ALICANTE. El primer encuentro institucional entre los gobiernos de Alicante y Elche (al que sus respectivos alcaldes, Luis Barcala y Pablo Ruz, denominaron cumbre) sentó este miércoles las bases de un catálogo de proyectos que se pretende desplegar en común, como había anticipado este diario. Después de varias tentativas precedentes que no tuvieron continuidad ni recorrido concreto, como la que se puso en marcha en 2015, bajo los mandatos del tripartito de Alicante (PSOE, Guanyar y Compromís) y del bipartito de Elche (PSOE y Compromís), esta nueva vía de entendimiento entre los ayuntamientos de la segunda y tercera ciudad de la Comunitat (juntos suman cerca de 600.000 habitantes) se presentó como "histórica" y con vocación de continuidad para que puedan llevarse a efecto los objetivos pretendidos.
Más allá de los epítetos y de los fines que acaben alcanzándose, las delegaciones de los dos gobiernos -ahora, de nuevo, bajo el mismo signo político- se emplazaron a una próxima reunión en el mes de diciembre, en la que se perfilarían los avances generados en cada una de las iniciativas que ya quedaron planificadas en la cita inaugural. Estos son algunos de los ámbitos y proyectos que se pusieron sobre la mesa:
Una de las cuestiones prioritarias que habría dado pie a la apertura de la nueva etapa de relaciones entre las dos ciudades es la necesidad de coordinar sus respectivas planificaciones urbanísticas. Así, este miércoles se confirmó que el Ayuntamiento de Elche participaría en la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante con la formulación de aportaciones. Sobre todo, como es lógico, en lo que se refiere a los entornos de confluencia de los dos términos municipales.
En ese contexto, se pretende poner el foco en la generación de suelo empresarial con especial interés en el entorno del área industrial de Agua Amarga. De hecho, Barcala y Ruz hablaron de potenciar la diagonal que conecta el Parque Empresarial de Torrellano, en Elche, IFA (ahora Fira Alacant) y el recinto de Agua Amarga, que el equipo de gobierno aspira a promocionar como sede de un clúster especializado en el sector de la biotecnología a partir del vivero y lanzadera de empresas, de la transformación del antiguo matadero y de la reurbanización de la carretera N-340, para la que ya se dispone de un proyecto en ciernes.
Además, en el encuentro se habló de potenciar las posibilidades de los dos municipios para captar la llegada de inversiones nacionales y extranjeras de manera conjunta al presentarse como un área distanciada por menos de 5 kilómetros provista de recursos, de servicios y de una especialización sectorial que resultan "complementarios y no competitivos".
Otro de los campos clave que se quiere abordar de manera conjunta es el de la mejora de la movilidad entre las dos ciudades, en la medida en que se trata de dos ciudades permeables con desplazamientos diarios por motivos de trabajo o por estudios. De este modo, Barcala y Ruz enumeraron la necesidad de conseguir la conexión por tren con el aeropuerto y el refuerzo de la línea de cercanías entre las dos ciudades, al margen de incidir en la reivindicación (respaldada por Elche) de que se ejecute la llamada Variante de Torrellano y la consiguiente retirada de las vías del litoral sur de Alicante.
Pero no solo eso. También apuntaron la posibilidad de explorar otras posibles mejoras en la comunicación por carretera, a partir de la conexión de la Vía Parque de Alicante (pendiente de ampliación y finalización) con la Ronda de Elche, o de líneas de transporte en autobús (que, al conllevar un recorrido interurbano, dependerían de la Generalitat) como el servicio de transporte metropolitano Elx Rodalia, operativo desde agosto pero presentado el pasado miércoles, que une los dos municipios con 27 desplazamientos diarios por cada sentido.
De igual modo, también se apostó por intensificar la reivindicación ante el Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana de otra mejoras como el desarrollo de un tercer carril en la A-70 o la liberalización del peaje de la segunda circunvalación de Alicante, la AP7, que permitiría aligerar el tránsito en los cascos urbanos de los dos municipios, así como la construcción de la segunda pista del aeropuerto Miguel Hernández.
Las dos delegaciones también coincidieron en la oportunidad de aunar fuerzas para presionar ante el Gobierno central y la Generalitat con el fin de que se procuren las inversiones que resultan necesarias en las dos ciudades en las que se concentra gran parte de la producción económica de la Comunitat.
Además, también se aspira a reproducir esa comunión de intereses a la hora de presentar proyectos conjuntos en las futuras convocatorias de fondos europeos como la próxima edición de los Edusi en las que se podría contar con mayores posibilidades de captación de financiación con iniciativas que abracen a varios municipios.
De igual modo, los representantes de las dos ciudades se conjuraron para poner en marcha estrategias compartidas en el ámbito de la programación cultural, lo que permitiría cerrar contrataciones conjuntas con cachés más asequibles, además de poner en marcha posibles abonos compartidos, un circuito museístico común, la gestión conjunta de conciertos o la organización de acontecimientos culturales. Este miércoles ya se puso como ejemplo la celebración de actos conjuntos en torno a la figura del compositor alicantino Óscar Esplá, vinculado a Elche por su participación en la recuperación del Misteri d'Elx, según concretaron los dos alcaldes.
Y esa misma circunstancia se extendería al ámbito deportivo, en el que se concretó que los dos ayuntamientos plantearían al municipio vecino como subsede de sus candidaturas para captar el desarrollo de citas deportivas con el fin de reforzar las respectivas propuestas. Todo, al margen de diseñar y organizar eventos propios, como una posible maratón que conecte los dos términos municipales.
Los dos gobiernos también desarrollarán estrategias compartidas para fomentar la atracción de visitantes hasta el punto de plantearse la elaboración de un Plan Turístico Intermunicipal, según concretó Barcala. La apuesta conllevaría la colaboración en la asistencia a ferias para presentar propuestas diferenciales respecto a otros destinos. Y también la coordinación en la labor de captación de reuniones profesionales, en un momento en el que ambas ciudades albergan proyectos para la construcción de dos centros de congresos que discurren con tiempos paralelos, según incidió el primer edil alicantino.
Por último, Barcala y Ruz también se refirieron a la coordinación para poner en marcha políticas relacionadas con el apoyo a las familias, que no se llegaron a concretar más allá de que se enumerase la coincidencia en la creación de concejalías específicas en las dos ciudades y la existencia de nuevas líneas de ayudas directas a la maternidad, en el caso de Elche.
E incluso se esbozó la posibilidad de que pudiesen activar contrataciones conjuntas en la prestación de determinados servicios públicos o, como mínimo, compartir las experiencias que ya se desarrollan en la Mancomunidad de l'Alacantí con el fin de que pudiesen extrapolarse a Elche y su entorno.