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durante su cierre parte de las obras itinerarán por la provincia

Pérezgil: "La rehabilitación del Mubag será una infraestructura importante para seguir trayendo obra de calidad"

10/03/2018 - 

ALICANTE. Joserre Pérezgil se siente ilusionada con la rehabilitación que este año se realizará en el Museo de Bellas Artes Gravina, la mayor desde la apertura del centro en 2001. La responsable del Mubag sabe que serán cinco "meses feos de andamios pero va a compensar al público en general con unas instalaciones mejores y más acordes". 

"Más que una reforma, ese dinero irá prácticamente todo a lo que es la climatización", puntualiza. Después de diecisiete años, explica que los técnicos comprobaron que podía llegar a haber problemas. Y "hay que cambiarla porque es la base de un museo", apostilla. De hecho, "es una infraestructura importante para poder seguir trayendo obra de calidad".

Grandes piezas es lo que espera atraer en 2019, cuando se reabra el museo al público. A ello ayudaría sobremanera que salieran adelante las negociaciones con otro gran centro, el Prado. La pinacoteca madrileña ya mantiene un destacado acuerdo con Alicante puesto que le cedió catorce obras de autores de la provincia para su restauración y posterior exhibición.

El próximo año el Prado celebrará a lo grande su bicentenario y en su programa se incluye el proyecto De gira por España. Como se detalla en sus bases, "consiste en el préstamo de obras de especial relevancia, una por comunidad autónoma, durante un mes". Pérezgil, quien presume de que la relación con sus responsables "es muy buena", reconoce que "el ofrecimiento para que cuenten con nosotros para la celebración está ahí encima de la mesa".

La positiva experiencia que han tenido los técnicos de ambos museos gracias al proceso de restauración mencionado es una de las bases para las que Pérezgil, aunque prudente, se sienta optimista sobre las posibilidades de acoger el proyecto. La comunicación con ellos es muy fluida, y por eso fueron de los primeros en recibir el dosier que especificaba las soluciones técnicas que se aplicarían durante la rehabilitación del Mubag.

Las catorce obras cedidas se conservarán en una de las salas del Mubag, avanza la responsable. Esta se protegerá de manera especial, "con unas climatizaciones puntuales para mantenerla en un espacio más acotado" de forma que no haga falta moverlas. Pérezgil subraya que el proceso que se iniciará en julio no ha afectado de manera alguna a ninguna de las obras que se custodian en el centro y que desde los otros centros han aceptado los planes de trabajo y conservación previstos. 

Las máquinas encargadas de la climatización están situadas en el techo, con lo que será allí donde se realizará el grueso de los trabajos. Eso dejaba libres, en principio, las áreas expositivas pero se aprovechará el cierre "para acondicionar esos espacios que se han ido creando con los años" y adaptarlos a las "necesidades que no se habían visto" en su inauguración.

La didáctica tomará mayor peso

Hay un apartado que Pérezgil tiene muy claro que quieren potenciar, la didáctica. "Cuando se inauguró el edificio no teníamos espacio para ella y ahora sí lo tendremos dedicado exclusivamente", señala. De esta manera podrá marcar como aprobada la que consideraba "una asignatura pendiente en el museo".

Lugar para poder desarrollar las actividades educativas con el público tendrá. En la planta baja, la zona a la izquierda de la entrada será una de esos sitios. Actualmente ocupado por vitrinas que exhiben publicaciones, se dejará ese espacio libre. Otras vitrinas que desaparecerán para despejar la circulación serán las de la entreplanta izquierda. 

En ellas actualmente se muestran los paneles del proyecto Reset de relecturas de género y multiculturalidad que impulsa el Consorci de Museus. Su idea es reconvertirlo para que ahora se pueda trabajar de forma multidisciplinar. "Y en la segunda planta, con las exposiciones temporales, se hará un repaso de todo: paredes, suelos, etc", enumera. En el tiempo que lleva abierto el centro, "se ha trabajado puntualmente" por lo que hacía falta una actuación de carácter más integral en el "mantenimiento que necesita el edificio".

El proceso para iniciar esta rehabilitación ha sido muy escalonado. La inauguración de la muestra El laberinto luminoso con obra de Emilio Varela marcó el pasado noviembre el punto de inicio para el público. En esta gran exhibición se ha reubicado la obra que se conservaba en la planta baja a la segunda. Con ello conseguían cerrar esta sala y así no forzar de más las máquinas de climatización. "Sabíamos que había problemas y así no había que forzar la máquina", explica. De haberla mantenido abierta, "el esfuerzo habría sido mayor y lo habría hecho más complicado". 

Gracias a esas medidas, que se han "ido tomando muy paulatinamente y sopesando todo", han conseguido un margen de tiempo de casi un año para iniciar el proceso. Presupuestadas en 857.954 euros, son dieciocho las empresas que se han presentado al concurso público de carácter nacional que han abierto. Pérezgil lo califica como un proceso complejo, "hay que tener en cuenta que es "un edificio BIC y hay una normativa que cumplir".

A diferencia del San Pío V que fue realizando las obras por fases para seguir abierto al público, esta posibilidad "no la podíamos hacer porque era un cambio de climatización total". Por ejemplo, la sala ahora cerrada en planta baja contará con un sistema propio de ventilación. Así, señala, se podrá presentar todos los años obra nueva. Al centro valenciano precisamente le devolverán las cinco obras de Muñoz Degrain con el cierre.

Obras errantes

¿Y el resto de obras que exhibe el Mubag? Aparte de las catorce cedidas por el Prado que, como ha comentado, se mantendrán en el edificio, muchas de las otras se exhibirán en otros centros de la provincia. Este es un plan que se anunciará el próximo martes cuando el presidente del Consorci de Museus detalle los planes previstos para este 2018 en Alicante.

"Perder el verano será duro", concede, "pero al contrario que otros museos, tenemos un público más fiel a partir de septiembre y octubre". Por eso, aunque estos también se pierdan por la extensión del plazo de obra, Pérezgil promete que el público lo agradecerá. "Estamos posicionados como un museo de pintura del XIX serio y al que siempre que se va hay exposiciones importantes", comenta. Su objetivo es "intentar ser diferentes y atraer a un público más amplio, como hechos con Varela, que lo hemos querido actualizar".

Todo ese esfuerzo, "siendo consciente de dónde está cada uno y hasta dónde puede llegar" porque "somos un museo pequeño que no tiene los presupuestos más amplios que tienen otros, como la fundación del Marq". De momento van "encajando las fichas para que nos dé una apertura total también a nivel de presupuestos en 2019", cuando "habrá una inversión para los nuevos espacios".

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