ALICANTE. La aplicación de medidas de control del ruido asociado a la actividad del ocio y la hostelería en el Centro Tradicional y el Casco Antiguo de Alicante tendrá que seguir esperando. El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), mantiene su propósito de acordar la declaración de Zona Acústica Saturada (ZAS) en los dos barrios, aunque aplaza la entrada en vigor de las primeras decisiones tendentes a reducir los niveles sonoros a la disponibilidad de informes previos. Entre ellos, los que se ha solicitado a las concejalías de los departamentos que guardan algún tipo de vinculación con la actividad de las hostelería, como las áreas de Urbanismo, Comercio, Hostelería y Turismo.
Así lo ha sostenido este martes el vicealcalde, edil de Medio Ambiente y portavoz del equipo de gobierno, Manuel Villar, en la comparecencia pública semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local, en la que ha señalado que el objetivo "sigue siendo aplicar medidas de control en los dos barrios de forma simultánea", después de que se dictase una segunda sentencia favorable a los residentes del Centro Tradicional (la primera fue revocada por el TSJ con aval posterior del TS) en la que se conminaba al Ayuntamiento a declarar una ZAS en el eje de la calle Castaños.
Al respecto, Villar ha incidido en que la solicitud de esos informes adicionales resulta necesaria, ya que las medidas a adoptar podrían afectar a cuestiones como las licencias en vigor o los horarios de funcionamiento de los negocios situados en las calles de ambos barrios. Y su emisión sería la que habría demorado el inicio del expediente para la declaración de ambas ZAS más allá de los plazos iniciales que el propio PP había facilitado después de que se conociese la resolución judicial.
En todo caso, ha sostenido, igualmente, que la voluntad del equipo de gobierno sigue siendo implementar un primer paquete de medidas cautelares que propicien la reducción de ruido antes de que se complete el proceso y la ZAS pueda quedar aprobada de forma efectiva. Eso sí, tampoco ha llegado a detallar en esta ocasión qué disposiciones concretas se pretende implementar de forma provisional, ni cuáles quedarán incluidas en la declaración de la ZAS en cuanto se complete su expediente.
A priori, se prevé que pueda acordarse una posible reducción de horarios de funcionamiento, al menos en lo que atañe a los veladores (terrazas situadas en el exterior), al margen de otras medidas como el refuerzo de la presencia policial para evitar concentraciones de público en la calle. Todo, a la espera de que también pueda llegar a retomarse la tramitación de la nueva ordenanza de Ocupación de Vía Pública, que quedó paralizada a finales de mayo ante la polémica desencadenada a cuenta de la solicitud registrada por Vox para que se eliminasen las autorizaciones específicas para la instalación de los denominados puntos violeta, en los que se presta información y asesoramiento a víctimas de agresiones sexuales.