ALICANTE. Alicante trata de dar un paso más en la modernización del sistema de control del tráfico diario con el desarrollo de una aplicación para teléfonos inteligentes que permitirá que cualquier ciudadano pueda conocer el estado de la circulación en todo momento en tiempo real. Bastará con conectar esa App, ahora en su última fase de definición (hasta el punto de que ya ha permitido el despliegue de las primeras pruebas) para que todo conductor pueda planificar cuál puede ser la ruta a seguir más favorable para realizar su desplazamiento antes de encender el motor de su vehículo.
De este modo, su activación pretende conseguir un doble objetivo. El primero, de carácter particular, que los ciudadanos puedan eludir aglomeraciones y atascos a la hora de organizar su movilidad diaria. Y segundo, de carácter general, consiste en una consecuencia lógica: que la distribución de los flujos de tráfico propicien una mayor fluidez de la circulación en el conjunto del casco urbano, en beneficio del interés común.
La puesta en marcha de ese sistema está programada para el próximo mes de junio, en el marco del proyecto 'Alicante se Mueve Being Smart' cofinanciado por el Ministerio de Economía y Transformación Digital, a través de la entidad pública empresarial Red.es, que seleccionó la propuesta planteada por el Ayuntamiento de Alicante en 2016 (bajo el mandato del socialista Gabriel Echávarri, al frente del tripartito formado por PSOE, Guanyar y Compromís) como el mejor proyecto concurrente en la convocatoria. Su funcionamiento permitirá volcar la información captada por la red de cámaras inteligentes, de sensores y de contadores de vehículos desplegados en puntos estratégicos de la ciudad para que sea accesible a través de los teléfonos móviles, proporcionando un mapeo de las zonas calientes que presenten mayor densidad de tráfico, de modo que los conductores puedan adaptar sus recorridos hasta escoger el mejor itinerario posible en cada momento.
Y, además, proporcionará alertas sobre posibles incidencias registradas como consecuencia de accidentes, por la realización de cortes de calles derivados de la realización de obras o por restricciones puntuales acordadas por el desarrollo de distintas actividades en la vía pública, ya se trate de eventos institucionales (fiestas, actuaciones, etc) o actos promovidos por colectivos cívicos (concentraciones, manifestaciones, etc).
Se trata, en definitiva, de que todo ciudadano tenga acceso prácticamente a los mismos datos de los que se dispone en la Sala de Control del Tráfico desde la que se organiza la gestión de la circulación, en la que se usa la información captada por la red de cámaras y sensores para adaptar la respuesta a cada situación y adoptar decisiones que eviten saturaciones, como la reordenación de los tiempos semafóricos o la disposición de agentes de la Policía Local en puntos concretos de la trama urbana en los momentos en los que se detectan aglomeraciones de vehículos.
El sistema quedará asociado, también, a la red de control que conlleva la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en torno a los dos anillos diseñados sobre el eje de la Gran Vía y en el perímetro del Centro Tradicional, sobre el trazado de Alfonso el Sabio, Federico Soto y Doctor Gadea. De hecho, fuentes municipales consultadas precisaron que el departamento de Movilidad que coordina el edil Carlos de Juan trabaja actualmente en coordinación con el área de Medio Ambiente que dirige el concejal Manuel Villar para propiciar la integración de información captada por las cámaras de 'Alicante se Mueve' y las previstas en la ZBE, para las que se acaba de ampliar el plazo de instalación hasta el próximo mes de junio.
Se prevé que la puesta en marcha del sistema de control de 'Alicante se Mueve' coincida con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones y su regulación, pendiente del despliegue de sensores y de su ordenanza concreta
De este modo, la entrada en funcionamiento efectivo de la APP y del conjunto del sistema de control del tráfico en tiempo real del proyecto 'Alicante se Mueve' vendría a coincidir con el plazo previsto para la implantación de la ZBE, en el supuesto de que para entonces se disponga de la ordenanza reguladora específica sobre su funcionamiento, en la que, por el momento, no se contemplarán restricciones ni sanciones, de acuerdo con el compromiso incorporado en el acuerdo presupuestario alcanzado entre el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP) y Vox.
Eso sí, esa promesa queda supeditada a una apostilla ya precisada por este diario: la viabilidad técnica y jurídica de su cumplimiento. En esta línea, el PP alude a la existencia de informes de la Secretaría General del Ayuntamiento y del departamento de Medio Ambiente -que no se han hecho públicos, como ha solicitado el PSOE- en los que se señala que, al menos por ahora, no sería estrictamente necesario que dicha ordenanza prevea la imposición de multas.
Sea como fuere, precisamente, la adaptación para que los sistemas de control de ambos proyectos sean compatibles es la que habría propiciado que se acabe de conceder, también, una prórroga para la finalización de los trabajos de puesta en marcha del proyecto 'Alicante se Mueve', adjudicado a la UTE compuesta por Ibermática-Imesapi por 2,7 millones en 2020. En principio, el último plazo previsto para su desarrollo concluía el próximo mes de febrero. No obstante, esa fecha quedó ampliada a finales de diciembre hasta el próximo mes de junio ante la complejidad que entrañaría el despliegue de algunos de los componentes del proyecto.
Entre ellos, se encuentra la misma implantación de la red de cámaras y sensores, que habría generado retraso en el diseño de la solución analítica aplicada al entorno de movilidad portal web, que resulta esencial para analizar patrones con los datos proporcionados por esa red de cámaras. Se trata de un sistema para el que se requiere de la recopilación de "un alto volumen de datos históricos recibidos desde el sistema de cámaras para poder entrenar adecuadamente ciertos algoritmos predictivos", según se detalla en el acuerdo de concesión de prórroga aprobado por la Junta de Gobierno. De ahí que se justifique la demora en su disponibilidad respecto a los plazos iniciales. Y que esa espera haya afectado también al diseño de la propia App, a pesar de que se espera que pueda quedar completado antes de junio. En concreto, el próximo mes de marzo.
Sea como fuere, esa complejidad es la que permite aspirar a que el programa pueda sentar las bases de un sistema global que permita colocar a Alicante a la cabeza de las smart cities hasta convertirse en una referencia en toda la Unión Europea, según fuentes municipales. Máxime porque no se trata de limitar a la gestión del tráfico, sino de ir más allá, con el propósito de poder controlar, incluso, el funcionamiento del alumbrado público, o abordar un seguimiento exhaustivo de la maquinaria empleada en servicios municipales, como la limpieza.