ALICANTE. La provincia de Alicante siguió la tendencia del resto del país en el tercer trimestre de 2020, cuando comenzó a recuperarse la movilidad tras el confinamiento, y el PIB provincial 'rebotó' un 30% y acortó en 9 puntos la distancia con el mismo periodo de 2019, aunque se quedó aún muy lejos de recuperar la 'normalidad'. Según el Indicador Sintético de la provincia de Alicante (ISpA) elaborado por la Cámara de Comercio, del que este viernes se publicó la actualización del tercer trimestre, el PIB de la provincia perdió un 19,4% respecto al mismo periodo del año anterior.
Pese a recuperar parte del terreno perdido entre julio y septiembre, el PIB de la provincia de Alicante (según las estimaciones de la Cámara, dado que contabilidad nacional publica el dato con dos años de desfase) sale mucho peor parado que la media en esta crisis. Si con datos del INE, el PIB español cede un 7,8% en el tercer trimestre respecto a 2019, el de la provincia se sitúa en el citado -19,4%, según el ISpA. La caída acumulada en los nueve primeros meses del año, así, es de casi el doble: un 10,5% en España y un 18,9% en la provincia.
Con todo, la tasa del tercer trimestre es 9,2 puntos superior a la estimada para el segundo trimestre por el propio ISpA, lo que es un indicador positivo. "El repunte gradual de la actividad, iniciado a lo largo del período de desescalada, se ha traducido en un crecimiento del PIB en el tercer trimestre que ha sido insuficiente para recuperar los niveles previos al inicio de la pandemia", indican los autores del indicador. "Esta recuperación ha sido desigual por sectores y ha ido perdiendo fuerza en los meses de verano como consecuencia del empeoramiento de la crisis sanitaria".
A ello hay que sumar que el comportamiento fue muy desigual en los distintos sectores, con una caída muy acusada en el sector servicios (y específicamente en turismo, hostelería y comercio por razones obvias), una casi vuelta a valores normales en industria y construcción, y un crecimiento en el sector agrario.
Así, la actividad en el sector servicios se contrajo un 23%, 10 puntos menos que en el segundo trimestre. "A partir de julio, el aumento del número de nuevos contagios llevó a un reforzamiento de las medidas de distanciamiento social, que junto a las recomendaciones desaconsejando viajar a nuestro país y la obligación de guardar cuarentena ha tenido una incidencia muy negativa en el sector turístico durante la temporada estival, la más importante para el sector en términos de afluencia y gasto".
Las ramas del comercio, transporte, restauración, hostelería y, en general, todas las actividades relacionadas con el ocio siguen siguiendo las más afectadas. La reapertura parcial de la actividad tras la finalización del estado de alarma, eso sí, permitió suavizar el retroceso interanual de estas actividades hasta el 49% (frente a un descenso del 67,7% en el segundo trimestre), según el ISpA. Las otras ramas de servicios (inmobiliarios, comunicación, financieros, profesionales, administración, educación o sanidad entre otras) moderan su ritmo de caída hasta el 8,3%, 2,8 puntos menos que en el segundo trimestre.
En cambio, la industria y la construcción muestran un comportamiento menos negativo y aunque siguen cayendo, lo hacen menos que en el segundo trimestre. El valor añadido bruto de los sectores industriales cae solo un 4,9% respecto al tercer trimestre de 2019, lo que supone un recorte de 7,7 puntos respecto a la caída registrada en el trimestre anterior. En cuanto a la construcción, el VAB se sitúa en -3,6%, muy cerca ya del valor de 2019, tras recortar en 9,1 puntos la caída del segundo trimestre. Por su parte, el sector agrario (el mejor parado en el confinamiento) muestra un crecimiento interanual positivo del 2,2%, continuando la tendencia de recuperación de la actividad observada en los trimestres anteriores.