Así lo apunta, cuando menos, un estudio sobre la estimación de la demanda generada como consecuencia de esos dos cambios, elaborado por el Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas de la Universidad de Alicante (UA), en el que se concreta que la estación Alicante-Terminal (todavía pendiente de su cambio de rótulo como Estación Eusebio Sempere), llegará a recibir 500.000 pasajeros procedentes de las provincias del centro y del norte peninsular frente a los 123.500 calculados en los últimos informes disponibles, elaborados por el entonces Ministerio de Fomento en 2017. Es decir, se ganarían unos 380.000 visitantes atraídos por la reducción del precio de los billetes y las nuevas posibilidades de enlace entre líneas.
De igual modo, el estudio -encargado por el Patronato Municipal de Turismo- calcula que cerca de una cuarta parte de ese medio millón de nuevos viajeros (parte de ellos, ganados al vehículo particular), acaben recalando en la ciudad de Alicante, lo que se concreta en unos 115.000 visitantes al año, con la consiguiente repercusión económica que comportará su estancia en forma de gasto en hoteles, restauración o comercio, por ejemplo.
En función de los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que el gasto medio diario de un viaje en un destino interno se sitúa en los 69 euros, por lo que la llegada de ese nuevo paquete de turistas podría generar un impacto mínimo (por un día de estancia) de más de 7,9 millones en la capital, que se elevaría hasta los 34,5 millones en el conjunto de la provincia.
El estudio del Instituto de Estudios Universitarios de la UA, coordinado por el profesor del Departamento de Ingeniería Civil, Armando Ortuño, llega a detallar cuál podrá ser la procedencia concreta de ese nuevo volumen de visitantes. Así, especifica que más de 135.000 viajeros procederán de la línea Zamora-Galicia y 105.000 de la línea León-Asturias. Además, se estiman otros 100.000 pasajeros desplazados desde Valladolid y otros 47.000 desde Segovia.
Más oportunidades con más alta velocidad
Esa "ventana de oportunidades", como se define en el propio estudio, se genera tras el determinación de la estación de Chamartín-Clara Campoamor como terminal de cabecera para los servicios ferroviarios de alta velocidad low cost en el corredor Alicante-Madrid, lo que amplía las posibilidades de trasbordo con las líneas ferroviarias que ya enlazan Galicia, Asturias, Burgos e incluso Extremadura con Madrid. Es más, se añade que las posibilidades de incremento de viajeros podrían aumentar en el futuro, ya que se espera que también puedan ponerse en marcha conexiones de alta velocidad desde esas regiones en los próximos años.
Uno de los trenes de Ouigo, en la estación de Alicante.
El estudio también sopesa el hándicap que supone el desplazamiento de prácticamente todas las circulaciones del corredor de alta velocidad (no solo las de los servicios low-cost) entre Alicante y Madrid hasta Chamartín. Básicamente, las ya conocidas: la ampliación del tiempo de viaje hasta el centro de Madrid en "unos 35-40 minutos", y las dificultades de enlace con los servicios ferroviarios que proceden del corredor sur, que conecta con Andalucía, ya que obliga a los pasajeros a desplazarse entre las estaciones de Atocha y Chamartín para enlazar viaje con Alicante.
No obstante, a la espera de que concluyan las obras de ampliación de Atocha, en un plazo estimado de seis años, el informe considera que Alicante debe aprovechar la liberalización del sector ferroviario y potenciar la generación de más frecuencias para exprimir el rédito económico de ese incremento de visitantes procedentes del norte del país.
Desde el pasado 27 de marzo, se cuenta con cuatro circulaciones diarias (dos por sentido) entre Alicante y Madrid a cargo de Avlo: la marca de Renfe para los trenes de alta velocidad con billetes a precios reducidos. Esa oferta se verá ampliada a partir del próximo 27 de abril con la puesta en servicio de la línea operada por Ouigo, que también funcionará con cuatro desplazamientos diarios (dos por sentido). Por último, Iryo aumentará las posibilidades a partir del 2 de junio, también con cuatro desplazamientos (dos por sentido).
Así, desde este verano, se contará con 12 conexiones (seis por sentido) para cubrir los trayectos entre las dos capitales. Y, en principio, esa será la oferta que se mantendrá hasta que Adif pueda ampliar los surcos (vías y horarios disponibles) en el momento en el que se disponga de la infraestructura necesaria.
A esa oferta, se añade el resto de conexiones ferroviarias disponibles entre las dos ciudades ofertadas por Renfe. La oferta diaria de trenes de alta velocidad en ese corredor se vio incrementada también desde el 27 de marzo hasta sumar 28 circulaciones (14 por sentido), con 10 trenes AVE por sentido, dos Alvia por sentido, junto a los cuatro trenes Avlo (dos por sentido).
Uno de los trenes Avlo de Renfe que ya conecta el corredor Alicante-Madrid desde el pasado 27 de marzo. Foto: EFE
