ALICANTE. Una nueva encuesta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) vuelve a reflejar la insatisfacción de los ciudadanos respecto a la gestión de los residuos urbanos en Alicante. De hecho, ese estudio realizado entre 6.863 residentes de 69 ciudades españolas concluye que los alicantinos conceden un suspenso a la prestación de ese servicio, aunque en esa evaluación se aprecia una evolución positiva con una mejoría de 9 puntos respecto a las valoraciones obtenidas hace cuatro años: la última ocasión precedente en la que se dio a conocer esa encuesta, coincidiendo también con la campaña de las elecciones municipales de ese año.
En esta ocasión, el estudio señala que Alicante dejaría de ocupar la posición de ciudad con el servicio de gestión de residuos peor valorado para situarse por encima de otras cuatro poblaciones que habrían sido cualificadas con una puntuación inferior: Jerez, Sevilla, Palma y Las Palmas de Gran Canaria. De acuerdo con ese estudio, Alicante habría alcanzado 44 puntos de valoración frente a los 35 recabados hace cuatro años. Eso sí, todavía quedaría lejos de la baremación asignada a la ciudad mejor valorada: Oviedo, con 78 puntos.
En concreto, el estudio detalla que los vecinos de Oviedo, Vigo, Bilbao, Getxo, Pamplona y Albacete están especialmente satisfechos con la gestión municipal de sus residuos urbanos. En general, según fuentes de OCU, la satisfacción mejora ligeramente en la mayoría de las grandes localidades respecto a la misma encuesta realizada en 2019, pero los resultados siguen siendo mediocres en tres de cada cinco ciudades, incluidas las poblaciones valencianas seleccionadas, como es el caso de Castellón, con 58 puntos; València, con 55, y Alicante, con los ya citados 44. Elche, por su parte, habría recabado 61 puntos.
La encuesta, publicada en la revista Compra Maestra de junio, recoge la satisfacción de los vecinos con la información recibida por sus ayuntamientos, así como con la gestión de la basura diaria y de la recogida de envases ligeros, papel y cartón, vidrio, residuos orgánicos (allí donde la hay) y aceites vegetales, según detallan fuentes de OCU, a través de un comunicado.
Las peores valoraciones a nivel nacional se concentran en la gestión del aceite doméstico, especialmente en Palma, Sevilla, Cartagena, Córdoba, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, muchos de los vecinos de esta última ciudad ni siquiera sabían que hubiera puntos de recogida en su ciudad. Con todo, según las mismas fuentes, si hay un hecho que lastra las valoraciones es la distancia al contenedor de envases, de papel o de vidrio: en la mitad de las ciudades se encuentra, de media, a más de un minuto de paseo desde el portal, como sucede, de hecho, en Alicante, Castellón y Elche.
A pesar de ese parámetro, Elche es la ciudad de la Comunitat con mejor valoración, "probablemente por las mejoras en los contenedores (más cómodos y accesibles ahora). Y aunque el resto no alcanzan una buena valoración, al menos todas ellas han mejorado en los últimos cuatro años, cuando se realizó la anterior encuesta", según reseña la nota pública.
Así, el comunicado incide en que las cuatro ciudades de la Comunitat analizadas contemplan además la recogida separada de basura orgánica (obligatoria en poblaciones de más de 5.000 habitantes desde junio del año pasado según la Ley de Residuos, como apunta la OCU), al contrario de lo que sucede en una de cada tres poblaciones del estudio. De hecho, esa recogida selectiva sobre los restos de comida es uno de los elementos que se prevé incorporar con la entrada en servicio de la nueva adjudicataria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos, UTE Netial, a partir del próximo mes de julio.
Por lo pronto, el Ayuntamiento ya dispondría incluso del primer lote de contenedores específicos adquiridos con ese fin, aunque todavía no se ha precisado en qué fecha concreta podrían comenzar a desplegarse entre los barrios de la ciudad. Hasta ahora, el actual equipo de gobierno (PP y Cs) ha venido avanzando que se distribuirían de manera progresiva en algunos barrios puntuales para poner en marcha una primera experiencia piloto, en cuanto se disponga de los mecanismos electrónicos que deben controlar el sistema de apertura y cierre en los horarios concretos que se delimiten para el depósito de los desechos.
Sea como fuere, la OCU señala que "es cierto que la geografía es un factor que condiciona la recogida, como cuando hay un casco antiguo con estrechos callejones que la dificultan. Y que hay ciudadanos más implicados y concienciados. Pero también hay sistemas especialmente exitosos, como el de Oviedo, donde los contenedores se acercan durante un determinado horario de rotación a las puertas de las viviendas para su recogida".
En este sentido, "OCU aboga por un nuevo modelo que valore la cercanía de los contenedores y la recogida conjunta de todos los plásticos, sean o no envases (como un juguete, por ejemplo), de modo que se facilite la organización de los residuos en el hogar. Del mismo modo, considera necesario evolucionar hacia un modelo que incentive la reutilización de envases y la economía circular, como el sistema de reembolso por la devolución de latas y botellas de plástico, ya implantado en muchos países europeos".