BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha propuesto para su adjudicación el contrato para renovar las pasarelas de madera de la playa de Poniente. La única oferta presentada es la de Levantina de Ingeniería y Construcción. El Consistorio ya le ha pedido la documentación para adjudicar y formalizar el contrato, algo que se espra en los próximos días, según explicó a este diario la concejal de Contratación, Aida García Mayor. Tal y como figura en el expediente, la empresa lo hará por 1,6 millones de euros, impuestos incluidos, unos 100.000 euros menos de los presupuestados.
El objeto del contrato es la sustitución de todas las pasarelas de madera de la arena que van en paralelo al paseo de Poniente. Como ha ido reconociendo en los últimos meses el propio alcalde, Toni Pérez, el estado actual de estos elementos era deficitario, con astillas y problemas para andar sobre ellas para los bañistas. Con esta actuación, se repararán y se harán más accesibles.
El estado de estos pasillos sobre la arena siempre han sido motivo de renovación a lo largo de los años. El Consistorio ha ido acometiendo tareas de renovación de varios tramos en 2009 y 2014. Es más, en 2019 el propio Ayuntamiento anunció que estaba preparando un proyecto para su sustitución por pasarelas de hormigón con imitación a la madera para que fueran más resistentes a los factores del clima. Una solución que no se adoptará finalmente a falta del visto bueno de Costas.
De este modo, el proyecto redactado por los técnicos municipales opta por la sustitución completa de la actual por una madera tecnológica que permita un pavimento estable formado por "elementos de gran calidad y grandes prestaciones, sin ser una instalación fija, de modo que se permita la retirada del mismo cuando haya que acometer las labores de limpieza".
En total, la actuación abarca 5.400 metros cuadrados de superficie aproximada. La pasarela actual está formada de listones de pequeñas dimensiones que dejan hueco entre ellas. Esto dificulta el paso de sillas de ruedas o carritos de bebé. Sin embargo, la solución ahora pasa por dotarla de una superficie estable y con una anchura establecida por la normativa de accesibilidad.