Toca ponerse guapos y sonreír. Llegan las navidades y no puedes ir de tristón. Muerto Dios y muertas las ideologías, sólo nos queda sacarle brillo a los castigados cuerpos. Las arrugas deberían estar prohibidas.
“¡Joder, qué tropa!”, como diría el conde de Romanones. Las derechas han fracasado de manera estruendosa. Tenían el mandato de derrotar a Dorian Gray y fallaron a puerta vacía. Para correrlos a gorrazos.