Hoy es 26 de abril y se habla de

despachos de arquitectos opinan sobre su idoneidad

El bipartito de Elche aparca uno de los grandes objetivos de las dos legislaturas: el nuevo Plan General 

11/09/2022 - 

ELCHE. El equipo de gobierno ha dejado en punto muerto el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), uno de los grandes huesos a nivel urbanístico, y una de las grandes promesas y objetivos del Ejecutivo desde la legislatura pasada, en la que ya se señaló en distintas ocasiones, al menos desde 2017, que empezarían los trabajos sectoriales en Urbanismo para renovar un plan de 1998 que muchos consideran 'desfasado'. Eso sí, sobre la necesidad o no de esta nueva herramienta, hay disparidad de opiniones. Por ahora, la realidad, y así lo ha reconocido el alcalde Carlos González, es que ha quedado en un segundo plano para, según señalaba esta semana "priorizar otras cuestiones". 

En este sentido, el regidor mantiene que la pandemia alteró las prioridades del bipartito, y ello se ha trasladado también al plano urbanístico, donde en el balance junto a sus socios de Compromís, añadía que dentro de esta legislatura "compleja", se han abordado asuntos urbanísticos importantes como el catálogo de protecciones, el Plan Especial del Palmeral o el del entorno del aeropuerto del que aún no hay novedades relevantes, o el Plan Especial del Conjunto Histórico Artístico. "Elementos urbanísticos singulares y diferenciados, aparte del importante dinamismo del sector privado de estos años con nuevos sectores, y junto con la coyuntura que hemos vivido, hemos tenido que ralentizar los trabajos vinculados al nuevo Plan General. Pero el urbanismo ha estado entre las cuestiones más prioritarias esta legislatura". 

El debate sobre el crecimiento policéntrico o axial, sin superar

En el seno del propio departamento de Urbanismo hay al menos debate, con técnicos que estiman que no es necesario un nuevo PGOU y que se puede seguir adelante con modificaciones puntuales. A este respecto, después de la ronda de 2020 que se hizo de contactos con arquitectos y urbanistas para presentar la consulta pública que abordaba el tipo de crecimiento de la ciudad, si debía ser policéntrico, potenciando el crecimiento de suelo residencial tanto en el núcleo urbano y los rurales tradicionales; o axial entre Elche núcleo y Elche Parque Empresarial, sobre el suelo ya consolidado, la realidad es que no ha habido novedades. Se ha impulsado la nueva cartografía y aún está pendiente, entre muchas otras cuestiones, que se licite la redacción del nuevo catálogo de protecciones, del que solo hay hasta ahora un documento base. Y ese debate sobre el crecimiento no se ha cerrado, importante en muchos ámbitos: en el plano del impacto en el territorio, en el de la movilidad... No consume los mismos recursos la ciudad según su distribución compacta o dispersa.

Así pues, hay algunos trabajos sectoriales iniciados, pero aún queda un largo camino por incardinar. Hasta ahora no consta si se ha elaborado un informe con las alegaciones al documento de consulta ni que esté el Documento de Inicio, el principal, ni el pormenorizado, menos relevante. Sí se plantearon en la consulta aspectos relevantes, como la desclasificación de suelo en algunos sectores (el MR-10 en La Marina), pero desde entonces no ha habido noticias. Mientras tanto, el Ejecutivo ha seguido impulsando modificaciones puntuales del Plan General (está en marcha la 42), como el aprobado para poder encajar el proyecto de túnel subterráneo para Tempe, o reclasificaciones de suelos para impulsar proyectos: el más reciente, el de los mercados y L'Escorxador. Paralelamente, colectivos como Volem Palmerar y otros sectores han incidido en pedir un nuevo Plan General, por ejemplo para aterrizar la nueva Ley del Palmeral. 

¿Qué piensan los arquitectos?

