Un container en el canal de Suez hacia el mar Rojo. Sayed Hassan/Getty Images ELCHE. El sector de la moda es tradicionalmente uno de los que más suele sufrir en los periodos de ciertas crisis o inestabilidad económica porque los bienes de primera necesidad lo dejan en un segundo plano. Así ha sido para el calzado en un 2023 caracterizado por la inflación, y al que en este inicio de curso se suma ahora un aumento en la escalada bélica en Gaza, ya que Estados Unidos, Inglaterra y los rebeldes hutíes empiezan a enfrentarse en el mar Rojo; una de las principales rutas comerciales del mundo. También para el sector del calzado, que ya lo nota.
Por esta ruta se mueven las exportaciones zapateras a China y en general al continente asiático, y también es por donde llegan materias primas para la fabricación. Una situación que empieza a afectar, reconocen las firmas del sector, precisamente porque ahora se están enviando las colecciones nuevas ahora. Ello supone que con la ampliación del conflicto, las compañía empiezan a buscar alternativas que suponen o bien más coste, o más retraso en sus pedidos. Y esta segunda alternativa también supone un incremento del coste, "porque entregar el producto veinte días más tarde ya es elevar el coste, con la complejidad que supone mantenerlos ese tiempo en los contenedores", explica Marián Cano, presidenta de Avecal.
En este sentido, el calzado, en tanto que sector de la moda, tiene unos plazos muy marcados y el producto tiene que llegar al cliente en el calendario establecido. Además, "los precios son los acordados de anteriores ferias, por lo que ya no hay margen de maniobra", señala Cano, en referencia a que no se podría compensar esa tardanza modificando el precio. En Asia se exporta a China y Japón, aunque allí en menor medida, porque son pocas las compañías que han logrado entrar en ese mercado.
Pero sí podría ser suponer un problema de mayor relevancia el de la importación de las materias primas de origen asiático en el corto y medio plazo. "Sobre todo con las reposiciones, que son habituales", indica la presidenta de la asociación, aunque dependerá de cada proveedor y de cómo lo gestione. Eso sí, advierte que "si no se soluciona a corto plazo, estamos a la expectativa de cómo puede afectar a la próxima colección". Por ahora, algunas firmas, aquellas que se lo pueden permitir, han optado por el avión, que supone un mayor coste, o por trenes como el de la ruta de la seda china, que llega directamente —y sale de— a Madrid junto a otros productos. Pero en general, las compañías de mayor presencia en Asia recurren a los fletes porque es donde cabe un mayor volumen de mercancía. De momento, el precio de los contenedores ya se está multiplicando. En un mercado además en el que son pocas y grandes las compañías navieras, y por tanto hay pocas opciones en este transporte. En anteriores situaciones similares se intentó agrupar la demanda en contenedores para intentar mantener los precios, pero es una situación compleja la actual.
A todo esto hay que sumar la tendencia de 2023. Las exportaciones de calzado de los diez primeros meses del año han alcanzado 2.750,6 millones de euros con 134,4 millones de pares, un aumento en valor del 6,6%, pero también un decrecimiento del 1,7% en pares respecto al mismo periodo de 2022. La mencionada exposición del sector de la moda a situaciones como la inflación generalizada y bajada del consumo.
Entrado 2023, viendo cómo acababa 2022, ya se veía la tendencia, y ahora con el descenso de exportaciones autonómicas, estas sirven de termómetro para todo el sector a nivel nacional ya que la industria zapatera se concentra en las comarca del Vinalopó, sobre todo en Elche y Elda en menor medida. "El primer trimestre no se notó pero sabíamos que iba a llegar", explica Cano, porque la inflación llegó prácticamente a todos los mercados de Europa.
Con esa situación, este fin de semana en la feria de Riva del Garda, donde tendrán presencia 19 firmas ilicitanas, ya saben que vendrán meses complicadas y que se prevé una cartera de pedidos más reducida. Además del mercado nacional, otros como el de EEUU, Canadá o Israel por motivos obvios, también han bajado. "Seguiremos intentando mantener la inversión y ganas de seguir trabajando", esgrime la representante patronal, añadiendo que esperan que a nivel nacional "no nos alteren más las reglas de juego que se haga perder más competitividad, que se puedan negociar al margen de la mesa de negociación". A la parte política, por último, piden políticas públicas que favorezcan una mayor liquidez y que generen una mayor renta disponible para las familias. "Tenemos que dinamizar el consumo y no aumentar la fiscalidad". Para acabar, e intentando ver alguna parte positiva, Cano cree que quizá con esta situación pueda haber alguna empresa que se plantee relocalizar la producción, que es lo que sucedió con la covid.
