ALICANTE. Los propietarios de Harinas Cloquell y Harinas Bufort, las dos reconocidas industrias harineras situadas junto a la Avenida de Elche en Alicante, ponen en marcha la operación para acometer su traslado hasta el polígono industrial Riodel, situado en el término municipal de Mutxamel. Ese proceso de mudanza podría quedar completado al menos por lo que respecta a Harinas Cloquell en el horizonte de junio de 2021, lo que allana el camino para el desarrollo de la Unidad de Ejecución número 2 del Plan Parcial de Benalúa Sur. Se trata de un plan en el que se prevé la construcción de unas 145 viviendas, en cuanto se pueda acometer la demolición de las dos históricas fábricas, como ya ha informado este diario. Por el momento, Harinas Cloquell ya está ejecutando desde mediados de octubre las obras de explanación y adecuación de la parcela del polígono en la que se levantarán sus nuevas instalaciones, en el mismo recinto de 400.000 metros cuadrados en el que ya se encuentran instaladas empresas como Tescoma, Calconout o Codeval.
Las naves de Harinas Cloquell se asentarán sobre una parcela de 5.600 metros cuadrados, que la compañía se reservó en propiedad en el año 2003, cuando llevó a cabo la urbanización del recinto industrial, a través de una UTE constituida con Elecnor: Actuación Industrial Riodel SL. En una primera fase, la harinera contempla poder reubicar su actividad con la construcción de una nave dedicada al almacenamiento y envasado, de 1.800 metros cuadrados. De hecho, en la actualidad, la firma ya se encuentra inmersa en la selección del contratista que ejecutará el proyecto, para el que prevé acometer una inversión de 1,1 millones.
En el momento en el que esas primeras instalaciones entren en funcionamiento, podrá ejecutarse la demolición controlada de las antiguas fábricas (incluida la de Harinas Bufort). Ese derribo debe acometerse obligatoriamente durante un periodo no lectivo para no interferir en la actividad del colegio de Benalúa. De ahí que se baraje llevarlo a cabo durante los meses de verano.
Más tarde, en una segunda fase que podría completarse a finales de 2022, la compañía prevé abordar la construcción de una segunda nave dedicada a la moltura, para la que también ha iniciado ya el proceso de adquisición de nueva maquinaria procedente de Italia. Hasta entonces, según fuentes de la compañía, se trabajará con materia prima procesada en otras fábricas. Por su parte, el traslado de actividad de Harinas Bufort al polígono Riodel se produciría, también, en esta segunda fase, ya que por el momento la compañía dispone de instalaciones propias en Albacete para poder organizar el almacenamiento y envasado que ahora se realiza en Alicante.
En paralelo, las dos harineras continúan manteniendo contactos con compañías constructoras para desarrollar el Plan Parcial en cuanto se ejecute el traslado de la actividad de sus fábricas y concluya su demolición. De hecho, se acaba de introducir las últimas correcciones en ese plan parcial, relacionadas con la disposición de las redes eléctricas, tras la admisión de una de las alegaciones formulada por Iberdrola.
El plan se desarrolla sobre los terrenos comprendidos entre el frente de la Avenida de Elche, la calle Alona, la calle Doctor Just y la Avenida Central, antigua calle Quintiliano. El perímetro formado por esos cuatro ejes conforma una superficie total de 8.355 metros cuadrados en los que se daría cabida a las 145 viviendas ya citadas. Con todo, existe al menos un planteamiento alternativo a propuesta del Ayuntamiento de Alicante: la posibilidad de situar en esa ubicación el proyecto del centro de congresos reivindicado por el sector turístico desde hace más de 20 años.
Como viene informando este diario, el bipartito compuesto por PP y Cs ha mantenido contactos con los propietarios de las harineras para tratar de alcanzar un acuerdo de compra sobre los terrenos del Plan Parcial. Incluso se habría llegado a cerrar una tasación municipal por un importe de entre 8 y 9 millones de euros. No obstante, esos tanteos no han concluido en ningún acuerdo definitivo.