionada firma se contrataron los servicios para el Plan DTI en febrero de este año. Con anterioridad, contratados en 2020 servicios para productos y paquetes turísticos durante un año, pero no para el anunciado plan director. En cualquier caso, ya está en marcha la estrategia junto a Invat·tur para ver fortalezas y necesidades turísticas. Un paso necesario tras la pandemia y la recuperación para ofrecer una imagen singular y diferenciadora, algo en lo que ya se había apuntado, y tras la anterior legislatura en la que no hubo políticas destacadas en Turismo. Un plan puesto en marcha, algo que no se puede decir del resto de mesas y planes mencionados. Si el bipartito los quiere rescatar, se verá tras el verano y en los dos años de legislatura que quedan.