Es de pura lógica pensar que ningún alcalde debiera cobrar más que el presidente de la Generalitat Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, que es quien soporta la mayor carga de responsabilidad política de todo el territorio. No hace falta recordar a su antecesor y el asunto de la DANA; pero lo recuerdo. Pérez Llorca cobra 80.173 euros por su cargo, jefe del Consell y diputado. Puede que haya algún complemento más en su condición de diputado autonómico; y podemos añadir un plus entorno a los 11.000 euros para gastos de vivienda (así lo hizo Mazón que compartía piso con su jefe de Gabinete) dado que su pueblo, Finestrat, está a más de 150 kilómetros de València. Entre pitos y flautas nos ponemos en algo más de 90.000 si contamos lo de la vivienda.
Este mismo periódico publicaba el otro día una especie de ranking de alcaldes mejor pagados: lo encabeza el de La Nucía, el popular Bernabé Cano, que cobra 64.800 del Ayuntamiento, en concepto de dietazos supongo, y casi 70.000 de exclusiva en la Diputación de Alicante; 134.000 euros en números redondos. Hay que recordar que no se pueden cobrar dos sueldos públicos a la vez; es del todo ilegal. Las diputaciones son ricos abrevaderos que sirven, entre otras cosas, para que los que mandan en los partidos políticos premien (o castiguen) a quien les venga en gana. No conozco ningún diputado provincial excesivamente estresado, la verdad. Bernabé Cano, médico de profesión, es todo un clásico en este listado.
El alcalde de Paterna, el socialista Juan Antonio Sagredo, esta casi a la par que el de La Nucía ya que se “levanta” casi 93.000 euros como senador y 39.000 del Ayuntamiento en concepto de dietas y otros menesteres. Es muy probable que sus labores municipales le produzcan más quebraderos de cabeza que el Senado, otra bicoca boba que tenemos que pagar a escote todos los españoles (lo mismo que las diputaciones). Paterna tiene 76.000 habitantes con una economía y demografía muy dinámicas. En la Nucía son 25.000 habitantes con una expansión urbanística brutal para residentes extranjeros y nacionales.

- Eduardo Dolón (PP), alcalde electo de Torrevieja, el pasado 26 de mayo. Foto: AP -
El alcalde de Torrevieja, el popular Eduardo Dolón, es otro clásico de la clasificación. Lleva en política media vida. Empezó a los 25 como asesor del PP municipal con Pedro Ángel Hernández Mateo de alcalde (encarcelado luego por corrupción). Además de alcalde es vicepresidente de la Diputación. Lo de media vida es literal ya que tiene 50 años. Cobra 114.000 euros, más que el propio presidente de la Corporación Provincial y alcalde de Benidorm, Toni Pérez (110.000). Un agravio sorpresivo. Todos los datos proporcionados en este artículo son del Ministerio de Hacienda . Benidorm, una de las capitales turísticas más importantes de España y Europa (Torrevieja aspira a lo mismo). Don Toni, dicen, aparece poco por la Diputación. En sus ausencias, dicen, manda Consuelo Maluenda, su jefa de Gabinete.
Todos cobran más que el presidente de la Generalitat, incluida la alcaldesa de Onda, la popular Carmen Ballester Feliu, que, al igual que el alcalde de Paterna, dispone de la bono-loto del Senado. O el socialista Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata y diputado provincial (también secretario general del partido en la provincia de València, por la mínima y en contra de los designios de su jefa orgánica Diana Morant).
No sé por qué no hay una legislación estatal o autonómica que regule con criterios objetivos los emolumentos que perciben nuestros políticos. Esto parece “La Casa de Tócame Roque”. Los políticos deben estar pagados dignamente para que, entre otras cosas, no caigan en malas tentaciones (y aún así caen, a la manera de Ábalos). Lo que no acabo de ver es una hornada de alcaldes y alcaldillos cobrando más que científicos de tronío, investigadores sobre el cáncer u otras enfermedades, astronautas....No lo veo.

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- Foto: María José López / Europa Press
El actor y director Eduardo Casanova, 34 años, acaba de confesar en lo de Évole que padece de VIH, cosa que ha conmocionado a todo el país. Se trata de un gesto de valentía y, desde mi punto de vista, una seria advertencia a los jóvenes, y no tan jóvenes, para que usen protección y evitar las enfermedades de transmisión sexual. Afortunadamente hay medicamentos muy avanzados que reducen casi a cero los índices del virus de inmunodeficiencia que muchos siguen confundiendo con el SIDA. A finales de los 80, principios de los 90, tuve amigos con VIH y ninguno se ha muerto de ello. Ya estaban los retrovirales muy avanzados. Hace veinte años se me murió A.M., que se había contagiado. Pero no falleció del VIH sino de infartazo.
La valentía de Casanova tiene un pero: la de reforzar la estigmatización que recae sobre estas personas en capas amplias de la población, como si el VIH fuera la lepra o algo peor. Todavía queda mucho analfabeto funcional.
CODA: A Vox le salpican presuntos casos de pederastia, como el responsable nacional de redes sociales, Javier Esteban , un menorero de chicos adolescentes (presuntamente). Una putada, más para un partido que va de inmaculado por la vida. Mientras, crecen casi exponencialmente los asuntos de acoso y agresión sexual, no solo en el PSOE, también en el PP (alcalde de Jérica, Jorge Peiró, del PP, otro presunto menorero). Y esto no ha hecho más que comenzar. Beben y beben, y vuelven a beber.