ELCHE. Este martes Compromís per Elx ponía el foco en los tres puentes históricos del municipio: el Puente de Santa Teresa (1756), el Pont Nou (1913) y el Acueducto de Riegos de Levante (1924). La formación llevará al pleno su catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), algo que intentó en la pasada legislatura, aunque con el acueducto. Un intento de mayor protección que no es ni la primera vez que se intenta con estas infraestructuras, ni la más reciente para demandar esta figura, en este caso, para el Convento de la Merced.
La formación ya propuso la declaración de BIC del Acueducto de Riegos de Levante en 2018. Se trata, junto a los otros dos puentes, de una reivindicación histórica del Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV). Pidieron esa figura de protección en 2008 al Ejecutivo de Alejandro Soler, en el mandato siguiente al de Mercedes Alonso, y una vez más, en la primera del actual regidor, Carlos González. Sin embargo, en las dos primeras pidieron al Ayuntamiento que solicitara iniciar el expediente ante la Conselleria de Cultura. Ante la falta de respuesta, en la pasada legislatura no se lo pidieron al Consistorio, sino que fue el propio colectivo el que intentó iniciar el expediente ante la administración autonómica. Sin embargo, ni siquiera contestó. Como tampoco lo hicieron los alcaldes, señalan fuentes del IECBV.
Según explicaba la portavoz de Compromís Esther Díez, respecto a por qué se ha planteado ahora, indica que han estado esperando a la Mesa de Patrimonio, finalmente celebrada en diciembre de 2022, para ver si había habido avances en estos inmuebles. Dado que no, aunque por lo que indica, Urbanismo sí plantea declarar estos puentes Bien de Relevancia Local (BRL), una figura equivalente en la protección aunque supone un mayor control por parte del Consell y requeriría además de la elaboración de planes especiales. Actualmente están protegidos en el catálogo de elementos protegidos del municipio. Así pues, esperan que la corporación saque adelante el acuerdo el próximo lunes en pleno. Otra cuestión es si después, como otros tantos acuerdos plenarios, se llevan a cabo, pues las decisiones ejecutivas se toman en la Junta de Gobierno. Sobre todo en el caso del acueducto, se puso el foco en él el año pasado por su deterioro progresivo.
Asimismo, sobre otras declaraciones BIC, como el del Convento de la Merced, la conselleria de Cultura aún no se ha pronunciada, aunque hace meses señalaba que estaba trabajando en el expediente. A día de hoy, de los dos órganos consultivos que debían pronunciarse sobre la idoneidad de declararlo con esa figura de protección, solo lo ha hecho el Consell Valencià de Cultura.
Y sobre la otra cuestión con el convento, la anunciada reforma de 'mínimos' que surgió después de toda la literatura y posiciones que generó el proyecto hotelero, no hay nada. Desde Urbanismo no se ha elaborado ningún pliego para posibles actuaciones, de las que se había hablado de intervenir en cubiertas (cuestión sobre la que ya se ha actuado con anterioridad), claustro o estudiar la iglesia gótica. Cuestiones genéricas que nada indica que hayan avanzado. Fuentes municipales reconocían que es "complicado" el asunto por decidir qué es más urgente, pero a día de hoy tan solo se estaría trabajando en un estudio previo a esa licitación. Por lo que se da por hecho que no habrá ningún movimiento en este sentido antes de los comicios. Se habían apartado, en principio, 300.000 euros de uno de los préstamos para esta intervención.
Por último, y sobre otras declaraciones de Bien de Interés Cultural (BIC), también quedó en el sueño de los justos el anuncio de 2020 de impulsar esta protección para el Gran Teatre en su centenario. A día de hoy tan solo cuenta con la figura de protección mínima en el catálogo local, la ambiental.