Cayetano Sánchez Butrón, Rafa Climent y Luis Barcala en Fundesem. Foto: PEPE OLIVARESALICANTE. El concurso de acreedores de la escuela alicantina de negocios Fundesem Business School (FBS) ya se ha puesto oficialmente en marcha, a pesar de que aún no se ha publicado en los boletines correspondientes, como el BOE o el Borme. Cabe tener en cuenta que los edictos de los juzgados de lo Mercantil suelen publicarse con entre una y dos semanas de margen respecto a la fecha en que se dictaron, a pesar de que es esa publicación la que se tiene en cuenta a efectos de calendario, al dar por notificados a los interesados.
En todo caso, el administrador concursal designado por el juzgado de lo Mercantil 1 de Alicante, que como adelantó Alicante Plaza es la consultora de origen vasco PKF Attest, especializada en la reestructuración de compañías en problemas financieros y también en la administración concursal, ya se ha puesto en contacto con los acreedores. El administrador ha remitido una comunicación en la que informa de su designación para el puesto, lo que supone de facto la aceptación de dicho encargo por parte del juez, y pide a los posibles acreedores que comuniquen (y documenten) el importe de sus créditos.
A partir de ahora, se abre un plazo en el que la consultora vasca elaborará un primer informe para remitir al juzgado que instruye el concurso, en el que se consignará la identidad de los acreedores de Fundesem, las cantidades adeudadas y el crédito concursal total. Y, dado que se abre la fase de concurso, los gastos que se generen de la continuidad de la escuela a partir de este momento pasarán a considerarse créditos contra la masa. Entre los acreedores destacados de la escuela, además del Ivace, que reclama 1,65 millones de euros por impagos del alquiler de la sede, figuran los profesores a los que se les adeudan en algunos casos varias clases ya impartidas, o proveedores de toda índole, además de los habituales: Seguridad Social, Hacienda...
Un dato a tener en cuenta, y que no es baladí, es que quien se ha declarado en concurso es la mercantil Fundesem Business School SL, creada por la fundación para administrar el negocio educativo de Fundesem, y que se subrogó dicho negocio con sus cargas y obligaciones, excepto (y esto es clave) la deuda histórica con el Ivace, que sobre el papel sigue en la fundación. Habrá que ver cómo se articula dicha reclamación, dado que el organismo dependiente de la Conselleria de Economía es un acreedor privilegiado al ser el casero de la concursada. Asimismo, la concursada tiene más accionistas aparte de la fundación, dado que puso a la venta la mitad de su capital (el 49%) entre empresarios de la provincia, y varios de ellos adquirieron participaciones, aunque no se cubrió el importe esperado.
Tras declararse en concurso, Fundesem ha puesto en marcha varias acciones para dar forma a una estrategia de continuidad, pues busca sobrevivir al proceso y mantenerse como escuela de negocios. La primera, dejar de admitir nuevos alumnos desde el pasado 29 de junio y abrir la posibilidad a los recién matriculados de anular la matrícula y recuperar su dinero. La segunda, citar a los profesores para septiembre en busca de una alternativa al concurso para poder pagarles las clases en caso de que continúen vinculados a la escuela. Y la tercera, plantear un ERE para el personal y aligerar así la estructura y masa salarial. Todo ello, ahora, queda bajo la supervisión de PKF Attest.
La escuela de negocios, así, busca dibujar un plan de viabilidad en el seno del concurso, al entender que la declaración del proceso, que judicializa todos los pasos que se den a partir de ahora, pone a la cola al Ivace. Es decir, ya no sirve el compromiso alcanzado antes de ir a concurso de acreedores de presentar un plan de viabilidad directamente al Ivace, y pagarle de golpe (o garantizar el pago) 600.000 euros de la deuda acumulada. Si hay finalmente un plan de viabilidad, será con homologación judicial tras el visto bueno de la mayoría de acreedores.
Mientras, el Ayuntamiento de Alicante y la Cámara de Comercio ya han iniciado contactos para valorar la posibilidad de que la institución cameral ocupe el edificio de Fundesem, propiedad del Ivace pero levantado sobre suelo municipal cedido, para impulsar la creación de otra escuela de negocios. De esta forma, la Cámara trasladaría su sede desde el edificio de Ruperto Chapí (alquilado) a la actual Fundesem, y se implicaría en la puesta en marcha de una nueva escuela de directivos con apoyo del Consistorio. Todo ello, si el Ivace desaloja por impago a Fundesem, proceso que puede prolongarse en el tiempo y más en mitad de un concurso de acreedores.
