Álex Peña junto a la pieza 'Bolas de sangre'.ALICANTE. Un viaje a Granada del artista alicantino Álex Peña, afincado en Sevilla, sirvió para que viese que, si alguien podía comprarse un llavero de Federico García Lorca sin haber visto o leído un solo texto suyo, no solo era porque pudiesen percibir que no les satisfaría o que sería aburrido, sino porque, además, el mundo estaba inmerso en una espiral consumista. Desde ese punto de vista crítico nace el proyecto Recreativos Federico, que ha llevado ahora al Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) en el marco de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos Guillermo Heras, que se celebra en distintos espacios de la ciudad del 3 al 11 de noviembre.
"Su legado se ha convertido en un souvenir y a mí me molesta que no se lea o se disfruten sus obras, que incluso a mí me han podido resultar aburridas, por lo que decidí hacer una reinterpretación y, al mismo tiempo, una crítica", explica el autor. Álex Peña se imaginó sus obras como si fueran juegos de recreativos y ha creado siete máquinas que ocupan ahora la sala de la planta baja del MACA durante el tiempo en el que se celebre la muestra de teatro. Unas piezas con las que el público puede interactuar activamente. Proyecto con el que pretendía ofrecer un punto de vista punky que, sin embargo, ha llamado la atención de todo tipo de públicos. "Hay profesores que quieren enseñarle a sus alumnos que Lorca no es aburrido", comenta.
La grúa de Bernarda Alba.La muestra comienza con la máquina de cambio con el nombre Así que pasen cinco euros, aludiendo a la obra de Lorca Así que pasen cinco años, escrita justo cinco años antes de que fuese fusilado. La pieza entraña el "corazón económico" de la exposición, ofreciendo cambio para usar monedas en el resto de la muestra. En la máquina se puede ver al escritor en una imagen de 1930 ataviado con una bata. "Bien podría ser el dueño de los recreativos, ese señor con riñonera que estaba en la entrada para recibirnos y darnos cambio", explica el artista que, dinero en mano, continúa hacia la siguiente pieza: Yerma La Nuit, una gran Torre Eiffel de aspecto fálico, con un preservativo en la punta. "En su obra Yerma, Lorca habla de la falta de concepción como el causante del gran drama de la historia", explica Peña, que lleva esa falta de concepción hacia el mayor anticonceptivo que existe, que es el preservativo, utilizando un símbolo de la ciudad del amor, París, como es su icónica torre.
Bolas de sangre es la pieza que alude a su célebre Bodas de sangre, en la que el único personaje con nombre propio es el amante, Leonardo. En esta máquina es posible comprar una bola que contiene la sangre del marido o la del amante. "Puede tocarte la sangre de uno o la de otro", comenta. Una máquina que cuenta, además, con la voz original de una de las descendientes del poeta, Laura García-Lorca, quien lleva su sangre. Participación que se suma a la de otros colaboradores y músicos con los que se ha compuesto una banda sonora que da sonido a la exposición, llevando al público directamente a una de estas antiguas sala de juegos. Banda sonora a la que están artistas y grupos independientes contemporáneos como Rocío Márquez, Pablo Peña y Darío del Moral (Pony Bravo, Fiera), Daniel Alonso (Pony Bravo), Alicia Acuña, The Gardener/Stay P MSRT (Califato ¾), Los voluble y Yunke Junk Preachers.
'Amor de Don Perlimplín con Belisa en su futbolín'.La instalación está integrada por hasta siete máquinas recreativas interactivas y dotadas con sensores que perciben la presencia humana. Reaccionan con sonidos y luces, proponiendo juegos o venta de algún producto, siempre inspirados en el universo lorquiano. La grúa de Bernarda Alba es un juego mecánico de habilidad en el que el jugador puede conseguir la peineta de Adela, el perfume original de Pepe el Romano o el Abanico de Bernarda, personajes de la obra La casa de Bernarda Alba. Además, en Amor de Don Perlimplín con Belisa en su futbolín, inspirado en Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín se puede enfrentar a los personajes de la obra publicada en 1929, pero también hay dos piezas que no se inspiran en sus obras, haciendo juegos de palabras, sino que se basan en el contexto lorquiano.
La máquina bautizada como Las sin sombrero está inspirada en las mujeres artistas de la Generación del 27 que se despojaron de este complemento de moda como signo de protesta y fueron apedreadas por ello junto a Dalí y Federico en la Puerta del Sol. Cadaqués invaders es una máquina arcade con un juego original de disparo basado en el famoso Space Invaders en el que el jugador, Lorca, dispara las castañuelas de La argentinita contra un Dalí que responde lanzando sus bigotes contra el poeta granadino. Una instalación expo-dramática con la que el autor no solo critica el capitalismo, sino que lo asume. "Yo también he capitalizado esta crítica con mi caché, porque soy artista y vivo de ello; yo pertenezco al capital, como también pertenecía Lorca", sentencia.
