ALICANTE. El nuevo servicio de transporte público en autobús de Alicante, que echará a rodar el próximo 1 de febrero con la incorporación de nuevas líneas y la ampliación de frecuencias en otras preexistentes, introduce, además, un elemento novedoso en las condiciones de pago por la prestación. El nuevo contrato, adjudicado a la UTE MIA (Vectalia, Subús y Masatusa) para los próximos diez años, deja atrás el sistema de pago del contrato precedente por el que el ayuntamiento abonaba a Masatusa un precio proporcional al kilómetro recorrido, sin importar que los autobuses fuesen llenos o vacíos, para introducir un nuevo sistema de subvención en el que se prima el incremento en el número de usuarios.
Con ese nuevo sistema, el ayuntamiento abona una cantidad anual calculada en torno a la demanda estimada a partir de los registros históricos del servicio y deja el resto de los ingresos a obtener por la concesionaria en función de la venta de títulos. Es decir, que pasa a aplicarse la fórmula del riesgo y ventura, de modo que UTE MIA incrementará sus ingresos desde el momento en el que se produzca un aumento en el número de viajeros respecto al cómputo de demanda mínima estimada por los técnicos municipales, o ingresará menos en el caso de no llegar a esas cifras.
La consecuencia de ese cambio la apuntó este miércoles el propio alcalde, Luis Barcala, en la comparecencia en la que se dio cuenta de las principales novedades del servicio: el nuevo sistema de pago permite incentivar la mejora en la prestación del servicio para que el número de viajeros aumente, ya que es lo que permitirá que la concesionaria pueda ampliar beneficios en el momento en el que se supere la subvención estipulada a partir de esa previsión de demanda mínima. El contrato se adjudicó por un cómputo global de 125.627.151,64 euros (algo más de 12,5 millones anuales) en los que se incluye el pago de la subvención y parte de la amortización de la renovación de la flota de vehículos, en cuya cobertura de costes se cuenta con una aportación de 2,5 millones de fondos europeos.
Tanto los representantes del equipo de gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, como los responsables de UTE MIA dieron por hecho este miércoles que las mejoras introducidas en la configuración de la red permitirán recuperar las cifras de viajeros que se registraban antes de la pandemia del coronavirus este mismo año, e incluso que puedan superarse. De hecho, señalaron que el objetivo establecido era el de doblar la cuota de uso del transporte público actual, del 12%, dentro de cinco años.
Como ya ha informado este diario, entre las mejoras introducidas en la prestación figuran la creación de la nueva línea 14, con un recorrido circular sobre el eje de la Gran Vía que permitirá enlazar con las líneas que conectan los barrios con el centro mediante la realización de trasbordo gratuito (una posibilidad contemplada en todas las líneas de la red), así como la nueva línea 28, que también ofrecerá un recorrido circular por el distrito de Playa de San Juan.
Además, se incluye el refuerzo en la conexión con los polígonos del Pla de la Vallonga y de Las Atalayas con el desdoble de la línea 7 que permitirá la creación de la línea 7P, así como la modificación del recorrido de la lanzadera hasta el Castillo de Santa Bárbara que pasará a tener su cabecera en la Plaza del Mar para facilitar también el desplazamiento de los turistas hasta la fortaleza.
De igual modo, se incluye la ampliación de frecuencias en líneas preexistentes, la modificación de ciertos recorridos con el fin de mejorar la velocidad comercial y que el autobús pueda convertirse en una alternativa competitiva frente al uso del vehículo privado, así como la implantación del servicio de Transporte a Demanda (TAD) para las partidas rurales, que se prevé poner en funcionamiento entre los meses de junio y julio, en cuanto se desarrolle la aplicación para teléfonos inteligentes especifica.