ALICANTE. Decía Bécquer que, en ocasiones, le costaba distinguir entre la realidad y el sueño. Lo que ha hecho el Cirque du Soleil con su espectáculo LUZIA es parecido. En el show bailan lo real y lo irreal, ese onirismo en el que la cotidianeidad convive con situaciones irracionales, casi mágicas. "En español, ustedes tienen la palabra fantástica de ensueño", comenta un melodioso Daniele Finzi Pasca, coautor y director de Luzia. Este mundo que se abre cuando los ojos se cierran está ambientado en México, llevando a la escena sonidos, lugares, rostros e incluso creencias y misticismos de la que un día fue la tierra de los Mayas.
Luzia se estrenó en 2016 en Montreal (Canadá), pero el Circo del Sol ha atravesado dos años de parón por la pandemia. Es ahora cuando retoma su gira internacional, con el estreno en Barcelona el próximo 17 de marzo, antes de pasar por Alicante, a partir del 14 de julio, y Madrid, el 5 de noviembre. Solo tres ciudades de la península entre las que se ha colado la levantina. "Alicante es un mercado acogedor y exitoso para nosotros, además del lugar perfecto para una visita estival. Continuamos trabajando en nuestros planes del tour, por lo que esperamos incluir más ciudades españolas en el futuro. Valencia, Sevilla y Bilbao son puntos que también visitamos a menudo, ya sea con una carpa o en un estadio", avanzan desde el Cirque du Soleil.
Como novedad, la carpa ya no se instalará en el polígono de Rabasa, donde venía siendo habitual, sino que el Ayuntamiento de Alicante trabaja en adecuar una parcela en el parque de la playa de San Juan para alojar a la entidad cultural. Sobre este nuevo spot, el equipo ha comentado que está constantemente en búsqueda de localizaciones donde puedan volver y "convertirse en los llamados 'sitios del circo'". En este sentido, Alicante "ofrece la posibilidad de llegar a un acuerdo a largo plazo, por lo que la playa de San Juan puede ser el sitio que el circo visitará cada vez que uno de nuestros espectáculos salga al mercado. Estamos tan contentos de llegar a un acuerdo a largo plazo, igual que tenemos en otros lugares como Barcelona o Madrid", expresan.
En esta nueva ubicación más cercana al levante alicantino se prevé que el equipo desembarque con Luzia que, pese a estos dos años de standby, el director asegura que "el espectáculo no ha cambiado, salvo que no todos los técnicos y artistas pudieron regresar". Que un show permanezca inmutable es un arte que se ha ido desarrollando dentro de la gran carpa: "Nuestros espectáculos a veces están de gira durante muchos años, entonces estamos bastante acostumbrados a mantener viva la integridad del espectáculo tras los años y los cambios de artistas o de técnicos".
La naturaleza mexicana acapara un gran protagonismo dentro de esta recreación, ya sea a través de la selva de Yucatán, el desierto de Sonora o los cenotes de Tulum. En el elemento acuoso, el Circo del Sol ha introducido, por primera vez, la lluvia dentro de la carpa construyendo un estanque debajo del escenario y creando cortinas de agua. "El Cirque du Soleil tiene la característica de que cada idea, por loca que pueda parecer, se discute de una forma muy sofisticada", asegura Finzi, no sin asegurar que este estudio fue un "largo viaje" que, finalmente, permitió encontrar cómo desarrollar espacios escénicos, vestuario y elementos acrobáticos "que dialogaran bien con el agua sin crear situaciones de peligro o complicadas".
Pese a estas pinceladas de la tierra mexicana, la idea de Luzia no es tanto reflejar de manera fiel México, "sino cómo los mexicanos sueñan. No mostramos el Yucatán y luego el norte", ejemplifica, esfumando la visión del espectáculo como un guía turístico. A través de disciplinas como las acrobacias, equilibrios, payaso, baile, malabares, contorsión o música, se da pie a un relato de la parte mística de México, "la relación entre las diferentes etnias o pueblos que son parte de esta caleidoscópica forma de ser de México a nivel cultural"
¡Que no cunda el pánico! El show es apto también para los menos entendidos de esta cultura. Como indica el director de esta creación onírica, "no hay nada de didáctico aquí. Las artes circenses permiten desarrollar un mundo abstracto. Es por ello que se habla de sueños; los sueños no se entienden. Si uno quiere cavar, va a entender todos los porqué; si uno quiere simplemente quedarse asombrado, también es una imagen muy bonita".
Al preguntarle sobre si le atraería ver esta propuesta si él no fuera el director de la misma, Finzi no duda: "Claro que iría y llevaría a mi familia y mis amigos. Puede ser que, incluso, la viera un par de veces". Sin embargo, afirma no ser "la mejor persona para preguntar esto, porque yo voy siempre a ver todos los espectáculos del Cirque du Soleil. Así que claro que iría, como siempre voy", reafirma.