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por jurisprudencia y no haber exaltación

Un informe jurídico y otro patrimonial de técnicos de Elche avalan mantener la cruz de Germanías

11/01/2024 - 

ELCHE. Mientras siguen las obras de reforma del proyecto de Germanías y la puesta en valor del refugio de la Guerra Civil, la Junta de Gobierno ya ha aprobado los informes encargados a departamentos técnicos sobre la cruz del paseo. El equipo de gobierno los encargó para justificar el mantenimiento del monumento, de origen franquista, al tiempo que ha solicitado a la Generalitat que retire el mismo del catálogo autonómico de vestigios de la dictadura a eliminar. Una polémica que se acrecentaba en los últimos días debido al informe del Defensor del Pueblo, instando a su retirada, posición rechazada por el Ejecutivo, que la tacha de "sesgada".

Entre tanto, la Junta de Gobierno de este jueves ha aprobado sendos informes, de los que ha dado cuenta el concejal José Navarro, portavoz ocasional del órgano esta semana. Asegura que "la Cruz va a permanecer, y hay jurisprudencia al respecto", sobre casos idénticos en Galicia y la Comunitat Valenciana. El informe jurídico, firmado por un TAG de Cultura, señala que hay reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo, que destaca que "no se dan los elementos suficientes para considerar el crucero sito en el Passeig de Germanies como vestigio de la Dictadura, dado que no existen elementos de exaltación en el
mismo crucero, más allá de las connotaciones históricas del mismo". Y se propone a la Junta de Gobierno Local que incluya una mención orientada a la reinterpretación de dicho elemento conforme a la Memoria Democrática y su legislación. 

El informe jurídico

El informe indica que si bien es cierto que la cruz tuvo en un primer momento una significación política, "no es menos cierto que, transcurridos cuarenta y cinco años desde que el Ayuntamiento Pleno, en 1979 y con mayoría socialista retirase la denominación de Paseo de los Caídos a la vía en dónde se encuentra la cruz situada, recuperando su denominación anterior de Passeig de Germanies, no se puede obviar la integración de la cruz en lo que resulta una sociedad democrática". Relata que según la ley autonómica de Memoria Democrática tampoco puede ser considerado monumento de exaltación franquista porque se eliminó del crucero todo lo relativo a la dictadura, así como el altar, y no se utiliza como exaltación del falangismo o la dictadura. Y que habría que recurrir a la historia para asociarlo a estos últimos.

Aludiendo a sentencias recientes, indica que en los casos en los que el TS sí ha ordenado la retirada es porque sí había exaltación de un bando. Y aporta varios extractos del argumentario de las sentencias:

Aun admitiendo que originariamente tuviera un significado de exaltación de la guerra civil y de la dictadura, no puede compartirse que hoy, una vez desaparecida toda la simbología fascista a que más arriba se hizo referencia -puesto que no se puede considerar que la tengan las figuras y símbolos representativas de los ejércitos-, siga teniendo ese componente de exaltación inicial, habiendo desaparecido su carga política, y puede ser contemplada como un elemento religioso, aunque no fuera su significado originario, puesto que es evidente que se trata de una cruz latina . 

Al margen de las manifestaciones del perito de la parte demandante, no se puede obviar que la cruz también refleja la persecución por razones políticas en un contexto histórico que no ha de ser olvidado para que no se repita, de forma que ha de conservarse esa memoria, pero no en el sentido de exaltación de los valores franquistas sino en el de que permita reflexionar sobre el pasado, una vez desaparecido el componente político inicial y dado el contexto político actual.

El informe patrimonial

Sobre la parte patrimonial, elaborada por el Jefe de Sección de Patrimonio Cultural, hace un recorrido histórico de la plaza, configurada como tal desde al menos el siglo XVII, con las costumbres de paseo del pueblo ilicitano. Y ya en siglo XX, conextualiza con la construcción de las Escuelas Graduadas (hoy Miguel de Unamuno), el obelisco republicano de 1932 (dedicado a los 'mártires de Jáca') y su demolición en 1939 por el Ayuntamiento, ya franquista, para construir allí una cruz de madera y posteriormente la actual cruz, "atribuida su autoría al arquitecto Santiago Pérez Aracil, aunque no se tiene constancia documental de la misma". Inaugurada en 1944 por cargos de Gobernación Civil y del Movimiento, con símbolos del falangismo, la placa de "caídos por Dios y por España" y el mencionado altar para exaltación franquista. 

Asimismo, el documento relata que en 1979 el alcalde Ramón Pastor negocia con el Obispado la eliminación de los símbolos de Falange y de la dictadura, así como la placa, pero manteniendo la cruz. Además de recuperar el nombre de Passeig de Germanies de la plaza. En sus conclusiones, haciendo mención a la posición del arquitecto Gaspar Jaén de mantenerla, o que en uno de sus libros el historiador Miguel Ors destacara que era uno de los elementos centrales de la plaza —aunque manifestó en un escrito junto a otros homólogos o profesores su posición contraria a mantenerla—, el Jefe de Sección apunta a que "cabría entender el espacio urbano de la plaza, tanto en su conjunto como en los elementos destacados que la constituyen desde hace más de ochenta años, como un espacio de carácter histórico y valor patrimonial, a conservar como 'lugar de memoria' como espacio de convivencia y, a la vez expositivo y didáctico, abierto al público y referente de la memoria histórica de la Guerra Civil en nuestra ciudad y también de la propia historia del desarrollo de la misma, y en este sentido, dotar de la protección patrimonial necesaria si así se estima, tanto al conjunto de la plaza como a los elementos destacados referidos".

Un tema, en cualquier caso, que seguirá dando que hablar, ya que el informe del Defensor del Pueblo contempla que el hecho de no tener inscripciones de exaltación "no excluye de forma automática que tenga un significado contrario a la memoria democrática, pues, como es obvio, los propios elementos arquitectónicos pueden tenerlo por sí mismos sin necesidad de evidenciarlo con una placa o una inscripción".

En 2021 se propuso crear una comisión específica

El documento también habla del recordatorio autonómico pasado de retirar la cruz, que por otros informes municipales anteriores figura como uno de los vestigios franquistas locales, así como de la nomenclatura de más de un centenar de calles de Carrús, a lo que el Ejecutivo anterior se negó (por el PSOE). Y se recuerda que en 2021 desde los técnicos se planteó la constitución de una Comisión de Expertos para el estudio y valoración histórica, propuesta que no se recogió por el anterior bipartito.

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