ELCHE. Este jueves el Partido Popular comparecía para cuestionar el proyecto de reforma del Museo de Arqueología e Historia de Elche (MAHE), que aunque se había venido anunciando como una reforma de las salas X, XI y XII, para que estas sean las futuras temporales, va mucho más allá, porque plantea un cambio en la mayoría de la parte del Palacio de Altamira, así como un discurso replanteado. También propone aspectos como rescatar la entrada histórica por la Casa del Gobernador, el 'paseo de ronda' para su visita o permitir la entrada de grupos a la Torre del Homenaje, que por sus condiciones no se puede hacer accesible. Sin embargo, el PP habla de "desmontaje" del museo, así como de objetivos sin definir (más allá de que el informe habla de la necesidad de mejorar espacios y la coherencia del discurso). ¿Por qué?
En primer lugar porque las salas X ('De la coexistencia con el Islam al uniformismo de la Monarquía Hispánica'), XI ('Entre el Antiguo Régimen y el mundo contemporáneo') y XII ('Construyendo el presente') se quieren destinar a acoger grandes colecciones. En un primer momento se planteó para acoger la Dama de Elche, pero ante los cambios en el ministerio de Cultura y la por ahora puerta cerrada —sin noticias del nuevo informe del Museo Arqueológico Nacional—, se habla de colecciones temporales en genérico. La retirada de sus elementos, cambios en iluminación y climatización y la instalación de un montacargas más potente para piezas de mayor envergadura serán parte de la primera de cinco fases, con un monto total de 2,4 millones. Eso sí, la actual, esta Fase 1, tiene un presupuesto algo inferior a un millón de euros.
Dentro de ese plan, la idea es retirar y almacenar el contenido de esas salas, y disponerlas de nuevo en la Fase 5, la última, en la actual sala de exposiciones temporales, ubicada en uno de los laterales de la entrada al Mahe. Con un presupuesto de 356.000 euros. Sin embargo, el propio informe elaborado por el director de museos explica que cada una de las fases está sujeta a consignación presupuestaria y elaboración del proyecto. A priori, las Fases 2, 3 y 4 se ejecutarían en 2023, y la 5 en 2024. En ese sentido, a día de hoy tan solo ha trascendido que se haya elaborado el plan de la Fase 1, actualmente en licitación. En el reciente presupuesto presentado para 2023 no figura, que se sepa, ningún presupuesto en el Mahe más allá de este primer hito, con un presupuesto un millón. Y estas primeras obras tienen un tope presupuestario de 945.000 euros, aunque se presume que será menor por la concurrencia pública.
Por tanto, no hay un atisbo temporal de cuándo podrían volver a lucir los elementos retirados de las salas X, XI y XII. En total, unos 120 elementos, desde dirhams hasta cerámica, lienzos o esculturas como las de Nicolas de Bussy (autor de la portada barroca de Santa María). Piezas como esta última, junto a las más grandes, se tendrán que movilizar contratando a una empresa externa. Asimismo, y también en la parte del castillo, se indica en la Fase 3 que las salas VIII y IX se destinarán a actividades didácticas, pero no qué ocurrirá con el contenido de las mismas. La primera es 'Los espacios de la ciudad', donde hay varios paneles de sitios históricos (y de la que una reducida parte, según los planos, quedaría como exposición permanente), y la segunda es sala islámica, 'Ils: la medina islámica'. Asimismo, se indica que sobre la sala VII, 'De Ilici a Elx', donde se encuentra la maqueta de considerables dimensiones de la ciudad, es donde se acondicionarán los nuevos aseos del Palacio y donde se habilitaría un oficio de limpieza.
Por último, también se plantea que la sala polivalente presenta problemas de funcionalidad, por lo que se podría replantear, y sobre el almacenaje, se apunta a que los fondos están dispersos por distintas dependencias municipales que no cumplen con las condiciones requeridas. Por ello se incide en la ampliación de la capacidad, y que el uso administrativo actual en las instalaciones debería trasladarse a otros espacios, e incluso se pone de relieve que "si fuese necesario por los requerimientos de espacio, se podría impulsar la adecuación de un nuevo Museo arqueológico. En este último caso, el Palacio de Altamira podría seguir funcionando como centro de exposiciones temporales", según rubrica una de las arquitectas municipales en el estudio de impacto patrimonial.
Ante todo, se incide en que habría que definir el programa concreto de necesidades y documentarlo ante la Conselleria de Cultura, con el objetivo de que se realice un estudio que permita redimensionar los mediosmateriales y personales que se requieren; así como las instalaciones necesarias para ello. Una vez analizado y definido todo correctamente, "podrá analizarse la viabilidadde mantener las instalaciones existentes, así como su posibilidad de ampliación o necesidad de traslado a otro emplazamiento".
Un cúmulo de actuaciones valorado inicialmente en 2,4 millones de euros por el que los de Pablo Ruz plantean que hay otras prioridades de patrimonio para rehabilitar por esa carestía, siendo un museo de 2006, cuestión que coincide con la de otros agentes del ámbito cultural, que entienden que debería abrirse el debate porque es un museo aún joven que no está amortizado.