ALICANTE. Alicante se asienta definitivamente en la senda de la recuperación tras el bache de la pandemia de la covid-19 y registra un aumento del 45,24% en pernoctaciones en alojamientos turísticos durante 2022 respecto a las cifras del año precedente. En concreto, la ciudad registró 1.806.662 estancias frente a las 1.243.905 alcanzadas en 2021, con lo que se convertiría en la novena con mayor volumen total de actividad por detrás de Barcelona (19,73 millones), Madrid (17,93 millones), Benidorm (9,79 millones), Sevilla (5,41 millones), València (4,43 millones), Granada (2,94 millones), Málaga (2,87 millones) y Bilbao (1,94 millones).
Además, con esos registros, Alicante superaría a Zaragoza, San Sebastián, Santiago de Compostela, Córdoba, Salamanca y Valladolid, que completan la relación de 15 ciudades analizadas, dentro de un cómputo global de más de 320,73 millones en el conjunto del país.
Esas son dos de la principales conclusiones reflejadas en un informe sobre flujos turísticos elaborado por la Universidad de Zaragoza por encargo del ayuntamiento zaragozano, en el que se analiza la evolución del comportamiento registrado en las principales ciudades españolas entre 2018 y 2022. De ese tiempo de estudio se excluye 2020 al considerarse que sus registros estarían desvirtuados, al tratarse de un año prácticamente inhábil por el impacto de la crisis sanitaria.
Del estudio también se desprende una segunda conclusión relevante en términos de evolución: que en el último año prácticamente se habría conseguido igualar las cifras registradas en 2018, cuando se produjeron 1.893.048 pernoctaciones. Es más, el dato de 2022 permitiría que Alicante volviese a acercarse a los números previos a la irrupción de la covid, ya que tras ese último ejercicio, la ciudad se habría quedado a una distancia de cerca de 190.000 pernoctaciones del dato de 2019.
En todo caso, no es menos cierto que otras ciudades analizadas que figuran en el ranking de las diez primeras habría recuperado niveles de pernoctaciones anteriores a la pandemia a una mayor velocidad. Sería el caso de Bilbao, Málaga y València. El resto todavía quedarían con balances inferiores a los de 2019, como se detalla en la tabla adjunta.
El estudio también analiza los porcentajes de ocupación de las plazas de alojamiento hotelero. Se trata de un aspecto en el que Alicante avanza una posición entre las diez ciudades del top ten de la clasificación hasta escalar al puesto octavo. En concreto, el informe detalla que durante 2022 se alcanzó un índice de ocupación media del 59% frente al 42,3% experimentado en 2021.
Por lo que respecta a los años previos a la pandemia, también se evidenciarían síntomas de recuperación en la medida en que el porcentaje de ocupación de 2018 fue del 62,9 y en 2019, del 64,5. El ranking vuelve a estar encabezado por Barcelona, con una ocupación media del 64,6% (todavía por debajo del 69,2 alcanzado en 2019) y por València, con un 63,6 (que supera al dato de 2019, del 63,1).
El resultado de la ciudad mejora si el foco se pone en el porcentaje de habitaciones ocupadas. En ese parámetro, Alicante queda posicionada en cuarto lugar con un índice del 71% que se equipara con el 71,5% registrado en 2018 y se aproxima al 74,4% de 2019, tras dejar atrás el 50,9% de 2021.
Otro de los aspectos destacados del estudio es el análisis del turismo de escapada, en el que Alicante queda posicionada en sexta posición de la tabla por detrás de València, Granada, San Sebastián, Sevilla y Barcelona. De acuerdo con el informe, los hoteles de la ciudad habrían registrado una ocupación del 69% durante los fines de semana, frente al 51% alcanzado en 2021.
Con todo, el dato continúa siendo inferior al relativo a 2018, del 71,3% y al 73,9% de 2019. De ahí que el Patronato Municipal de Turismo trate de fomentar las campañas de promoción de Alicante como destino city break, de viajes de tres días de duración, especialmente en temporada baja, en base a la oferta cultural, de conciertos y gastronómica, por ejemplo. Un segmento que se estima que se verá potenciado especialmente este 2023 con la puesta en funcionamiento de los servicios de ferrocarril de alta velocidad a precios reducidos que ya operan o prevén operar Avlo, Ouigo e Iryo.