ALICANTE. El instituto tecnológico del Calzado, Inescop, ha advertido este viernes, a través de un comunicado, sobre los riesgos que puede entrañar el uso de ozono para ejecutar tareas de desinfección. "Ante la creencia de que las máquinas de ozono son clave en la desinfección de locales comerciales y productos, diversas empresas de sanidad ambiental han alertado de que el ozono puede poner en riesgo la nueva fase de desescalada contra el coronavirus por una "falsa sensación de seguridad". Asimismo, según Inescop, "el Ministerio de Sanidad también ha publicado una nota en la que ha advertido que su empleo puede provocar lesiones sobre el aparato respiratorio, irritación de la piel y daño ocular".
En esta línea, el comunicado subraya que "tampoco hay evidencias de que el ozono elimine el coronavirus en el calzado". Así lo explica Elena Orgilés, subdirectora de Materiales y Tecnología: "La eficacia del ozono a distintas concentraciones se está investigando y todavía no está demostrado su efecto frente al coronavirus". Además, añade Orgilés, "habría que tener en cuenta otro aspecto fundamental, el de la resistencia de los materiales, pues no todos los materiales responden igual tras una exposición de ozono, por ejemplo, en los materiales de piso y corte que componen el calzado".
En este sentido, en estudios previos llevados a cabo en los laboratorios de Inescop para analizar el efecto de múltiples exposiciones a tratamiento con ozono sobre materiales representativos de calzado (pieles, textiles, piezas metálicas, plantilla, suela, etc.), tras someterlos a repetidos ciclos de exposición de ozono, "evidenciamos que el ozono puede producir cambios de color o brillo en los materiales, incluso microgrietas tras ciclos de higienización repetitivos". "Por tanto, debemos prestar especial atención al uso del ozono como desinfectante contra el coronavirus por el daño que puede producir al calzado", añade Orgilés.
Asimismo, Inescop ensayó la resistencia al ozono de materiales poliméricos (poliuretanos, cauchos, PVC, EVA, etc.), según la norma internacional de resistencia al ozono (UNE-ISO 1431-1:2017). Ya que, según explica Orgilés, "los materiales poliméricos son muy empleados en calzado y por ello era fundamental conocer su comportamiento a los tratamientos de ozono, de hecho, según las condiciones a las que se expongan, pueden tender, con el tiempo, al agrietamiento y a la aparición de eflorescencias".
Además, desde Inescop alertan del riesgo para los clientes y empleados de establecimientos comerciales si el ozono se usa de forma descontrolada. Para ello, explica la subdirectora de Materiales y Tecnología, "es fundamental que se use a concentraciones adecuadas, por personal con equipos de protección individual y que se ponga en funcionamiento sin presencia de personas".
Según el comunicado, desde el inicio de la crisis sanitaria por la covid-19, en Inescop "estamos trabajando para asesorar a las empresas y contribuir a resolver los retos actuales de la sociedad", afirma Elena Orgilés. De hecho, en esta línea, y con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) de la Generalitat Valenciana y los Fondos Feder, Inescop estudia, en el marco del proyecto Covidshoe, cómo las propiedades de los materiales de calzado se pueden ver afectadas tras ser sometidos a diferentes tratamientos, así como el desarrollo de nuevas vías de desinfección y prevención. "En definitiva, lo que queremos, es que la apertura de las tiendas de nuestro sector pueda producirse bajo las mejores condiciones de seguridad, aplicando medidas que garanticen la protección personal al máximo", explica Orgilés.
En general, las condiciones para la reapertura de tiendas están recogidas en las guías editadas tanto por el Ministerio como por la Conselleria de Sanidad, en las que hacen referencia al mantenimiento de la distancia social, los aforos permitidos, el uso de hidrogel, el lavado de manos, el uso de calcetines desechables para probar el calzado, etc.