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segunda prórroga por la explotación de la terminal provisional

Supercontratas: Vectalia y Enatcar gestionarán la estación de autobuses de Alicante un año más 

18/06/2017 - 

ALICANTE. La terminal provisional de autobuses de Alicante, puesta en marcha en 2011, consolida su situación de funcionamiento temporal con sus mismos gestores. Fuentes municipales precisaron a Alicante Plaza que la UTE que asumió su gestión en régimen de concesión hace seis años ha solicitado una nueva prórroga para continuar al frente del negocio por otro año más. Se trata de la alianza empresarial formada por La Alcoyana, del grupo Vectalia, y Enatcar, que firmaron la única oferta presentada en el concurso convocado para externalizar su explotación.

Las dos compañías ya lograron que el actual equipo de Gobierno (PSOE, Guanyar y Compromís), concediesen una primera ampliación de plazo de concesión, prevista en el contrato, en agosto del año pasado y, según las fuentes consultadas, todo apunta a que se volverá a aprobar su petición en una próxima Junta de Gobierno en menos de dos semanas. De acuerdo con los términos del pliego, la UTE podría seguir asumiendo las riendas de la terminal hasta 2020, con una duración máxima del contrato de nueve años. Eso sí, siempre que se cuente con el beneplácito de la Autoridad Portuaria, ya que la parcela en la que se encuentra ubicada, de unos 4.200 metros cuadrados y situada junto a la avenida de Loring, es de su propiedad.

El contrato prevé que la concesión pueda extenderse como máxima hasta 2020 y todo apunta a que deberá convocarse un nuevo concurso, ya que no hay fecha conocida para la terminal definitiva, en Renfe

El pliego del contrato establece que la concesionaria obtiene los ingresos generados por el tráfico de pasajeros (de 0,04 a 0,163 euros) y por la llegada de autobuses (de 0,464 a 4,014 euros) con una tarifa que varía en función de la distancia de procedencia de esos usuarios y vehículos, medida en kilómetros. En las estadísticas recogidas en el pliego, se detallaba que la terminal recibía en torno a 151.000 usuarios al año. 

A cambio, de esos ingresos, la concesionaria debe mantener las instalaciones y asumir el pago de un canon al Ayuntamiento que actualmente ronda los 52.000 euros anuales, aunque al menos en los primeros tres años de contrato la cifra se reducía a sólo 10.000. La UTE recibió el edificio de la terminal ya construido, financiado con cargo a la segunda convocatoria del Plan E del Gobierno Central, por lo que no tuvo que asumir el coste de las obras. El inmueble supuso una inversión de 2,6 millones, a los que se añadieron otros 1,6 por la construcción de los accesos, también financiados con cargo a un plan público de inversiones: el Plan Confianza de la Generalitat.

La terminal se construyó con un periodo de vida limitado: teóricamente, hasta la puesta en funcionamiento de la estación intermodal prevista en los terrenos de Renfe. Por ahora, esa estación (en la que también debía confluir el tranvía) continúa siendo un mero proyecto sin fecha de ejecución garantizada, por lo que, de agotarse los nueve años de duración máxima del contrato, dentro de tres años, todo apunta a que deberá convocarse un nuevo concurso para que la terminal provisional se mantenga operativa. 

Por lo pronto, su construcción sí permitió liberar el antiguo edificio de la estación y el espacio de su aparcamiento anexo, hoy reconvertidos en un centro municipal polivalente y en una plaza de uso público, en pleno corazón del Ensanche (la calle Portugal). Además, se atajaron los problemas que generaba sobre la circulación el acceso de los autocares hasta esa zona.   

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