ALICANTE. La orden de confinamiento general decretada con la declaración del Estado de Alarma y la consiguiente reducción de los desplazamientos conllevará cambios en la operativa de la red de tranvía metropolitano de Alicante: el conocido como sistema Tram. La Generalitat acordó este miércoles -previa consulta con el Ministerio de Movilidad y Transportes que ahora asume las competencias sobre la materia-, reducir de manera progresiva el servicio habitual en las líneas adscritas al sistema que opera la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ante la caída del número de usuarios registrada ya desde el pasado fin de semana. En concreto, hasta el mediodía de este miércoles, la demanda había experimentado un descenso del 84% respecto al volumen de pasajeros registrados en el mismo periodo del año precedente. Se trata, así, de racionalizar el uso de los recursos públicos para ajustarlos a la demanda real, sin llegar a cancelar el servicio de transporte al tratarse de una prestación considerada de carácter esencial.
La reestructuración conlleva, en primer lugar, el cese temporal del funcionamiento de la Línea 5, entre la Plaza de La Coruña, en Playa de San Juan y el apeadero de la plaza de Puerta del Mar, frente a El Postiguet. En su mayor parte, ese trayecto podrá seguir realizándose mediante la Línea 4, que conecta Playa de San Juan con la estaciones subterráneas de Marq, Mercado y Luceros. La paralización del servicio en la L-5 comienza a ser efectiva desde este mismo jueves y se mantendrá hasta que duren las restricciones derivadas de la declaración del Estado de Alarma y la situación de crisis sanitaria. Después, volverá a operar con normalidad con las condiciones en las que venía funcionando hasta ahora.
En segundo término, también se redelimita la operativa de la Línea 2 entre Luceros y San Vicente del Raspeig. En lo sucesivo, la línea pasará a funcionar con una frecuencia de paso cada 30 minutos, en lugar de cada 15. En realidad, será el mismo régimen de horarios que se mantendrá vigente para la Línea 4 y para la Línea 1, entre Alicante y Benidorm. Por su parte, la Línea 9, entre Benidorm y Dénia, dispondrá de una frecuencia de 60 minutos.
La nueva regulación de horarios, igualmente, comenzará a implantarse de modo paulatino a partir de este jueves. En cualquier caso, fuentes de FGV recomendaron consultar los horarios a través de la página web del sistema para conocer horas de salida en cada punto de paso concreto.
Las mismas fuentes explicaron, además, que la reestructuración aplicada tanto en el Tram como en la red de MetroValencia trata de priorizar la prestación de aquellas líneas que discurren cerca de los hospitales, en las que se mantiene las frecuencias habituales para seguir prestando el servicio necesario. En esta línea, el conseller de Política, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, explicó que la reestructuración de servicios "garantiza la rotación de personal necesaria para preservar el servicio, y a su vez garantiza que los usuarios puedan realizar sus trayectos sin aglomeraciones, respetando siempre las instrucciones de Sanidad".
Además, el conseller incidió, a través de un comunicado, en que la Unidad Militar de Emergencias (UME), comenzó a actuar el martes para llevar a cabo acciones de desinfección en estaciones de la red Tram, en vestíbulos, andenes y en equipos como las máquinas de autoventa de billetes o canceladoras.
Igualmente, Obras Públicas y Movilidad también acordó con las empresas concesionarias del servicio de transporte público por carretera una reducción del 30% en los servicios de autobuses interurbanos metropolitanos durante las horas punta de los días laborables, mientras la reducción alcanzará el 75% en el caso de los servicios prestados en horas valle, aquellas en las que se producen un menor número de desplazamientos, y los días festivos.
Respecto a los servicios de autobuses interprovinciales y provinciales, la reducción será del 60% en días laborables, y del 75% en el caso de los festivos. La reducción de la oferta establecida no podrá afectar a líneas de transporte que comuniquen con centros hospitalarios.
Al margen de esa redistribución del servicio, la conselleria también acordó reducir el aforo de los autobuses a un cuarto de su capacidad don el fin de garantizar que los usuarios del transporte interurbano respeten la distancia de seguridad establecida para evitar el contagio del Covid-19. Además, se estableció que los viajeros se distribuyan en forma de zig-zag o al menos, guardando una distancia mínima de dos metros entre sí.
En esta línea, también se decidió evitar el pago en efectivo para reducir al máximo el riesgo de contagio, por lo que únicamente se permitirá en aquellos casos que el cobro no pueda realizare mediante bono o con tarjeta de crédito. Por último, se implantó la obligación de que los operadores de transporte público de viajeros realicen una limpieza diaria de los vehículos de transporte de acuerdo con las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad.