catálogo urbanístico pendiente de aprobación en pleno

La protección de edificios en Alicante: cordón sanitario en el Ideal y filtros para ganar alturas

3/09/2020 - 

ALICANTE. El catálogo de edificios protegidos de Alicante se acerca definitivamente a pleno para su aprobación inicial (en principio, el próximo miércoles) tras superar el trámite de exposición al público. Y lo cierto es que, a tenor de la información que ha trascendido hasta ahora, ese plazo para la presentación de alegaciones ha sido todo menos un trámite. Las más de 200 objeciones planteadas han permitido que los técnicos de la Concejalía de Urbanismo hayan revisado algunos condicionantes legales para introducir varios cambios de calado sobre la conservación que regirá sobre algunos inmuebles. Estas son las líneas centrales del documento tras las incorporaciones añadidas en respuesta a esas alegaciones.

Como informó este diario, el documento mantiene gran parte del contenido de la propuesta trazada por el extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) que quedó rechazada en mayo de 2017 con los votos de PP, Cs y los dos ediles no adscritos (Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte). Sobre esa base, se añaden cerca de 90 fichas no previstas en la versión de 2017 para incluir a todas las iglesias de la ciudad, que pasan a considerarse Bienes de Relevancia Local (BRL) tras la entrada en vigor de la nueva normativa autonómica. También se catalogan una veintena de nuevos edificios expuestos a peticiones de intervención urbanística e, incluso, a la solicitud de permisos de demolición. 

Además, se adapta los entornos de protección de cada uno de los baluartes que componen el conjunto de las Torres de la Huerta (declaradas Bien de Interés Cultural) a su situación urbanística actual, para no dejar fuera de ordenación edificios ya construidos, y se elimina las restricciones con carácter general que se establecían en el catálogo de 2017 para construir nuevas elevaciones sobre edificios protegidos. Igualmente, se incorpora una memoria económica con una estimación de 9 millones de euros para los edificios catalogados en los que sí se considere que no deben construirse alturas adicionales, aunque estén contempladas en el Plan General.

Pero a esa situación general se añaden algunas matizaciones y novedades. El cambio más significativo es el que afecta al edificio del antiguo cine Ideal, que ve reforzado su nivel de protección al pasar del grado de conservación parcial que disponía hasta ahora al grado de conservación integral. Como ya ha anticipado Alicante Plaza, esa variación se produce después de que se haya constatado que el edificio quedó reconocido como Bien de Relevancia Local (BRL) por la Conselleria de Cultura en 2018, lo que obliga a reforzar su blindaje en función de lo previsto en el artículo 40 del Plan Especial del Centro Tradicional para todos los inmuebles distinguidos con esa figura.

Fuentes municipales indicaron que el elemento clave que habría permitido llegar a esa conclusión quedó incorporado a través de las alegaciones formuladas por Esquerra Unida (EU) y por Unides Podem, en las que se aludía a la referencia de ese artículo concreto para solicitar la revisión de la ficha del inmueble de modo que se catalogase como edificio de protección integral. En la práctica, ese reconocimiento asegura la protección de la composición arquitectónica del inmueble. Es decir, que cualquier intervención que se proponga deberá respetar su fachada, su cubierta, su volumetría... A la postre, ese nuevo grado de protección supone blindar el edificio, de modo que cualquier proyecto de obra debe superar el informe de los técnicos municipales y de la Conselleria de Cultura

La conclusión: el proyecto promovido por el grupo Baraka para rehabilitar y transformar el edificio en un hotel podría tener un encaje complicado. El uso propuesto (el de establecimiento hotelero) seguiría siendo compatible pero, a la hora de ejecutar la reforma y transformación del inmueble, se debería conservar prácticamente toda la composición arquitectónica, lo que encarecería la inversión y dificultaría una hipotética adaptación interna para que el antiguo cine pudiese funcionar como hotel

Eso sí, fuentes municipales indicaron que el reconocimiento con el grado de protección integral no garantiza que se vaya a denegar la licencia ya solicitada. De hecho, hasta ahora Baraka se ha ajustado a todas las condiciones marcadas por los técnicos de Urbanismo para redactar su proyecto, incluida la imposibilidad de ganar alturas. De ahí que la concesión de la licencia siga pendiente de estudio. Ni se ha denegado, ni se va a denegar de manera automática en el caso de que llegue a aprobarse -como todo parece indicar- este nuevo cordón sanitario (la protección integral) con el conjunto del catálogo. Así que, en último término, todo puede acabar dependiendo de que Baraka considere que sigue pudiendo rentabilizar la inversión requerida para rehabilitar el inmueble en el supuesto de que finalmente sí se apruebe su proyecto y se le conceda licencia.

En el caso de que la compañía desista por las dificultades adicionales que supone el grado de protección integral para la ejecución de su proyecto, la incógnita pendiente de resolver es si Baraka podría reclamar algún tipo de compensación o indemnización. En esa hipótesis, el proceso concluiría en un contencioso. Y fuentes municipales consultadas ya apuntan que, llegados a ese escenario, la administración que quedaría expuesta a asumir esa hipotética indemnización sería la Generalitat, y no el Ayuntamiento, ya que fue quien reconoció el inmueble como BRL hace dos años.

Al margen del refuerzo en la protección del Ideal, se ha tenido que desistir de la catalogación de dos edificios que, al parecer, se encontraban afectados por la petición de licencias previas. Con todo, según las fuentes consultadas, en esos casos se prevé poder preservar las dos edificaciones en la medida en que estarían situadas en el entorno de protección de otros BRL. Sería el caso, por ejemplo, de un edificio situado en la plaza Hermanos Pascual, próximo a uno de los antiguos refugios antiaéreos de la Guerra Civil.

Otra de las novedades afecta a la protección del conjunto de las Torres de la Huerta, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Gran parte de las alegaciones planteaba que se blindase su entorno para impedir nuevas construcciones en sus proximidades. Sin embargo, se trata de una petición imposible, puesto que el catálogo no es un instrumento de planeamiento. Así, el documento se limita a ajustar los entornos de protección de cada torre para no dejar fuera de ordenación a edificios preexistentes y se emplaza la planificación de todo el sector a la elaboración de un Plan Especial. El Ayuntamiento ya elaboró una propuesta en el año 2007 pero quedó caducada después de que no se respondiesen las 12 alegaciones que se presentaron en su momento.

Eso sí, por lo pronto, el compromiso adquirido por el equipo de Gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) a través de su edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Cs), sería el de introducir esas posibles limitaciones a la construcción de nuevas edificaciones próximas a las torres. Sobre todo, a las diez de las 21 que se asientan sobre suelo urbano (las que podrían encontrarse expuestas a un mayor riesgo).

Por último, también se asegura la aplicación de algunas de las condiciones requeridas en las alegaciones para los casos en los que se pueda autorizar la construcción de sobreelevaciones: plantas adicionales sobre los edificios ya construidos. Según las fuentes consultadas, se descarta la petición de vetar esa posibilidad en la medida en que ya es una opción permitida a través de los planes especiales del Centro Tradicional y del Casco Histórico. Es decir, que no se podría restringir a los propietarios de edificios la posibilidad de construir más alturas en aquellas zonas en los que el PGOU lo autorice cuando ya se reconoce esa opción en todo el centro urbano.

Así, la regulación establecida con el catálogo es la de aplicar los mismos filtros que rigen en Centro Tradicional y Casco Histórico. De este modo, en los inmuebles que dispongan de remates, balaustradas o cubiertas singulares, las sobreelevaciones deberán retranquearse y conservar esos elementos para no alterar la fisonomía histórica de esos edificios históricos. Además, en las plantas nuevas que puedan autorizarse, deberán mantenerse la misma composición de huecos de fachada (ventanas, etc). En la misma línea, en la construcción de esas nuevas alturas se deberá emplear materiales en consonancia con los preexistentes en el edificio histórico. E, igualmente, se descarta la posibilidad de que esas sobreelevaciones incluyan voladizos o vuelos sobre la línea de fachada para no alterar la composición arquitectónica de los inmuebles.

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