ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante y la empresa mixta responsable del servicio de abastecimiento, Aguas de Alicante, tratan de intensificar la mejora en el sistema de tratamiento de aguas residuales para favorecer la reutilización de caudales con un nuevo proyecto que permitirá reducir el índice de salinidad de los volúmenes filtrados en la depuradora de Rincón de León.
Ese es el objetivo del proyecto trazado por la empresa suministradora (participada por el Ayuntamiento y por Hidraqua, del grupo Agbar) en el que se prevé una inyección de 1,2 millones para implantar la infraestructura necesaria destinada a perfeccionar ese tratamiento. Se trata de una inversión en la que se incluye la ejecución de la obra civil, el suministro e instalación de tuberías y accesorios, la reposición de pavimentos, la gestión de residuos y el estudio de seguridad y salud para su desarrollo y puesta en funcionamiento.
La estación de tratamiento de Rincón de León, situada al sur del término municipal, trata la mayor parte de las aguas residuales de la casco urbano de Alicante, a través de dos líneas diferenciadas. La línea de agua denominada 'B' cuenta con una capacidad de 25.000 m3/día y se destina a la depuración de las aguas residuales que proceden de la primera línea de la ciudad, conformada por los barrios de San Gabriel, Agua Amarga, Urbanova y el polígono industrial Atalayas.
En la memoria justificativa del proyecto se concreta que esos caudales se caracterizan por presentar "un elevado contenido en sales con una conductividad superior a 6.000 microSiemens/cm" que en la actualidad son vertidos al mar sin quedar sometidos a un tratamiento terciario que reduciría esa salinidad.
Además, se concreta que los caudales que provienen de los colectores general, el de acceso al Puerto y el del barrio de San Agustín, "cuyo contenido en sales es menor" son tratados en la línea de tratamiento denominada 'A'. Estos caudales sí se someten ya a un tratamiento terciario para obtener agua regenerada, de modo que puede ser utilizada para el riego agrícola o para el riego de las zonas verdes municipales de la ciudad.
De ahí que el propósito sea implantar ese mismo sistema de tratamiento terciario en la línea de tratamiento 'B' para reducir significativamente el vertido de agua depurada al mar y que pueda ser aprovechada con esos mismos fines: el riego agrícola y de zonas verdes.
La memoria del proyecto también concreta que uno de los motivos fundamentales que explica la presencia de alto contenido salino en el agua residual depurada en esa línea de tratamiento es la intrusión de agua freática que se da en los colectores ubicados en la proximidad de la línea de mar. Por ello, se pretende mejorar su aislamiento -e incluso renovar el situado bajo el parque de Joan Fuster en una actuación que comprende mejoras urbanísticas en el propio parque-, de modo que se elimine ese componente de agua marina para que pueda abordarse.
La actuación de mejora en el tratamiento de ese caudal forma parte de las iniciativas contempladas en el proyecto 'Alicante Agua Circular' con el que se pretende conseguir que toda el agua depurada de la ciudad pueda ser reutilizada en el riego de parques y en la agricultura, para lo que se requeriría de aportaciones de la Generalitat y de financiación europea. De hecho, la misma Conselleria de Transición Ecológica también promueve una intervención paralela, y en parte coincidente, por la que se contempla una reordenación de los flujos a tratar en cada una de las depuradoras situadas en Alicante con el objetivo de reutilizar el 100% del caudal tratado.
Al tiempo, el Ayuntamiento y Aguas de Alicante también han activado el proyecto recogido en el convenio suscrito en 2019 con la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales la Generalitat Valenciana (EPSAR) por más de tres millones de euros, para doblar la capacidad de la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) de San Gabriel, con lo que se conseguirá incrementar la elevación de aguas desde los colectores hasta la depuradora de aguas residuales (EDAR) Rincón de León, que también doblará su capacidad operativa con la recuperación de los digestores 3 y 4 y la implantación de un sistema de desodorización.
Con esa actuación concreta se pretende aumentar la capacidad del sistema de tratamiento de las aguas que llegan al punto más bajo de los colectores en San Gabriel, donde se ubica el tanque antitormentas con 60.000 m3 de capacidad, y reducir los posibles desbordamientos en la zona más baja del barrio que afectan a la calle Panamá, entre otras.