Proyectan un rascacielos residencial de lujo junto al histórico Hotel Delfín de Benidorm
Proyectan un rascacielos residencial de lujo junto al histórico Hotel Delfín de Benidorm
BENIDORM. La ciudad de Benidorm está a la espera de vivir uno de los momentos históricos de la localidad: el derribo de unos de los primeros hoteles que se construyeron y que impulsaron el turismo en un pequeño municipio que empezaba a despuntar. La promotora Goya Real Estate derribará el Gran Hotel Delfín para levantar un nuevo residencial, más llamativo que el recién inaugurado, Delfin Tower, de los que son también propietarios. Así lo confirmó a Alicante Plaza la propia empresa, que ya ha presentado al Ayuntamiento la solicitud de derribo.
No obstante, el procedimiento ha quedado suspendido de momento: hasta que consigan el visto bueno del Servicio Provincial de Costas, como así ha corroborado a preguntas de este diario la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, y la propia empresa.
Hay que tener en cuenta que es un entorno privilegiado: primera línea frente al mar, en la zona de Poniente, menos masificada y turística que Levante. Precisamente, al estar tan cerca de la playa, será Costas la que tenga que aprobar el derribo debido a que una parte donde está situada la piscina está afectada por el deslinde aprobado en 2005 y que sigue operativo.
Como se decía, Goya no es la primera vez que se fija en la ciudad y sobre todo, en esta zona. En 2017 comenzaba su andadura en Benidorm comprando parte del terreno del propio hotel en cuestión, donde tenía zonas comunes como pista de tenis y de esparcimiento. Nacía sobre ella Delfin Tower, el residencial que conseguía vender el piso más caro, más de dos millones de euros. Ya entonces tuvo los mismos retrasos administrativos por temas de deslinde.
El Delfin Tower se ha convertido en uno de los hitos del skyline de Benidorm. La ciudad evoluciona y el mítico hotel parece que no tendrá cabida. Es conocido como uno de los símbolos de los primeros años del turismo en la localidad. Su construcción se remonta a los años del franquismo, situándose desde el 1963 como uno de los más lujosos del municipio, al que todos los artistas y celebridades querían alojarse en el boom de los 60.
El mural de los delfines en su fachada trasera ha sido un icono de la Cala desde su inauguración. Su estética así como la singularidad que proyectaba al mundo con sus clientes le permitió ser objetivo de las cámaras y de las postales como la que acompañan la noticia.
Tal y como relata el historiador Francisco Amillo en sus publicaciones, el fundador del hotel fue Felipe Pastor González, que también contruyó el hotel Los Dálmatas, que posteriormente pasó por manos de Rumasa y ahora del expresidente de la patronal Hosbec, Toni Mayor. "Estáis pisando oro", dijo a su esposa y acompañantes en el verano de 1957 cuando vio en venta el solar en cuestión. Un visionario. En aquel momento, Benidorm era un pequeño pueblo de 3.000 habitantes y apenas sin desarrollar urbanísticamente. Cuando comenzaron las obras un lustro después, ya contaba con 22 hoteles y el doble de población. Pero la mayoría de ellos en Levante o el centro, lo que le daba un carácter más natural y tranquilo a la ubicación del alojamiento.
La actualidad del municipio hace ahora que pierda camas hoteleras y gane un nuevo edificio de pisos de lujo. El solar sigue siendo un polo de atracción para este segmento casi setenta años después.
El establecimiento sirvió para alojar a los artistas que así lo deseaban, pero también fue escenario de películas importantes de la época. Manolo Escobar fue uno de los primeros en mostrar la falchada y sus pasillos en el 'Beso en un puerto' de 1966. El cantante luego fue un apasionado de Benidorm, en la que permaneció en sus últimos años hasta su fallecimiento.
La estrecha relación del dueño con el alcalde de Benidorm en este momento, Pedro Zaragoza, le permitió ser elegido para muchas de las promociones y celebraciones municipales. Hasta allí recalaron los famosos vecinos de Laponia que el primer edil invitó a pasar sus vacaciones como acción de marketing de la ciudad a los ojos de los europeos. Pero también de forma más discreta alojaron a Severo Ochoa, Pascale Pitt, Julio Iglesias o Espartaco.
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