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incluirá el palmeral, la alcudia y zonas arqueológicas

El nuevo catálogo de protección de Elche: a incluir patrimonio industrial, religioso, militar e hidráulico

17/05/2021 - 

ELCHE. Este viernes el equipo de gobierno aprobaba la consulta pública de varios documentos urbanísticos. Entre ellos, el que ha de regir regir cómo ha de ser el futuro Catálogo de Protecciones del término municipal. Un documento que reconoce la urgencia de esta nueva herramienta para salvaguardar el patrimonio, así como la normativa jurídica que ha de respaldarlo, y en qué ámbitos hay que ampliarlo. La idea es extender el catálogo al patrimonio cultural y arqueológico y a nivel inmobiliario, establece novedades como el patrimonio industrial o arquitectura religiosa. 

El catálogo actual, desfasado y obsoleto

Se trata por tanto de una concepción ambiciosa, a pesar de que es un conciso documento base de 13 páginas. El bipartito se comprometió a acelerar el proceso hace casi un año, desligando su redacción del nuevo Plan General, externalizándolo, aunque todo el proceso previo a la fase final de redacción estará en manos del Ayuntamiento y en parte de la ciudadanía si es que se aceptan las propuestas que ahora pueden presentar durante un mes al documento. Como ha venido contando este medio en el tiempo, el patrimonio ilicitano se ha ido perdiendo durante décadas, no solo fruto de un catálogo desfasado, también de las decisiones y acciones políticas, dado que solo de 1982 a 1998 se derruyeron o dejaron caer al menos más de 20 inmuebles protegidos por el anterior catálogo. En su momento, l'Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó hizo su propuesta para un nuevo catálogo en un número de La Rella de 2013 . Y al menos desde 2017, el Ayuntamiento cuenta con otra propuesta similar a la actual de Patrimonio Cultural para actualizar el catálogo, con lo que tener en cuenta y una relación de bienes que deberían adecuarse a la actualización autonómica de la Ley de Patrimonio de dicho año.

Propuesta de ámbitos que incluir

Así, el documento ahora en consulta pública precisamente propone en base a la Ley 4/1998 de patrimonio valenciano (LPCV), tras su modificación por la Ley 9/2017, desde el ámbito del patrimonio cultural, que deberían tenerse en cuenta para la protección los Núcleos Históricos Tradicionales (NHT), en el caso ilicitano, una zona que abarca el barrio de Santa Teresa, el Raval árabe, el Raval cristiano, la Vila Murada y zonas aledañas hasta el río. También propone incluir el patrimonio histórico y arqueológico civil y militar de la Guerra Civil, cosa que está en parte ahora en marcha con los refugios bajo el Mercado, aunque también está en los planes de Cultura incluir los búnkeres del Clot de Galvany

Otra novedad serían las chimeneas de tipo industrial hechas de ladrillo anteriores a 1940 —por ahora lo único que se plantea sobre el patrimonio industrial— los hornos de cal, los antiguos molinos de viento y los antiguos molinos de agua —aunque muchos se han perdido ya, como gran parte del patrimonio hidráulico—, los relojes de sol anteriores al siglo XX, las lonjas y salas comunales anteriores al siglo XIX, los paneles cerámicos exteriores anteriores a 1940 —por ejemplo los del Acueducto de Riegos de Levante—, así como la arquitectura religiosa incluyendo los calvarios tradicionales que estén concebidos autónomamente como tales, los elementos decorativos y bienes muebles relacionados directamente con el bien patrimonial a proteger.

También establece esta consulta que habrán de considerarse disposiciones normativas como la Ley de la Memoria Histórica, un decreto del Consell por el que se declaran bienes muebles de interés cultural el conjunto de setenta campanas góticas de la Comunitat Valenciana, el reconocimiento Unesco de los Bienes del Palmeral de Elche, Patrimonio de la Humanidad desde 2000, así como el Misteri d'Elx, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad un año después. Inclusive también la tercera declaración Unesco por sus buenas prácticas, el proyecto pedagógico del Centro de Cultura Tradicional-Museo Escolar de Pusol, seleccionado en el año 2009. Un ejemplo de lo desfasado que ha estado hasta ahora no solo el Plan General, también su catálogo, al no haber incluido en 20 años las declaraciones Unesco.

