ALICANTE. El futuro del centro de Alicante será peatonal o no será. El pacto alcanzado por el conjunto de grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Alicante para reformular y ampliar los estudios para la peatonalización del eje Constitución-Bailén parecen no tener marcha atrás. Tanto que ya existe un objetivo compartido entre el equipo de Gobierno (PP y Cs) y la oposición para avanzar en esa reestructuración del tráfico antes de que finalice este mandato (2023) para favorecer los desplazamientos a pie entre el Centro Tradicional y el Casco Antiguo sin interferencia del vehículo privado.
La remodelación que se pretende llevar a cabo, tras el ajuste de los técnicos de las concejalías de Tráfico, Transportes, Urbanismo y Ocupación de Vía Pública, consiste en restringir el paso del vehículo privado en cuatro vías estratégicas: la avenida de la Constitución, su prolongación hasta la Explanada por la calle Bailén, la avenida de la Rambla y la calle Rafael Altamira. Como máximo, en las cuatro solo se permitirá el acceso de residentes a los garajes mediante el registro de matrículas y la entrada a los aparcamientos de hoteles o estacionamientos públicos, así como el paso de taxis y los autobuses de la red de transporte municipal. Eso sí, siempre que no se pueda acordar una hipotética redistribución de líneas para evitar su circulación en puntos especialmente sensibles, como la Plaza del Ayuntamiento, o que al menos se consiga implantar vehículos de menor tamaño, como microbuses.
Con esa remodelación, se permitiría ampliar aceras (sin que ello implique la ampliación del número de veladores de la hostelería) y extender el circuito de carriles bici para fomentar una movilidad sostenible, en la que se potencie el uso del transporte público para llegar al centro. En esta línea, lo cierto es que ya se cuenta con dos líneas de tranvía (L-4 y L-5) y otras dos de autobús (la 21 y la 22) para conectar la Playa de San Juan con el Centro, lo que permitiría ofrecer una alternativa al vehículo privado para cubrir esos desplazamientos. Así lo apuntaron este jueves fuentes del equipo de Gobierno y del grupo municipal de Compromís, tras mantener una reunión informativa sobre la implantación de los recorridos peatonales en la ciudad, más allá del estudio informativo presentado hasta ahora, limitado fundamentalmente al entorno del Centro Tradicional y al eje Constitución-Bailén.
¿Cuándo podría implantarse esa remodelación? En principio, en un plazo de entre uno y dos años como máximo. La propuesta debe quedar refrendada y definida al detalle en la comisión técnica constituida en julio con responsables de todas las concejalías implicadas (en esencia, las cuatro citadas). Ese proceso podría requerir al menos un año. En todo caso, el objetivo es que pueda ejecutarse antes de 2023, según insistió el edil de Tráfico, José Ramón González (PP).
Con todo, se trataría de una primera fase, puesto que la intención es extender esa experiencia de restricción al coche privado en otras zonas del Centro, como el cuadrante de vías que parten de Alfonso el Sabio. Ahí es donde existirían las mayores diferencias entre las apreciaciones del bipartito y de Compromís. Según el portavoz de la coalición valencianista, Natxo Bellido, la propuesta de establecer "supermanzanas" peatonales "no acaba de convencer al equipo de Gobierno, al considerar que se trataría de áreas demasiado amplias aunque sí se han comprometido a estudiar al menos la peatonalización de algunas de esas calles", indicó. ¿En qué consistirían esas supermanzanas? Como público este diario, se trataría de acordar una reordenación del tráfico entre Alfonso el Sabio y la Explanada para formar tres cuadrantes en los que la circulación interior quedase restringida y su uso prioritario fuese peatonal, permitiendo el acceso a residentes, servicios públicos y accesos a vados y carga y descarga en horarios restringidos, con limitaciones a la velocidad de 10 Km/h y con aparcamiento en superficie reservado a los residentes.
A priori, según Bellido, en la resolución de las propuestas formuladas en el proceso de participación pública del estudio de peatonalización de Constitución y Bailén podrían comenzar a despejarse algunas de esas posibilidades respecto a esa última propuesta, de modo que se concretase la peatonalización de nuevas calles al margen de ese eje, de la Rambla y de Rafael Altamira.