ALICANTE. Por incluir tres generaciones, incitar a la carcajada en tiempo difíciles y ser de origen alicantino ha recibido el V premio de la Residencia José Estruch del Teatro Principal. Eso piensa su director, Iván Jiménez, que está inmerso en la creación de Tribulto, una obra de teatro en clave musical y de humor. La compañía es Recolectores Teatro y el equipo de trabajo está formado, además de por Jiménez, por Marcos Montagud, Mila García, Dolores Faraco, Diego Juan, Carlos López, Sara Torra y Jordi Chicoy. El director ha asegurado a Alicante Plaza que los personajes que se van a ver en escena están más cerca de nosotros que Javier Bardem y Penélope Cruz. Y ha confesado el desastre que se esconde tras el espectáculo.
- ¿De dónde viene esa ele juguetona de Tribulto?
- El título del espectáculo juega con el concepto de tributo, porque el subtítulo es "el tributo definitivo a los musicales de tu vida". La ele es porque la obra va de tres figurantes que deciden convertirse en protagonistas de su espectáculo. Eran tres personas que solían hacer de bulto, sin frase, con una coreografía sencilla para que no molestaran.
- El argumento se acerca mucho a la realidad y es bastante actual. ¿Cuál sería una sinopsis acertada para Tribulto?
Se trata de tres actores de musical nacidos y formados en Alicante que durante 20 años han estado trabajando de figurantes en diferentes musicales de la Gran Vía de Madrid, como en Grease, Billy Eliot, El mago de Oz, Tina Turner... Pero llega la pandemia, todos los musicales tiene que cerrar y todos los trabajadores se van a la calle, estando en la precariedad más triste. Para salvarse la vida, se les ocurre hacer un espectáculo en el que ellos sean los protagonistas. Su idea es combinar números de todos los musicales en los que han trabajado. ¿Qué pasa? Que no les va a salir bien. Porque no es el momento adecuado, alguno no tiene el talento específico para los números que proponen y es un espectáculo que producen, montan y dirigen ellos; es precario.
- ¿Y el público va a ver un espectáculo desastroso?
- Nuestra idea es que el público viva la experiencia de lo que es asistir a un ensayo general. Un ensayo general es una función donde pueden pasar cosas, donde puede haber fallos técnicos, los actores pueden interrumpir la función, hablar con el público... Y, claro, en un ensayo general el público no es público, sino amigos y familiares de los intérpretes. Lo que queremos es crear una experiencia en la que los espectadores se sientan parte de la familia de los actores; van a ser sus primos, sus amigos, sus padres o sus exparejas que han venido a ver el ensayo general. Al final la obra habla del éxito y del fracaso, pero no como lo entendemos ahora, sino de una manera más realista. Los personajes que vamos a ver están más cerca de nosotros que Javier Bardem y Penélope Cruz.
- O sea que el público es el cuarto actor.
- Exacto. El teatro no se entiende sin el público. Este espectáculo va a tener la vocación de hacerle ver al espectador que también es importante, porque los tres personajes que están encima del escenario no podrían ser protagonistas si no hubiera público.
- Comentabas antes que Tribulto es "el tributo definitivo a los musicales de tu vida". Un título ambicioso. ¿Cómo van a hacer este mashup?
- Se van a ingeniar la vida para poder hacer algo de Grease sin tener que pagar derechos de autor. Es una comedia loca, descarnada y divertida. El público se va a reír de diferentes maneras, porque es un espectáculo con trasfondo, con una reflexión sobre la precariedad del mercado laboral, las edades -porque son dos mujeres de 50 y un hombre de 40 sobre el escenario a quienes han despedido-. Queremos contar una historia particular que se mueva en la autoficción, porque muchos de los datos que se van a dar son totalmente ciertos y se incluyen experiencias reales de los tres intérpretes, que son Mila García, Dolores Faraco y Diego Juan. Las dos primeras llevan haciendo teatro 35 años; tienen el culo pelado de hacer funciones y les han pasado mil millones de anécdotas. Pero no solo se va a contar la verdad, también va a haber parte de ficción. La idea es que el público sienta realmente que está asistiendo al ensayo general de personas que están fatal de la cabeza, que se conocen, que la están liando pardísima... Todo el rato es un despropósito y a los pobrecicos no les va a salir nada a derechas. Y queremos que el público sienta ternura hacia ellos.
- Mezcláis el humor y la crítica, ¿no?
- Por supuesto. Tiene una dimensión social increíble. Todo lo que pasa le ha pasado a mucha gente; evidentemente, la comedia va a deformar todo lo que pase para hacerlo grande y que pueda provocar una carcajada. La capa social de bajo habla de la precariedad, la cuestión de género y la edad. Hay mucho contexto: uno de los personajes lleva tres años sin subirse a un escenario, porque ha tenido que dejarse el teatro porque no le daba lo que ganaba de figurante en Madrid y tuvo que ponerse a trabajar en un bar y vive en un zulo por el que paga 1.500 euros, porque en la capital tiene más oportunidades. ¿Cuántos actores están malviviendo en Madrid, trabajando de camareros, para encontrar su oportunidad?
- ¿Cómo está siendo dirigir esta historia?
- Muy interesante, porque el texto no está creado al 100 %. Tiene una estructura y escribimos una primera escena y el monólogo final para que el jurado de la Residencia Estruch supiera por dónde iba el código de humor.
- ¿Y el equipo cómo embasta?
- El equipo reúne a tres generaciones distintas. Tenemos a María Dolores y Mila que son actrices veteranas, de más de 50 años; a Diego y a mí, que tenemos 40, y a Marcos, el autor, que tiene 23 años. Es un equipo superdistinto, con conceptos de comedia distintos, porque tenemos referencias distintas. Pero estamos encontrando un código de humor universal, que nos haga gracia a todos. El espectáculo tiene una vocación 100 % para el público.
- Estrenáis el 30 de septiembre. Me decías que ahora mismo tenéis el texto en bragas. ¿Cuáles van a ser los siguientes pasos hasta el estreno?
- El siguiente paso es empezar a construir de manera tridimensional los personajes, que se llaman como las mismas personas. Hasta agosto vamos a trabajar simultáneamente con los actores mientras improvisamos. Sabemos dónde van los personajes, pero nos falta cómo van a llegar.
- ¿Cuáles son las aspiraciones de Tribulto?
- Sobrevivir al estreno de la Residencia Estruch. Y ya estamos haciendo todo lo posible para que este espectáculo tenga una vida larga y pueda estar girando, como mínimo, tres temporadas. Es un espectáculo que se necesita.
- Además de la comedia, ¿cuáles dirías que son las claves del éxito del espectáculo para que haya ganado la Residencia Estruch?
- Que sea un proyecto intergeneracional destacó. Además, es 100 % alicantino. Y habla de la dignidad, que es importante a la hora de tomar la decisión el jurado.