ELCHE. El Ayuntamiento volvió a impulsar el pasado mes de septiembre una nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por el Mercado Central. En este caso, para actualizar el proyecto de PP y Vox, que consiste en deshacer la reclasificación de suelo que pretendían PSOE y Compromís, para que el vetusto inmueble compatibilice el uso tradicional y el hostelero. Sin embargo, Salvem el Mercat ha presentado alegaciones ya que en el documento no se modifica la protección parcial del edificio que ya estaba en marcha. Piden la protección íntegra del mismo y de los baños árabes, así como indican que hay contradicciones en la modificación planteada.
En primer lugar y antes de las alegaciones, apuntan a que como se ha eliminado esta modificación de suelo, las necesidades son otras, y con la licitación en marcha para adjudicar el proyecto de reforma, advierten que estos cambios urbanísticos pueden acarrear consecuencias "imprevisibles". El motivo es que el proyecto redactado será en base a un Plan de Reforma Interior (PRI) derogado, a una modificación del Plan General con una calificación de suelo, uso y necesidades que no son las que se aprueben en la modificación. Señalan aquí la contradicción de no adaptar el proyecto lo suficiente al giro que han decidido con el mismo.
Como el único cambio que plantea el expediente es el de eliminar la modificación del uso del suelo y alojar el uso tradicional, los colectivos de la plataforma piden "que haga compatible la protección de los restos arqueológicos con una rehabilitación de la totalidad del edificio ya que la ficha de protección que acompaña al documento contempla su amputación mediante la eliminación de una crujía y la eliminación de la primera planta". La eliminación de una crujía de la que precisamente el otro día el alcalde Pablo Ruz decía que no le convencía.
Salvem el Mercat se escuda en que el acuerdo de Junta de Gobierno de septiembre acuerda la protección del edificio, atendiendo a los informes de Icomos o la Fundación Docomomo Ibérico. Pero en la práctica, no hay cambios en al ficha de protección del edificio que estaba en trámite. Esta no ha sido cambiada, y por tanto denuncian que la misma ya optaba por una solución que "amputa" el edificio, lo que a juicio del colectivo supone una "manifiesta contradicción". Según el colectivo, la eliminación de la primera crujía para cambiar la alineación del edificio se justificaba por un PRI que fue derogado al impulsar el anterior equipo de gobierno la modificación de suelo con la que pretendía mantener el mercado provisional y el original.
Por otra parte, Salvem el Mercat incide en que la ficha de protección supone recrear un 'falso histórico', ya que por esa protección parcial, "el mercado de Santiago Pérez Aracil, pasará a engrosar ese conjunto de construcciones ilicitanas desaparecidas a pesar de engrosar el Catálogo de Edificios Protegidos". Aseveran que con la propuesta de demolición del forjado que hace la ficha, el edificio resultante será otro: se eliminan pilares de hormigón y sus cimientos, el forjado del piso, sus escaleras, el ascensor, la cubierta, la fachada del lado oeste y su zona trasera, las fachadas norte y sur sustituyéndolas por otras y mantener sólo la fachada del lado este. Además señalan que esta no se ha elaborado tal y como exige la ley autonómica.
En definitiva, creen que la misma es una lectura parcial y sesgada de los citados informes patrimoniales de Icomos y Docomomo, que destacaba su valor racionalista. Exigen que se atiendan a sus recomendaciones de estudio del inmueble y protección completa, además de aludir a los informes patrimoniales pasados de quien fuera arquitecto inspector de Patrimonio Artístico autonómico, Santiago Varela —si bien otros informes posteriores provinciales restaban importancia al inmueble—. Los colectivos creen que la ficha hace una lectura "restrictiva" del edificio y que cercena su protección.
Por último, se apoyan de nuevo en Icomos, quien recomendaba realizar la excavación arqueológica “que resulta preceptiva antes de tomar decisión alguna sobre cómo restaurar, recuperar o intervenir en el propio inmueble”. Aún queda por excavar la leñera. Los colectivos defienden que la modificación planteada no puede recoger los nuevos valores patrimoniales que puedan derivarse de las catas arqueológicas que quedan "tanto en el interior del edificio como en su exterior". "A pesar de contener vestigios sobre el primer asentamiento islámico anterior a la creación de la Medina, como indica el informe de las excavaciones, se obvia la conservación de los restos que hay en el interior del edificio al contar con el beneplácito de la Conselleria de Cultura", esgrimen.
Salvem el Mercat afirma no entender cómo no se ha excavado antes de impulsar la licitación de la reforma o rehabilitación del inmueble, expresando que con el ánimo de "no incurrir en la repetición de errores pasados que han conducido a la situación actual entorno al Mercado Central.