ELCHE. La basílica de Santa María ya tiene instaladas las redes de diez metros de largo y cuatro de ancho que se han estado colocando en varios contrafuertes a colación del desprendimiento que se produjo en la madrugada del pasado día 4 de octubre. Cayó el remate en uno de los contrafuertes recayentes a la calle La Fira, cerca del acceso al colegio de Abogados. Entonces se cerró el acceso a la zona, y el pasado martes empezaba la instalación de urgencia de redes en todos los contrafuertes, cuya actuación ha finalizado durante la mañana de este pasado jueves.
El mismo día varios técnicos y encargados del mantenimiento de la basílica subieron a las terrazas, donde hay una mayor perspectiva, para apreciar que la imposta de piedra del remate del contrafuerte se había partido y caído a la terraza inferior, con desprendimiento a la calle de restos de ripio. A este respecto, la función que tiene la cornisa sobre los contrafuertes es la de canalizar las aguas pluviales que vierte la terraza y que, formándose una especie de canal, desagua por las gárgolas a la calle. "Es decir que los estribos tienen una doble función, ser contrafuerte de los esfuerzos de los arcos de la nave central, y a la vez ser guías de las aguas pluviales", explica el arquitecto técnico Francisco Rodríguez Trives, quien junto a su compañero de despacho Antonio Serrano Bru (este último ya jubilado, arquitecto protector de la basílica) han atendido todos estos años de forma esporádica los problemas del inmueble.
Rodríguez señala por tanto que ese sistema contrafuerte y evacuación de las aguas que se realiza de forma estructural es "adecuado", pero no la situación de la cornisa, ya que al estar muy en contacto con las acciones climatológicas pueden presentar patologías como es el caso. Durante estos días de instalación de las redes el propio aparejador indica que comprobó in situ la situación, observando la necesidad de proteger de forma adecuada los remates de los contrafuertes "al presentar las cornisas diversas fisuras que hacen posible su colapso".
De la actuación se ha encargado Obras y Servicios P. Selva, a quien se contrató lagrúa articulada con cesta para dos operarios que se ha visto estos días en la plaza del Congreso Eucarístico, y las mencionadas redes. Aunque estas se adquirieron rápidamente, hubo que esperar al uso de la grúa porque estaba siendo utilizada en otra obra. Así pues desde el martes y hasta la mañana de este jueves se han estado colocando redes sobre todos los contrafuertes, los tres de la calle La Fira y los dos a la plaza del Congreso Eucarístico.
En cualquier caso, siguen siendo actuaciones transitorias, como los testigos colocados en último desprendimiento de 2021 en la portada de San Juan, para comprobar el estado de la fachada. La parte positiva a pesar de estos hechos que son cada vez más frecuentes es que la basílica ya cuenta con el Plan Director que redactó el despacho madrileño Lavila Arquitectos. El mismo se presentó el pasado mes de julio en el Servicio Territorial de Cultura y Deporte de Alicante, es decir, a la delegación de la Conselleria de Cultura en la provincia. Aún se está pendiente del informe de los técnicos. Una vez den su visto bueno se podrá aprobar y engrasar la maquinaria para pedir solicitudes al Estado y a la propia comunidad. Con el Plan Director aprobado a priori ya se podría solicitar la figura propia de Bien de Interés Cultural (BIC) para la basílica, ya que actualmente tiene una protección genérica al pertenecer al Conjunto Histórico Artístico (CHA), al que se dio la catalogación de BIC en 1968. Además de las fisuras en las cornisas, los principales problemas en los últimos han venido obviamente por las portadas y por el pararrayos.