ELCHE. Desde el área de Parques y Jardines se da prácticamente por descartada la posible rescisión con Gaia Lab, la empresa concesionaria del Instituto de la Palmera, ya que lo ven difícil con la inversión que ha hecho hasta ahora. Una opción que estaba revoloteando en el ambiente tras el fiasco del contrato, que apenas había tenido seguimiento, lo que supuso que el pliego se incumpliera y que hubiera estado dos años sin control y sin pagar el canon al Ayuntamiento. Una cifra de 24.000 euros que se adeudaba y que ya ha sido resarcida, por lo que por el momento el equipo de gobierno le va a dar más oxígeno ahora a la firma para que reflote el proyecto. La misma ya ha presentado un plan de empresa y desde la concejalía se le pide que acelere la producción de palmeras in vitro, una de las cláusulas incumplidas hasta ahora.
En la reunión que han mantenido con la firma, esta ha dado cuenta de lo realizado desde 2017 y por lo pronto, en el Plan de Empresa exigido por el Ayuntamiento, Gaia Lab asevera que ha invertido casi 400.000 euros en el edificio. También que su previsión era la de hacer palmeras in vitro este año, aunque ahora lo han pospuesto hasta 2021, y por eso desde la concejalía se les ha pedido adelantar esa producción. En cualquier caso, desde el área que dirige el edil Héctor Díez se mantendrá una reunión con el inversor en septiembre para ver en qué medida se puede adelantar esta producción, porque desde que esta arranca y hasta la comercialización, el proceso es bastante lento.
A este respecto, en el contexto hay otros asuntos que explican en parte al menos los escasos avances hasta ahora. Gaia Lab pertenece a un grupo de inversores —entre Inglaterra y Marruecos—, y este proyecto no es una de sus prioridades, las inyecciones de dinero van llegando esporádicamente, y lo que necesita, o necesitaría para estar al día del pliego es una ampliación de capital importante. En cualquier caso, a partir de ahora la comisión de seguimiento con la empresa será cada tres meses. En el caso de 2021 no se produjeran palmeras in vitro se rescindiría, pero no es algo que se vea ahora mismo dado que en 2018 y 2019 han invertido para la adecuación de los laboratorios "y se ve intención de seguir adelante, además de que se han puesto al día con los 24.000 euros que debían al Ayuntamiento", apunta Díez.
Así que desde la concejalía dejan entrever que la rescisión no parece algo viable ahora. Después de las inversiones que han realizado podrían alegar ya que algunas han sido en materiales que no son móviles y que se pueden trasladar como las cámaras frigoríficas, han dotado de maquinaria el instituto… Rescindir sería otro quebradero de cabeza para el bipartito y podría suponer una vía judicial.
Además de la producción cuanto antes, desde el Consistorio también se les han pedido otras inversiones para 2020 para que se vea su voluntad de ir en serio, dado que han pasado casi cuatro años desde la concesión. Habría por ejemplo que contratar personal y que el laboratorio esté a pleno rendimiento. Eso sí, el concejal apunta que desde 2017 han invertido una media de 80.000 euros cada año y dicen tener intención de cumplir con la concesión. "Corresponde darles margen de un año más para que se pongan a producir", zanja el edil.