ALICANTE. La compra de vivienda en España por clientes extranjeros ha alcanzado la mejor cifra de los últimos diez años. En el segundo trimestre de 2022 se registraron más de 24.000 operaciones de este tipo, lo que supone un crecimiento del 11% en tres meses. En concreto, un 14,66% de las viviendas vendidas de abril a junio han sido adquiridas por extranjeros. Se trata del quinto trimestre consecutivo de crecimiento después de la caída provocada por la pandemia, lo que constata la evolución positiva de la demanda internacional.
Así, mientras las compras nacionales se estancan en este segundo trimestre (alrededor de 2.700 compras menos que en el período anterior), son los extranjeros quienes impulsan la inversión en vivienda.
Son datos del informe elaborado por la proptech Sonneil Homes a partir de los datos trimestrales publicados por el Colegio de Registradores. "Independientemente del efecto rebote por la demanda embalsada durante los años de la covid, estamos viendo cada vez más comprador en España que busca aprovechar temporadas o estancias más largas y teletrabajar", señala Alfredo Millá, CEO de Sonneil. "Este es un fenómeno nuevo y muy prometedor para el mercado de segunda residencia en España y, si se consolida y genera un efecto arrastre, puede aumentar muchísimo el volumen de compradores. Debemos permanecer atentos", afirma.
La Costa Blanca sigue liderando la venta de vivienda a extranjeros, registrando más de 5.100 operaciones en el segundo trimestre (un 4,47% más que en el trimestre anterior). Así, continúa por encima de su principal competidor, la Costa del Sol (Málaga), que ha vendido unas 1.600 viviendas menos a extranjeros.
El peso del cliente internacional también es superior en Alicante que en el resto de provincias. En concreto, más del 42% de los compradores de inmuebles en la zona son de fuera de España, situándose muy por encima de la cifra nacional del 14,66%. A Alicante le siguen Santa Cruz de Tenerife y Baleares, con un 38,3% y un 34,6% respectivamente.
Aun así, al comparar el total de ventas a extranjeros de este trimestre con el mismo período de 2021, el aumento de estas operaciones en la Costa Blanca ha sido de un 93,46% en un año, casi el doble, reflejando la recuperación de las compras internacionales tras el bajón de la pandemia.
Los británicos siguen escogiendo la Costa Blanca como destino preferente al comprar vivienda. A nivel nacional, aunque siguen siendo los extranjeros que más vivienda compran en España en términos absolutos, continúan perdiendo peso relativo respecto al total de compradores internacionales. En el segundo trimestre, un 9,77% de estos clientes fueron británicos, la segunda cifra más baja desde que se tienen datos. También han descendido en compras totales (un 11,26% menos de compras que en el primer trimestre).
Alfredo Millá confirma la tendencia: «Desafortunadamente, el comprador británico que, junto al español, tenía un enorme peso en la compra de extranjeros en España (llegó a ser el 24% del total de compras en 2007), ya ha quedado como un mercado menor, sobre todo en obra nueva, de la que compran muy poco. Se centran en reventas y casas de precios bajos».
Es más, las cinco primeras nacionalidades (británicos, alemanes, franceses, marroquíes y belgas) han perdido peso relativo respecto al trimestre anterior en favor de otras procedencias. Los mayores incrementos en peso relativo los han protagonizado polacos y ucranianos, constatando el efecto de la guerra de Ucrania en el movimiento internacional de personas y el mercado inmobiliario.
No obstante, aunque el peso relativo sobre el total de compras de extranjeros haya descendido en nacionalidades importantes como alemanes, franceses y holandeses, los números absolutos muestran que la práctica totalidad de las nacionalidades más relevantes se encuentran en niveles máximos de compras de los últimos años, exceptuando a los británicos. Las nacionalidades que más han crecido en número de compras absolutas respecto al trimestre anterior han sido italianos (22%), rumanos (17,9%) y alemanes (6,3%).
Para el tercer trimestre, Sonneil prevé que las cifras frenen su crecimiento, ya que la compra de vivienda por parte de extranjeros ha notado los efectos de la incertidumbre económica y el retraso en la decisión de compra. Aun así, Alfredo Millá cree que el panorama para la obra nueva es más alentador que para la segunda mano, ya que no se verá apenas afectada por la ralentización que se prevé en el resto del sector. «Las residencias de nueva construcción ofrecen un valor añadido que las sitúa por encima de las de segunda mano. Son casas construidas con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, con materiales y calidades duraderos y que, además, responden a las nuevas demandas de los compradores, con espacios para el teletrabajo y el disfrute del aire libre. Por eso, en Sonneil somos optimistas respecto a la evolución del mercado de obra nueva en los próximos meses. Este tipo de vivienda es un valor refugio para tiempos de inestabilidad, por lo que contamos con activos seguros frente a tiempos como los actuales».