ALICANTE. La polémica sigue rodeando la celebración de los exámenes de febrero en la Universidad de Alicante (UA), que siguen adelante en su formato presencial pese a las peticiones del consejo de alumnos del centro y del Consejo Interuniversitario de la Comunitat a la Generalitat para que se aplazasen o se adaptasen al formato online. Según denuncian varios alumnos, este lunes un examen de la titulación de Marketing reunió a más de 60 personas en una misma aula, pese a que con el aforo limitado por la covid no deberían haber entrado más de 35.
El profesor de Dirección Estratégica, de tercer curso de Marketing, reservó dos aulas contiguas para realizar el examen, de forma que los 60 alumnos se repartiesen entre las dos, según relatan los estudiantes, pero finalmente solo empleó una. "Se lo comentamos mientras nos estaba distribuyendo, pero dijo que había hecho cálculos y que solo necesitábamos un aula", explican. El resultado fue que, si bien se dejaron tres huecos vacíos por fila entre cada estudiante, se ocuparon todas las filas, de forma que "a menos de un metro delante de mi había otro chico".
El profesor de Dirección Estratégica había reservado dos aulas del Aulario 2 del campus, la D11 y la D12, pero finalmente solo empleó la primera para examinar a los más de 60 estudiantes. "Como te imaginarás no se respetaba ningún tipo de distancia ni nada, si estiraba el brazo tocaba la cabeza del de delante", critica uno de los alumnos examinados. "Todas las filas estaban llenas ocupando las mismas posiciones".
El consejo de alumnos, tras recibir las quejas de los estudiantes afectados por esta decisión, ha avanzado que tiene previsto presentar una queja formal ante el Vicerrectorado de Estudiantes, que tras las recientes elecciones dirige Rosario Ferrer, así como al Servicio de Prevención de la UA. El consejo, presidido por Álvaro Asencio, lleva días advirtiendo de que mientras se reduce el número de personas que pueden sentarse a la misma mesa de un establecimiento hostelero para frenar la expansión de la pandemia, no hay ningún problema para reunir a decenas de personas durante varias horas en un aula.
A esta circunstancia se añade que en las zonas comunes, accesos y transportes públicos para acudir al campus se producen aglomeraciones en los momentos anteriores y posteriores a los exámenes, según denuncia el consejo. Asimismo, hay alumnos de otras zonas de la provincia que estudian en la UA y que no pueden conjugar la asistencia con el respeto al toque de queda. Además del miedo generado por un posible contagio, los estudiantes también han llamado la atención sobre la incertidumbre de los estudiantes confinados al no poder presentarse.