La nave de los locos

Quim, amor, arría la bandera

Amaga pero no da. El presidente catalán, correveidile del locuelo de Waterloo, nos tiene acostumbrados a sus soflamas diarias contra el Estado. Sigue empecinado en el cuento de una República imaginaria que sirve de nana para los niños catalanes. Es hora de que pase a los hechos y se convierta en el héroe o el mártir que necesitan los independentistas

La nave de los locos

España no tiene quien le escriba

España carece hoy de lo que más necesita para fortalecerse como país: unas élites culturales que construyan un relato que seduzca a la población, especialmente a los jóvenes. Es lo que han hecho los independentistas en Cataluña, y con éxito. Tomemos nota de ellos. Ese nuevo patriotismo debería empezar por la escuela  

x