ALICANTE. La planta de betún asfáltico gestionada por una de las filiales del grupo Ferrovial (Ditecpesa) en el Puerto de Alicante supera con éxito el examen de la Conselleria de Transición Ecológica y allana su previsible continuidad en el muelle 17 durante los próximos 20 años. Por lo pronto, la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental emitió el pasado 25 de mayo informe de impacto ambiental favorable al proyecto de modificación de las instalaciones de almacenamiento, preparación y distribución de betunes asfálticos promovido por la compañía al concluir que su desarrollo no conllevará afecciones ambientales significativas sobre el medio ambiente. Así, el informe resuelve, además, que el proyecto "no requiere una evaluación de impacto ambiental ordinaria".
Es más, el departamento autonómico detalla en ese dictamen que, en realidad, la modificación propuesta por Ditecpesa -en la que la compañía prevé asumir una inversión superior a los 764.000 euros- debería contribuir a mejorar el funcionamiento de la planta, lo que redundaría en una reducción de emisiones contaminantes. En esta línea, subraya que la implantación de nuevos tanques de almacenamiento perseguida por la compañía mediante la ejecución de su proyecto de mejora únicamente vendría a aumentar la capacidad útil de almacenamiento (que constituye el 90% de la actividad en la planta) sin generar afecciones adicionales a las actuales.
De hecho, el informe de impacto ambiental añade que la instalación de filtros en los venteos de los tanques de almacenamiento de betún natural para reducir las emisiones de los compuestos orgánicos volátiles y la sustitución de equipos obsoletos, además de mejorar su funcionalidad y las tasas de emisiones, también permitirá optimizar los procesos. Y, entre otros puntos, destaca que la sustitución de las unidades de combustión obsoletas por otras más modernas y eficientes también supondrían un beneficio al medio ambiente, ya que favorecerán la reducción de emisiones atmosféricas y posibles riesgos, otorgando una mayor seguridad a su funcionamiento.
Con ese dictamen, la filial de Ferrovial podría encontrar el camino despejado para permanecer posicionada en el mismo emplazamiento de la terminal de mercancías del Puerto en el que se asentó en 1990, al atenerse a una de las condiciones clave impuestas por la Autoridad Portuaria para continuar con la tramitación de su solicitud de nueva concesión, presentada en 2019: la obtención de todos los informes y autorizaciones que resultasen necesarias para el desarrollo de su actividad. Hasta ahora, al margen de ese informe de impacto ambiental favorable, la compañía también habría recabado la autorización administrativa de emisiones a la atmósfera, en una resolución con fecha de octubre de 2020.
Por el momento, según fuentes consultadas, se prevé debatir la aprobación de esa concesión de derecho de superficie en la próxima reunión del consejo de administración del Puerto, convocado para este próximo miércoles. Según las mismas fuentes, durante la sesión, se evaluará la propuesta que conllevaría el rechazo de las 16 alegaciones presentadas en tiempo y forma por asociaciones vecinales, colectivos ecologistas y formaciones políticas durante el plazo de exposición al público de la solicitud de concesión, lo que daría luz verde a su autorización.
A grandes rasgos, en esas alegaciones se advertía de una supuesta inadecuación del proyecto al emplazamiento ocupado, puesto que el muelle 17 estaría reservado para usos comerciales, o la ausencia de medidas suficientes de prevención de riesgos que pudiesen provocar una deflagración de las instalaciones o un posible vertido contaminante, además de la falta de estudios sobre el impacto del tráfico que podría conllevar la ampliación de las instalaciones. No obstante, según fuentes consultadas, todos esos argumentos quedarían desestimados por los técnicos del Puerto. Respecto a los usos permitidos en el muelle 17, se apuntaría que la actividad de la planta se ajusta al uso comercial portuario asignado a su parcela, puesto que, en esencia, las instalaciones de Ditecpesa funcionan como un intercambiador de modo de transporte: la mercancía llega por vía marítima en buques, se deposita y es trasladada después por vía terrestre mediante camiones.
Sobre las condiciones de seguridad, se apuntaría que las instalaciones actuales de Ditecpesa ya cuentan con un Plan de Autoprotección conforme al RD 393/2007 con el fin de responder adecuadamente ante posibles situaciones de emergencia. Y, además, se recalcaría que -al margen de quedar avalada por más de 30 años de experiencia en la actividad, tanto en el Puerto de Alicante como en el de Gijón- la compañía queda obligada a elaborar un Plan Interior Marítimo conforme a las especificaciones recogidas en el RD 1695/2012 por el que se aprueba el Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación marina, que deberá remitir a la Autoridad Portuaria para integrarlo en el Plan Interior Marítimo del Puerto de Alicante antes del inicio de la actividad.
El consejo de administración del Puerto debatirá una propuesta de desestimación de alegaciones y de autorización de la concesión, a la vista del dictamen de Transición Ecológica
Por último, sobre la repercusión ambiental del aumento del tráfico de camiones en el entorno, se concretaría que en el informe de impacto ambiental no se habrían observado afecciones relevantes, puesto que el recinto portuario dispone de conexión directa con la autovía A-31. En cualquier caso, con ese conjunto de consideraciones, serán los miembros del consejo de administración del Puerto los que adopten la decisión que estimen adecuada a la hora de admitir o rechazar esas alegaciones y, en consecuencia, denegar o conceder la autorización solicitada.
¿Qué características tiene la planta en la actualidad y cuál es la modificación concreta que se plantea ahora al solicitar la nueva concesión? Las instalaciones de Ditecpesa ocupan una parcela de 7.431 metros en la que se distribuyen seis depósitos con una capacidad de 7 toneladas. Con el proyecto modificado presentado ahora, se promueve la instalación de otros cuatro tanques: dos para el almacenamiento de betún base de 1.250 metros cúbicos cada uno y dos tanques de 115 metros cúbicos para agitación de producto con filtros en los venteos. Para ello, se prevé construir un cubeto de retención independiente al existente que estará fabricado en hormigón y provisto de una lamina geotextil impermeable para asegurar su estanqueidad. Además, se prevé la sustitución de la caldera de fluido térmico, los quemadores de las calderas, la báscula de pesaje y las oficinas modulares.
La planta logró su primera concesión por 30 años de duración en 1990. Después, se planteó una primera modificación de las instalaciones con la que se acordó una prórroga de diez años adicionales al plazo inicial, además de una actualización del canon a satisfacer. Esa prórroga venció en marzo de 2020, por lo que Ditecpesa solicitó, y obtuvo, una autorización administrativa con el objeto de mantener operativa la terminal para atender a los buques que tenían previsto escalar en el puerto de Alicante a partir de esa fecha y hasta que pudiese concederse la nueva concesión.
Esa autorización provisional se otorgó por un plazo de tres meses prorrogable mes a mes hasta máximo un año o el otorgamiento de la concesión. No obstante, transcurrido ese plazo máximo previsto sin que se haya resuelto la solicitud presentada, se ha otorgado una nueva autorización para evitar la paralización de la terminal. En esta ocasión, por un plazo de seis meses prorrogable tácitamente mes a mes hasta un máximo dos años o el otorgamiento de la concesión definitiva.