ELCHE. La ejecución de las inversiones siempre es una de las cuestiones polémicas entre Ejecutivo local y oposición, unos defendiendo que es una gestión aceptable, otros insuficiente. De ahí también el juego de palabras del equipo de gobierno para hablar de inversiones "ejecutadas" (acabadas) o "gestionadas" (en algún paso de la licitación o en marcha), lo que permite ofrecer un porcentaje mayor. En cualquier caso, este viernes la Junta de Gobierno ha aprobado una modificación presupuestaria para pasar a este ejercicio el dinero consignado de años anteriores de proyectos sin iniciar, o en algún punto del trámite o en marcha. 31,1 millones de euros.
Con esta modificación número 3 del presupuesto, se incorporan los remanentes de crédito del ejercicio de 2022, provenientes de inversiones de dicho año, se integran ahora al de 2023 porque o bien no se han acabado, o bien aún no se han iniciado. Entre ellas están los fondos necesarios de actuaciones de regeneración en el barrio de San Antón, los tres centros sociales como lo de Arenales, Torrellano, El Altet o San Antón; a proyectos concretos como el alumbrado de Bonavista; otros como el Senderelx para desplegar un sendero peatonal hacia el sur siguiendo el Vinalopó; el "abanico de inversiones" de reforma de instalaciones deportivas en pedanías como Torrellano, La Marina, El Altet o La Hoya; u otras como equipamientos generales del Ayuntamiento.
Un cúmulo de actuaciones por tanto en distinto grado de trámite, que en varios casos exceden el ejercicio 2022. Sin ir más lejos, algunos de los centros sociales de las pedanías se encargaron de forma "urgente" en la pasada legislatura, cuando el alcalde anunció que se encomendaría el diseño de los de Torrellano y El Altet a Pimesa. En 2018. Han ido saltando de presupuesto en presupuesto, y ahora ya hay varios en trámite, en el caso del de Arenales, con obras iniciadas; en el caso de El Altet y Torrellano, con proyectos redactados y pendientes de licitar sus obras. En el caso por ejemplo del alumbrado de Bonavista, está contemplado en el presupuesto de este año y ya está en licitación su implantación. Eso sí, a final de mandato, cuando la sentencia que obligaba a su instalación fue al final de la pasada, en enero de 2019. El Senderelx, cuyo proyecto se ha aprobado hace poco, se ha encarrilado ahora, después de estar en presupuestos desde 2021. Un ejemplo también de los lentos trámites de la administración, máxime cuando en casos como este tienen que pronunciarse también otras como la autonómica.
Y en el caso por ejemplo de las instalaciones deportivas de las pedanías, el Ejecutivo lleva varios años de reforma constante tanto en campos de fútbol como en otras reformas de equipamientos. En verano se adjudicaron más actuaciones. Son solo algunos ejemplos de ese cajón de sastre en el que se han incluido en el presupuesto de 2023 más de 30 millones de euros de inversiones que vienen de anteriores cursos.