El antiguo edificio de Sanidad Marítima del Puerto de Alicante, situado en el acceso de la avenida Perfecto Palacio de la Fuente. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática activa el proceso para instalar en Alicante la sede del Instituto de la Memoria: el ente de carácter autonómico previsto en la Ley 14/2017 de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat, encargado de promover el cumplimiento de esa normativa, que tendrá base en la ciudad como la Sindicatura de Greuges o la Conselleria de Universidades e Innovación, en lo que constituye otro paso hacia la descentralización de la Generalitat.
La ubicación escogida para posicionar sus dependencias ya es conocida. El Instituto tendrá sede estable en el antiguo edificio de Sanidad Marítima, en la rotonda de acceso a la avenida Perfecto Palacio de la Fluente, en el sector de Poniente del Puerto de Alicante. Con ello, se conseguiría el objetivo pretendido de que su base guardase algún tipo carga simbólica relacionada con la recuperación de la memoria, ya que el Puerto de Alicante fue el lugar de finalización de la contienda de la Guerra Civil y punto de partida de los exiliados republicanos a bordo del Stanbrook con destino a Orán.
Ahora, el departamento que coordina la consellera Rosa Pérez última los trámites para que pueda producirse la firma del convenio de cesión de ese inmueble en las próximas semanas, después de que el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, Julián López, haya tomado posesión efectiva del cargo, tras el fallecimiento de su predecesor, Juan Antonio Gisbert.
La Conselleria de Participación ultima la firma del convenio de cesión del inmueble con la Autoridad Portuaria para poder licitar las obras de reforma y adaptación
Solo una vez que se disponga de la firma de ese acuerdo se podrá poner en marcha el proceso para reformar el edificio y adecuar sus instalaciones. De hecho, se dispone ya de una partida de 600.000 euros consignada en los presupuestos autonómicos de este año para licitar los trabajos que resulten necesarios, según precisaron fuentes consultadas. Con todo, no existe aún un calendario oficial sobre el momento en el que el Instituto podría quedar en funcionamiento. Ni tampoco se ha cerrado cuál puede ser su dotación de personal.
En el momento de su creación, entonces bajo el paraguas de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, se barajó la posibilidad de que contase con una plantilla mínima de 20 funcionarios para que pudiese ejercer el segundo de los papeles que le reserva la Ley: convertirse en un centro de estudio e investigación sobre la Memoria. Entre otras iniciativas, con el impulso de campañas de búsqueda de los restos de represaliados durante la Guerra Civil y la Dictadura en los cementerios de Alicante o de Paterna (Valencia), por ejemplo.