Un engranaje denso, con un plan realtivamente desfasado pero que lleva acumuladas bastantes modificaciones, y que plantea la cuestión de si es necesario o no un nuevo PGOU. Una cuestión que genera opiniones distintas en el ámbito de arquitectos y urbanistas, habituados a trabajar a diario con la norma de 1998, con quienes ha consultado Alicante Plaza

Algunos piensan que es necesario porque Elche es un municipio muy complejo, por distintos ámbitos: por infraestructuras como el aeropuerto, la dispersión de las pedanías, tiene costa, la Ley del Palmeral... Un plan que uno de los despachos considera que "no es relativamente viejo, pero urbanísticamente la ciudad creció tan rápido una vez aprobado que se agotó parte del plan". Señalan que hay zonas que califican de "inviables de desarrollar por los gastos de urbanización o por la poca densidad que tienen". Uno de ellos a los que varios arquitectos y abogados urbanistas hacen referencia es por ejemplo al sector TO-3 de Torrellano, del que hace relativamente poco se desatascó la reparcelación. Uno de los arquitectos 'veteranos' consultados considera que la planificación que se hizo entonces en Torrellano se ha demostrado errónea, "puesto que se pensaba que con el polígono de Torrellano se iba a arrastrar a gente para que viviese allí". Otro que estos profesionales ven de difícil desarrollo es el E-16 (El Arsenal), por el ámbito arqueológico, el palmeral o el linde con el río. A priori, en proceso de desatascar. 

Así, ambos se muestran a favor de un nuevo Plan General, ya que apuntan a que desde el punto de vista de la "sostenibilidad urbanística, el urbanismo se plantea ahora de otras formas a como se planteaba en 1998. Este posibilitó el crecimiento urbanístico y el nuevo no debería ir orientado en ese sentido, sino en ordenar y organizar la ciudad mejor que en expansión, aunque obviamente la habrá". Esgrime uno de los arquitectos consultados, con varias décadas en activo, que "una ciudad como Elche no puede vivir con un plan de 1998 y modificaciones puntuales. Los Planes Generales se deben y se suelen hacer con la previsión de 20 años. Y en 20 años pasan muchas cosas, como ha ocurrido en la ciudad. Desde 1998 ha habido mucha evolución en la manera de planificar la ciudad, de construir. El hecho de se vaya funcionando con modificaciones puntuales... No es serio. Ahora bien, hay que analizar si se ha construido todo o no de lo previsto". 

Añade que en ese nuevo PGOU se debería recomponer ese suelo no desarrollado. "A lo mejor en aquellos años se tenía la opinión de desarrollo y ahora habría que dar marcha atrás". Ese era a priori el planteamiento de la consulta al plantear desclasificar suelo en La Marina, donde hay ejemplo de tres tipos de suelo residencial: el MR-9, ordenado (con la distribución de los equipamientos, sin necesidad de Plan Parcial); luego el famoso MR-10 (sin ordenar, por lo que hacía falta un plan parcial) y el MR-12, sin urbanizar y sin ser urbanizable (Clave 54), anexo al casco urbano, que mediante un Plan Parcial se podría desarrollar. Apunta este arquitecto que "En Elche hay que ser realistas. Hace falta suelo para colegios, hospitales, servicios públicos... Eso sale de los sectores urbanizables. Y hace falta dar marcha atrás en otros". 

A favor de desclasificar, pero aún con suelo por desarrollar y ordenar

El despacho consultado por ejemplo señala que aún hay sectores pendientes de desarrollo interesantes como el E-48 en la zona de Plaza Castilla, liberado tras el fracaso de la reserva para el extinto IVVSA, "y que no tiene problemas para crecer. También queda suelo en El Corte Inglés (E-27), el E-24 se tiene que desarrollar... aún queda mucho para ejecutar el Plan General". Y añaden que podría ser que la Conselleria plantease que mientras no se agote ese terreno previsto por el plan de 1998 es mejor no entrar en uno nuevo, aunque, observan "siempre hay que contabilizar el índice de crecimiento (dependiendo de cada ciudad) en suelo urbano, aún quedan Planes Parciales por desarrollar, por lo que en ese aspecto no es necesario". 