Posible inclusión de arquitectura del siglo XX

Se explica en el informe que también se ha de analizar a efectos de su catalogación, los bienes del patrimonio arquitectónico del siglo XX. Y reconoce que el actual catálogo de 1998 "ha quedado totalmente obsoleto en cuanto a su contenido y desfasado en cuanto a su adecuación a las nuevas normas y legislación vigente. Por este motivo, el principal problema que pretende solucionarse es la necesidad de actualización del vigente Catálogo de Protecciones, con el objeto de fomentar la protección del patrimonio, así como la seguridad jurídica de los afectados".

Así pues, además de plantear una ampliación necesaria a ámbitos hasta ahora no tenidos en cuenta, reconoce que el actual apenas tiene información descriptiva y gráfica de los bienes, pues la descripción de la ficha de cada elemento es "escueta e insuficiente". Además de que no se incluyen planos de delimitación gráfica de los Bienes Protegidos, ni de sus entornos de protección. Tampoco existen fichas para los yacimientos arqueológicos ni paleontológicos. Y por primera vez se impulsa —que no planteado—, después de 21 años, la inclusión del palmeral en el catálogo. 

En este sentido, el documento también indica que desde la aprobación del catálogo vigente algunos de los edificios incluidos han desaparecido o han sido reemplazados o modificados. Un proceso de décadas que aún está vigente, que ha generado numerosos conflictos urbanísticos y los sigue generando, de sobra conocidos estos años, y que mantiene casos paradigmáticos con edificios de los más singulares y emblemáticos con la mínima protección, la ambiental —que incluso permite derruir y volver a edificar—, como puedan ser el Gran Teatre, el antiguo Cine Capitolioparece que pronto con nuevo inquilinoo el ambulatorio de San Fermín, entre otros. 

La responsabilidad del futuro catálogo será la de promover medidas concretas para promover la conservación, vigilancia y fomento del patrimonio; así como la de promover el aprecio del mismo a través de la elaboración de un documento de carácter técnico que facilite información documentada acerca del patrimonio del municipio. Asimismo, es el instrumento mediante el cual corresponde proponer justificadamente la selección de inmuebles que aspiren al reconocimiento de Bien de Relevancia Local (BRL). En sus diferentes secciones deberá incluir el determinado ámbito. 

Inclusión de los bienes naturales y yacimientos como La Alcudia

En Paisaje, aquellas unidades de paisaje y recursos paisajísticos que resulten de alto o muy alto valor y que se hayan sido propuestos para su catalogación en el Estudio de Paisaje del término de Elche. En la sección de Patrimonio Natural, espacios naturales protegidos, así como la Red Natura 2000, patrimonio arbóreo, zonas húmedas catalogadas, cuevas... Podrán incluirse otros elementos que, aun no gozando de la protección específica definida por la legislación vigente, se estime que deben considerarse junto a los anteriores, en razón de su interés local. Y en la Sección 1ª de Patrimonio Cultural se incluirán todos los Bien de Interés Cultural (BIC) y los BRL: monumentos, conjuntos históricos, zonas arqueológicas, jardines históricos...

Asimismo, a modo de recomendación plantea que como elementos potencialmente catalogables se podrían tener en cuenta la arquitectura industrial, patrimonio arquitectónico del siglo XX, tipología de viviendas tradicionales del Campo de Elche —las faenetas que ahora pueden dar algunos problemas para rehabilitar—, parámetros tipológicos y morfológicos, materiales, etc. Por último, también se establece las fichas que debería reunir cada elemento y cómo, así como al delimitación de sus áreas sensibles de vigilancia o protección, lo que incluye el Conjunto Histórico Artístico, el Núcleo Histórico Tradicional, el Palmeral, La Alcudia y centuriación romana y las áreas arqueológicas. En definitiva, se va a elaborar un catálogo nuevo integralmente. Algunos de los conflictos urbanísticos recientes de los últimos años podrían haberse evitado con algunas de las propuestas para este nuevo catálogo. Será un camino largo y posiblemente no exento de polémicas.

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