ELCHE. A finales de marzo la Junta de Gobierno aprobaba someter a consulta pública varios documentos urbanísticos referentes a un sector que pendiente de urbanizar que se va a impulsar en Altabix, en el sector E-45, junto al barrio de Travalón. Será un residencial que complete varias parcelas ahora vacías y que supondrá levantar casi 270 viviendas en bloques de hasta siete y cinco alturas, al estilo de los que existen en las inmediaciones. El promotor de la iniciativa es el de Comercial Persianera, que como contó este medio, ha creado junto a familiares una promotora con un capital inicial de 2,5 millones de euros.
El proyecto se presentó en el Ayuntamiento en noviembre de 2020 con el borrador de Plan Parcial del sector E-45, junto con el Documento Inicial Estratégico y el Programa de Actuación Integrada (PAI) de la Unidad de Ejecución nº1, dado que el sector se divide en tres unidades. Esta iniciativa de PAI la presenta uno de los propietarios de la UE nº1 que no alcanza el 50% de la superficie de la mencionada unidad. Tras el visto bueno de la arquitecta municipal en el mes de febrero, se han planteado diversas modificaciones para la adecuada ordenación y reurbanización de la zona, así como su encaje con el entorno ambiental por estar al lado del Huerto de Travalón. Se ha fijado un plazo de tres años para la urbanización desde que se apruebe la reparcelación.
Se trata de un sector de 37.720 m2 para el que se proponía construir 290 viviendas, y que finalmente se quedará en 266 pisos, teniendo en cuenta la superficie computable del sector (a razón de 75 viviendas por hectárea). De la actuación se crearán 177 plazas de aparcamiento públicas y 354 privadas, que irán ligadas a los futuros edificios. Se propone también la conexión de las calles Arquitecto Santiago Pérez Aracil y Jaime Latour, así como la ejecución de dos rotondas en los cruces de la calle Antonio Valero Agulló con las
calles Alcalde Juan Hernández y camino del Travalón, para permitir un tráfico más fluido, sin interrupciones semafóricas, teniendo en cuenta los partidos del Elche CF.
Asimismo, en cada parcela, que otrora albergaron naves industriales ya demolidas, se prevé destinar un índice mínimo del 30% de la edificabilidad resultante a VPO. Es un área residencial de media-alta densidad, de edificación aislada con vivienda plurifamiliar, y que cuenta con un mínimo obligatorio de uso terciario, que en este caso son más de 2.000 metros cuadrados, que presumiblemente será para supermercados y otros negocios. Asimismo, el sector cuenta con unas edificaciones industriales existentes desde el año 1970 que se encuentran en uso y ocupando una importante superficie del sector, salvo una nave abandonada de 1.800 metros cuadrados.
Aunque en el planteamiento inicial (de 2016) se contemplaba la posibilidad de la demolición de alguna de las naves, por la estrategia territorial autonómica, se pide incluir la nave industrial abandonada en el desarrollo, por lo que se establecen tres unidades de ejecución, dos de las cuales se desarrollan a ambos lados de la nave existente, UE-1 y UE-3; y la otra, UE-2, engloba las construcciones principales de la nave. No obstante, cuando se evalúe la parte ambiental se tendrá que dar cuenta de la actuación al resto de los propietarios, y los dueños de la nave podrán decidir si la demuelen o no a cambio de edificabilidad en el sector.
En cuanto a la solución elegida, propone en la UE-1 manzanas edificables residenciales orientadas a la Avenida Antonio Valero con previsión de bloques de 7 plantas de altura máxima hacia dicha avenida, tal como se han dispuesto en las manzanas del sector colindante E-19 orientado a dicha avenida; mientras que las manzanas del resto del sector, orientadas a las calles Arquitecto Antonio Serrano y Arquitecto Santiago Pérez Aracil, serán de 5 alturas. Tras la actuación habrá varias calles peatonales de 5 y 10 metros, y se incluirá la continuidad de la vía pecuaria —'Colada de los Marchantes'— con las zonas externas del sector; así como la continuidad del carril bici.
Por tanto, se trata de una ordenación que apuesta por un diseño del viario y zonas verdes que no afecten al estado actual de las grandes construcciones de carácter industrial existentes; "manteniéndolas con el fin de fomentar la justa distribución de las cargas entre las unidades de actuación, y de no incrementarlas como consecuencia de los costes que conllevaría tanto su derribo como el cese de la actividad que viene desarrollándose; consiguiéndose así minimizar el impacto medioambiental que supondría la demolición de las citadas edificaciones", especifica la arquitecta municipal.