Inciden en que una cosa es el crecimiento, "y otra que el modelo de ciudad está desfasado y el PGOU no responde a la actualidad, pero no está agotado", y consideran que los 'marrones' recientes urbanísticos, señalando por ejemplo el asunto de las recalificaciones con los mercados, "se podrían haber evitado con un nuevo Plan General que hubiese ordenado el suelo". Y coinciden en que el talante de desclasificar puede ser necesario. O que hay que actualizar como mínimo el PGOU por la Ley del Palmeral, que con su despliegue y el Plan Especial dejaría 'fuera de alineación' casas construidas en huertos históricos. "En las edificaciones existentes, no podrán ampliar ni hacer nada a nivel de obras". Ese es, por otra parte, uno de los temas espinosos de la legislación del Palmeral y que aún no se ha abordado en el actual Plan General.

Más suelo industrial y pensar la ciudad del futuro

Asimismo, desde otro despacho con bastante actividad en los últimos años creen que no tiene por qué ser necesario un nuevo Plan General, "lo que no puede ser es que se hagan modificaciones puntuales a la carta o para cualquier cosa. Pero se puede vivir de estas actualizaciones periódicas, el paradigma es Barcelona, está haciendo modificaciones constantes", pone de relieve, e insiste, cuestión en la que todos están de acuerdo, en que "el tema es tener claro cuál es el modelo de ciudad". Y añade que el problema de los Planes Generales nuevos es que "nunca llegan: se hace un inicio, empieza, luego llegan las elecciones y se acaba". Añade al asunto que por ejemplo no queda suelo industrial. "No puede ser que vayamos por detrás de las necesidades empresariales, porque grandes compañías se van a otros polígonos como Tres Hermanas o Pla de Vallongas".

Por su parte, opina que no hay problema en adecuar el instrumento de 1998 a la Ley del Palmeral, "una de las ciudades que más éxito urbanístico ha tenido es Barcelona, y más problema a nivel patrimonial que ellos no ha tenido nadie". Son necesarias las modificaciones pero siempre "favoreciendo a la ciudad". Considera que el actual PGOU está muy desfasado y que el asunto de desclasificar "es un tema muy delicado el de desclasificar, quizá con un estudio con mayores miras se podría abordar. Y donde haya que desclasificar se desclasifica y donde haya que añadir se añade; no podemos estar siempre al límite". Relata en ese sentido que hace falta tener suelo disponible para atraer inversiones, no solo en el caso industrial, "también residencial, alguna gran promotora ha querido promover aquí pero no ha podido. Y al final, si hay pocas parcelas grandes, el precio del suelo sube; si hay mucha disponibilidad, baja". Y luego critica los propios tiempos farragosos del urbanismo. 

En definitiva, distintas posiciones, aunque varios puntos en común: que hay que definir y tener clara la idea de ciudad, pensando en cómo será en los próximos 20 años, en su demografía, por dónde sería mejor crecer... Por ahí iba la consulta pública, aunque al menos el informe con las alegaciones o propuestas no se conoce. También piensan algunos arquitectos que es una cuestión que se podría externalizar. Uno de los veteranos añade a que ya en 1998 se consultó con los arquitectos de la ciudad, y se descartaron ideas de desarrollo para distintos sectores. "También hay ahora muchos arquitectos jóvenes en la ciudad con capacidad para hacerlo, pero hay que coger el toro por los cuernos y abordar un nuevo Plan con la visión de futuro correcta", sentencia. Con todo, por ahora el Plan General nuevo está ahora en barbecho después de dos legislaturas y a menos de un año de los comicios electorales.

Noticias relacionadas

next
x