María Esclapez: "Hasta hace poco se llevaba la autoayuda vacía; ahora la gente busca entenderse"

ALICANTE. "El libro de autoayuda no sustituye a la terapia; nada sustituye a la terapia". Así lo cree la psicóloga y escritora de libros de autoayuda María Esclapez. Eso sí, con un matiz: "El libro guía, ayuda a entender cómo empezar a dar esos primeros pasos". La ilicitana está especializada en psicología clínica y de la salud, sexología clínica y es terapeuta de parejas y sex coach. Acaba de publicar su cuarto título, 'Tú eres tu lugar seguro', que en menos de una semana desde su lanzamiento ya cuenta con una segunda edición. La profesional de la psicología atesora 345.000 seguidores en Instagram, donde divulga sus conocimientos y saca los colores a las relaciones tóxicas que se viven y se muestran en realities televisivos como 'La isla de las tentaciones'. Tras presentar su nuevo libro en el Espacio Fundación Telefónica (Madrid), el Centro Cultural Las Clarisas (Elche) y la Librería 80 Mundos (Alicante), Alicante Plaza ha mantenido una conversación con la psicóloga para saber qué opina sobre la frase si no te quieres tú, ¿quién te va a querer?, el intrusismo en el sector y el boom del libro de autoayuda.

- 'Tú eres tu lugar seguro' es tu cuarto libro. Los dos primeros estuvieron más centrados en la sexualidad y los dos segundos, ¿se podría decir que en la parte más sentimental del yo?

- Todo es sexoafectividad. Tanto 'Inteligencia sexual' (Editorial Bruguera) como 'Ama tu sexo' (Editorial Bruguera) también tienen cosas relacionadas con la autoestima y con las relaciones de pareja. Al final, forman parte del mismo compendio de aspectos importantes de este ámbito.

- Lo describes como un libro "para comprender tu historia, hacer las paces con el pasado, reconectar contigo y los que te rodean y hacer de ti un lugar seguro". ¿Se superan los traumas del pasado con un libro, sin la intervención directa de un profesional?

- El libro te ayuda, te guía. Soy realista con la situación y, para mí, es importante hacer llegar mi conocimiento a todos los públicos, se puedan permitir un psicólogo o no. Ir al psicólogo es un privilegio, soy consciente, pero no quiero que por ello la gente se quede sin el derecho a un trabajo personal, a saber las cosas que yo sé o que puede saber alguien que va al psicólogo. Es importante acercar estos conocimientos al lector y hacerlo de manera sencilla. Esto no quiere decir que el libro en sí mismo sea una terapia, pero ayuda y es una vía para entender, más o menos, cómo empezar a dar esos primeros pasos. Si luego la persona necesita algo más profundo, directo o individual, puede ir a un psicólogo. De hecho, es altamente recomendable.

En el aspecto de transmitir estos conocimientos de forma sencilla me refiero a que me gusta dar esas pequeñas pautas, pero explicarlas para que las entienda tanto la persona que ha estudiado psicología o neuropsicología como la que no ha cogido un libro en su vida, pero que le interesa trabajar en sí misma. Hacer sencillas las cosas difíciles y técnicas de las que yo me nutro para poder divulgar, para mí es una manera de democratizar ese conocimiento.

- Sobre la democratización que comentabas para que la gente tenga la información, ¿no es como tirar piedras sobre tu propio tejado?

- Hombre, claro. Yo soy psicóloga y tengo una consulta, pero insisto en que la importancia que tiene para mí la parte divulgativa. De hecho, no hace falta publicar un libro para tirar piedras sobre tu tejado, porque yo ya hago divulgación todos los días en mis redes y de manera gratuita. Lo hago por pura vocación, porque sé que con eso ayudo.

- Quizás el libro sea más un complemento que un sustituto de la terapia, ¿no?

- Sí. El libro recopila conocimientos muy valiosos y novedosos sobre el apego, por ejemplo, porque son los que yo uso en terapia. No me los guardo para mí, he decidido compartirlos. Pero hay una pequeña nota en una de las páginas que avisa de que el libro no sustituye a la terapia. Nada sustituye la terapia.

- Entiendo entonces que este libro es como una especie de mayéutica, que con las preguntas que planteas el lector o lectora se irá analizando, reflexionando y encontrando su respuesta…

- Claro. Igual que en 'Me quiero, te quiero'. Yo invito a esa introspección, a que el lector escarbe para ver de dónde viene su forma de actuar, sus pensamientos, cómo ha aprendido esa persona a relacionarse con los demás y consigo misma...

- O sea, que son deberes.

- Hay deberes escritos, pero también hay deberes reflexivos. Para mí, cada capítulo invita siempre a una reflexión para que cuando te vengan esos estímulos en tu día a día te conecten con lo que has leído.

- En 'Tú eres tu lugar seguro' tratas el amor propio. Este discurso de si no te quieres tú, quién te va a querer, ¿crees que es peligroso o que se aleja de lo que es realmente el amor propio?

- A mí me gusta esa frase porque tiene un trasfondo, aunque parezca cliché. Relaciones podemos tener todos, pero cuando tú te conoces, te quieres, te tratas bien, sabes poner límites, etc., las relaciones que establezcas siempre van a ser mucho más sanas que si no te quieres. Esta frase tiene sentido; no es que no te vayan a querer, porque la gente tiene la capacidad de amar, pero las relaciones no van a ser igual de sanas.

- Vi hace unos días que 'Tú eres tu lugar seguro' estaba en el número 2 de lo más vendido en Amazon. El primer puesto era para Javier Castillo, con 'El cuco de cristal'. En el mercado actual, los thriller son superventas y los libros de autoayuda también han tenido un boom. ¿Por qué crees que pasa esto ahora?

- Porque hace falta. Pero no es autoayuda vacía tipo "quiérete", "sé positivo" o "sé tú mismo". Eso es lo que se llevaba hasta hace poco, pero la gente ahora busca entenderse. A mí me flipan divulgadores como Marian Rojas ('Encuentra tu persona vitamina'), Manuel Hernández Pacheco o Marta Segrelles, porque explican por qué el cerebro funciona de la manera en que lo hace. La gente busca saber eso, pero de una forma sencilla de entender.

Son temas por lo que las personas se interesan, y más a raíz de la pandemia. No es que los problemas antes no existieran, pero durante el confinamiento hubo un periodo de soledad para mucha gente, donde algunas personas se dieron cuenta de que había cosas dentro de ellas que no le gustaban, que no generaban una buena sintonía con su propio ser. A partir de ahí, creo que la gente busca más esa autoayuda.

- O sea que la gente busca la autoayuda, pero integrando la parte científica. ¿Es eso?

- Claro, porque el mensaje de "quiérete" está muy bien, ¿pero cómo me quiero?

- Ligado a esto, han aflorado en el sector 'gurús' de la autoayuda que no son psicólogos o profesionales de esta rama. ¿Es peligroso el intrusismo aquí?

- Yo intento ser responsable; no haría nada que a mí, como público, no me gustara consumir. También llevo mucho cuidado a la hora de elegir libros y no leo los que no tienen bibliografía, porque quiero saber de dónde ha sacado la información el autor o autora. Obviamente, la experiencia profesional es una fuente importante, pero no lo es todo. Hay de todo: intrusismo de gente profesional y no tan profesional. Si abres Tik Tok y encuentras vídeos de cómo manipular a la gente... Eso no es autoayuda, es dañar a otra persona. ¿Para qué quieres que tu pareja esté contigo a costa del control que estás ejerciendo conscientemente? No lo veo ni honesto ni viable como sociedad.