Santiago Díaz (foto: Diego de la Fuente) y Men MaríasALICANTE. Santiago Díaz (Madrid, 1971) y Men Marías (Granada, 1989) son los dos finalistas de la tercera edición de Alicante Noir, el festival de ficción criminal que comenzó el viernes 21 de septiembre y acabará este domingo 24. Aquí no hay crimen, nadie va a matar al otro para alzarse con el galardón, a diferencia de en sus obras. La del guionista madrileño se titula Indira, un nombre de mujer que es la tercera entrega de una saga precedida por El buen padre y Las otras niñas, que podría cerrar con un broche de oro, así como ya lo hicieron Talión (premio Morella Negra 2019 y Benjamín de Tudela 2019) y Taurus. Salvar la Tierra (Premio Jaén de Narrativa Juventil 2021). "Ojalá ganar, pero la competencia es difícil", es consciente el escritor, quien añade que "Men Marías es una estupenda escritora y buena amiga. Por lo tanto, si gano yo me alegraré mucho, pero si gana ella me alegraré también".
Por su parte, la granadina compite por el galardón alicantino con Lo que arrastra la lluvia, que podría engordar su lista de títulos premiados en la que late Pukata, pescados y mariscos, su ópera prima con la que consiguió el Premio de Novela Carmen Martín Gaite 2017, además de un accésit en el Premio Torrente Ballester. "El verdadero galardón lo dan los lectores. Siempre es hermoso recibir un premio literario, pero es muy ingenuo pensar que, con él, has ganado", declara. La de Marías es una novela que, asegura, lleva su rostro, "como cualquier novela de cualquier autor honesto. Cada novela está hecha de su autor, igual que cada autor está hecho de su novela. Hay acciones que dan forma el rostro, escribir la que más".
Marina y Carmen son sus protagonistas. La primera es una indigente que acepta la ayuda de la segunda, una mujer que quiere llevarla a su casa a vivir con su familia. "Lo que a todas luces debería de ser agradecimiento aquí se convierte en envidia. Solo al final de la novela descubriremos quién es la verdadera autora de un crimen que atormenta al lector desde las primeras páginas", resume la autora. ¿Pero qué es eso que arrastra la lluvia? "El verdadero patrimonio de todo ser humano: su pobreza. Siempre lo arrastra la lluvia", garantiza.
Men marías: "Escribir sobre nuestra ciudad es cruel; Hacerlo sobre otra te permite mirarla con los ojos enamorados del turista"
La obra reflexiona sobre condiciones humanas como los límites del dolor o la compasión, unos "límites" que Marías considera importantes de tratar porque solo llegando a ellos se puede "pasar de una condición a otra. El dolor es un túnel que, de un lado, tiene la vida como la habíamos imaginado y, del otro, como verdaderamente es. Quien lo recorre con valentía, y valentía es honestidad, adquiere una increíble compasión hacia sí mismo de la que nace la compasión por los demás. Compasión es amor por lo que arrastra la lluvia", explica.
Ambientada en Granada, la novelista niega que sea más sencillo escribir desde la propia tierra, desde lo conocido: "Es profundamente cruel", enuncia. "No sé de dónde hemos sacado la idea de que conocemos lo que nos conoce, porque es completamente falsa. Escribir sobre otra ciudad, además, te permite mirarla con los ojos del turista. Los ojos del turista siempre están enamorados. Los ojos del nativo, sin embargo, siempre son ojos juzgados por la propia ciudad: ella es la única que te vio en aquel parque haciendo aquello que no debías hacer, caminando por aquella calle mientras llorabas, buscando algo que no debías buscar. Tu ciudad es el único lugar en que, verdaderamente y con honestidad, puedes hablar con el tiempo. Y esa conversación es muy cruel", insiste.
Men Marías es licenciada en Derecho, por lo que al preguntar si esta faceta le ayuda a escribir novela negra responde con un "supongo que sí. Si para algo me ha servido es para descubrir que la ley tiene una concepción muy distinta a la del mundo real en lo relativo a los que son castigados y los que no lo son". También a su compañero de nominación le ayudan sus tres décadas como guionista a la hora de lanzarse con el género noir, plasmando en las páginas un estilo audiovisual, lo que le lleva a describir sus novelas como "rápidas, pasan muchas cosas, hay muchos giros y la acción siempre avanza". En sus treinta años como guionista ha aprendido "cómo hacer que los espectadores se mantengan pegados a la pantalla", conocimientos que procura aplicar a sus novelas.
Santiago Díaz: "Los guionistas servimos para un roto y para un descosido. Tan pronto podemos escribir para una comedia, como para un drama, como ponernos en la piel de diferentes actores"
Y es que la diversión y la acción, unidas a la honestidad con la que asegura que está escrita, son los puntos fuertes de Indira, la tercera entrega de la serie protagonizada por la policía Indira Ramos, en la que, "al contrario que los casos anteriores que eran externos, este es más personal y le cambiará la vida para siempre. Lo que ocurre en esta novela la unirá o la separará para siempre de su gran amor, que es el inspector Iván Moreno", cuenta el autor sin spoilear demasiado. Un personaje -el de Indira- que no sabe si tendrá una cuarta entrega, pero sí adelanta que ya está acordado con la editorial "escribir con más protagonismo sobre un personaje que aparece en esta novela, JD, un policía de origen gitano. Ya veremos qué ocurre con Indira", deja en el aire.
¿Pero qué esconde este nombre de mujer? "Indira es un nombre especial para un personaje muy especial, con unas características muy definidas que la diferencian del resto de los policías que hay en el mercado literario. Es un nombre diferente que elegí para que fuese fácilmente reconocible", esclarece. Y reconoce que, aunque los personajes femeninos en este tipo de novelas se enfrentan a conciliar su vida laboral con su vida personal, demasiadas horas al pie del cañón o pensar demasiado, lo que define a este personaje es "su aversión por los microbios y las bacterias, lo que hace que sea difícil de trato, que nadie la comprenda, insoportable en ocasiones para sus compañeros y, en definitiva, que le cueste mantener relaciones sociales y esté un poquito aislada". Sin embargo, Díaz le añade las características de tener "una profesionalidad y una honestidad a prueba de bombas".
El escritor, que se encuentra ahora inmerso en un thriller ambientado en el siglo XV que verá la luz dentro de poco, ha trabajado como guionista de Yo soy Bea, Supercharly, Mercado central o El secreto de Puenteviejo y afirma ser versátil en la escritura: "Los guionistas servimos para un roto y para un descosido. Tan pronto podemos escribir para una comedia, como para un drama, como ponernos en la piel de diferentes actores. Venimos con eso aprendido". En su faceta como lector, confiesa que el noir siempre le ha gustado y que, cuando decidió escribir, se decantó por este género por la diversión que le generaba. "Es divertido, me encanta porque tengo poder de decisión, cosa que como guionista no, porque somos demasiados para opinar sobre algo. Aquí tengo la posibilidad de decidir el desarrollo de mis historias, con sus cosas buenas y sus cosas malas, te arriesgas, pero a mí me encanta tener ese pequeño poder", reconoce.
