Lo que me han traído los Reyes

Yo creo en los Reyes Magos. Pueden ustedes tratarme de ingenua, pero perderían el tiempo. Los niños solo dejan de serlo cuando pierden la ilusión y yo nunca lo he hecho. A pesar de que la vida lo ponga difícil y de estos tiempos de incredulidad y pragmatismo dogmático que nos quieren quitar toda nuestra esencia.

Nunca he dejado de creer. Sigo poniendo mis zapatos en el alféizar de la ventana y dejando tres copitas de vino dulce y tres rosquillas de anís.

Y nunca me han fallado Sus Majestades de Oriente. El despertar del día 6 de enero siempre es el más especial del año.

Este año, como desean en Alcoy, han venido cargaditos. El truco está en que no he pedido para mí, sino para todos nosotros.

Les he pedido a los Magos una España unida, fuerte y convencida de que todos juntos somos más que la suma de sus partes.

Que haya un Gobierno que crea más en los españoles y piense menos en sí mismo; que sea capaz de unirnos en torno a un proyecto común y no de dividirnos entre malos a todos los que amamos España y en buenos justo a quienes quieren trocearla en reinos de taifas.

Para mi tierra, solo te tenga lo que merece. Es decir, todo.

Que nadie le ponga la pierna encima para que no levante cabeza, como decía aquel de Gran Hermano.

Esto es, que disponga de los recursos necesarios para poder crecer, de las infraestructuras que unan físicamente nuestra España del sur al norte. Me refiero al Corredor Mediterráneo.

Que volvamos a un Pacto Nacional del Agua para que nuestros regantes de la provincia de Alicante no les falte una gota para seguir produciendo y exportando. Que la Vega Baja siga siendo verde y no se convierta en un desierto.

Porque la continuidad del Trasvase Tajo-Segura no es el triunfo de unos españoles sobre otros, porque conseguiremos un país más próspero, que redundará en beneficio de todos.

Igual que con el agua, debe llegar a nuestra tierra la financiación necesaria para poder poner en marcha todos los recursos necesarios: sanitarios, educativos y sociales.

Porque, me dijeron los Reyes, tienes que saber lo que te falta para pedir lo que quieras.

No nos falta bilingüismo, porque aquí hablamos español y parlem valencià. Es absurdo crear problemas donde no los hay. Porque perdemos tiempo y energías que podríamos dedicar a otras cosas.

Nuestros problemas son que no haya sitio en los hospitales para operarnos, que lo poco que tengamos no se dedique a ayudar, sino a denunciarnos unos a otros.

Y hemos de tener más y mejores colegios donde preparar a nuestros hijos para el futuro, no reeducarles en un pasado que ni siquiera existió.

Todo este papiro de buenas intenciones han sido mis peticiones a los Reyes Magos. Y me han contestado con una tarjeta.

Muy sabios ellos, me han dicho: "Nuestros deseos también son los tuyos, porque no pides para ti, sino para los demás. Y porque lo que pides es de justicia, no de egoísmo".

Y continúan: "Nosotros somos mágicos y haremos para que se cumplan. Enviaremos este mensaje a todos para que sus corazones se llenen de buenos deseos", pero también me trajeron sabios consejos:. "También hay que hacer por que se cumplan, trabajar todos los días por conseguir nuestros deseos y no dejar que el desánimo y las voluntades propias nos desvíen del camino".

"El año que viene nos cuentas en tu carta", se han despedido.

Y, una vez les escribiré, convencida de que su magia y nuestro trabajo nos traerán nuestros mejores deseo. Así lo espero también para todos ustedes.