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FALLECE EL IMPULSOR DE LA CASA-MUSEO AZORÍN

José Payá Bernabé: voluntad y pasión por la cultura

20/01/2021 - 

ALICANTE. Los registros sobre José Payá Bernabé, nacido en 1957 y que nos dejaba ayer por la mañana, cuando apenas superaba el año después de haberse jubilado de la entonces Fundación Caja Mediterráneo, nos hablan de una carrera intensa pese a su juventud, con libros propios y anotados, siempre en torno a su adorado José Martínez Ruiz, Azorín. La realidad nos acerca a una pasión por la cultura, y por un autor, que encontró el marco perfecto para desarrollarse. 

José Payá, popularmente Pepe Payá, accederá a la dirección de la Casa-Museo Azorín, en Monòver, el 1 de enero de 1985, sustituyendo a Vicente Ramos (Payá ya ha ejercido, desde 1980 hasta 1984, como conservador del centro cultural). Llega, pues, en un momento, los ochenta, en que la hoy extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo, antes de Alicante y Murcia y aún antes del Sureste, quiere transmutar parte el dinero depositado en la entidad en servicios sociales, como los culturales, a través de la Obra Social, más tarde CAM Cultural y hoy Fundación Mediterráneo.

La idea será que la cultura deje su elitismo y se abra a todo el mundo: bibliotecas, cultura en los barrios, ayudas a proyectos culturales, aulas de cultura, la Asociación de Cine Amateur de Alicante (ACADA)… y espacios culturales como la Casa Museo Modernista en Novelda o la Casa Museo Azorín. Para ello, Francisco ‘Paco’ Bernabeu Penalva, subdirector de la Obra Social, se rodea de un equipo joven y con ganas. Allí estará Pepe Payá.

Su trabajo fue más allá de un despacho que los periodistas pocas veces veíamos. Payá era un torbellino que te relataba, con notable erudición, hasta el último rincón del lugar; que te mostraba con orgullo cualquier fruto del trabajo no necesariamente suyo, sino de cualquiera que hubiese colaborado en la labor desarrollada desde la Casa Museo, vivienda familiar de los Martínez desde 1876 hasta 1961.

Donde más a gusto lo veías era en la biblioteca, en el ático, también centro de investigación sobre Azorín. Y a la que podía hacerlo, te ibas con alguna de las muchas ediciones ensayísticas o reediciones en torno al autor monovero. Desde allí pondrá en marcha, potenciará o relanzará un sinnúmero de iniciativas, como la publicación de la revista Anales azorinianos (el primer número viene fechado en 1983-1984).

Su relación con Azorín tendrá también derivaciones como formar parte de la comisión lectora del premio de novela Azorín o del consejo de redacción de la revista Canelobre, de 2016 a 2019, donde prepara con José Ferrándiz Lozano el número Azorín, clásico y moderno (diciembre de 2017). Pero voluntad y pasión dieron para mucho más: por ejemplo, con sus amigos y familia (su mujer y sus tres hijos). Así lo recuerdo: satisfecho y sonriendo mientras me servía un vino en el Casino de Novelda el 3 de febrero de 2007, tras la presentación del corto Si alguien me leyera, escrito por su hijo, el periodista Juanjo Payá: “¡Esto es lo más grande!”.

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