ALICANTE. Los trabajos de urbanización del nuevo barrio de Benalúa Sur avanzan en plazo y están a punto de alcanzar uno de los hitos esenciales para su desarrollo. Tanto que permitirá que las promotoras que ya han anunciado proyectos en el nuevo espacio residencial puedan ejecutar las obras de sus edificios de manera simultánea, mientras se completa la construcción de las calles y de sus infraestructuras, a cargo de CHM.
Salvo retraso inesperado, esa posibilidad de simultanear el desarrollo de la urbanización y la construcción de viviendas (prevista en el artículo 25bis del Plan General de Ordenación Urbana) llegará a partir del próximo 20 de noviembre. Según las fuentes consultadas, será entonces cuando se completen el alineamiento de las aceras y la instalación de la red de saneamiento. A partir de ese momento, las promotoras podrán iniciar las obras excavación de los sótanos y de cimentación.
La compatibilidad de ambos trabajos no es una cuestión menor, ya que agiliza la labor de edificación. Primero, anticipa la conclusión del conjunto del residencial, lo que reduce los plazos de entrega de las futuras viviendas. Pero, además, también supone una ventaja en la propia operativa de las constructoras al facilitar el acceso de maquinaria antes de que la labor de urbanización esté completada.
Por lo pronto, ya hay tres promotoras que han solicitado licencia municipal para iniciar la construcción de sus respectivos edificios. Se trata de Livanto Desarrollos, Aedas Homes y Metrovacesa. Como viene informando Alicante Plaza, el sector dará cabida a 11 residenciales con un total de 597 viviendas en once torres de como máximo siete alturas, sobre una superficie total de 75.000 metros cuadrados (contando el segundo sector del PAI, en la zona de las harineras, la superficie alcanza los 90.000 metros).
Ya hay tres constructoras que han solicitado licencia para iniciar la edificación de sus residenciales
En la actuación ahora en marcha, tendrán un especial protagonismo los espacios comunes y las zonas verdes. De hecho, el sector se plantea como una urbanización única en la que la vía pública y las zonas ajardinadas funcionen como espacio compartido por los futuros residentes de los once bloques, sin urbanización interior.
En ese concepto, se pretende potenciar la protección de las chimeneas de las antiguas fábricas de cerámica preexistentes en la zona, que quedarán conservadas y rehabilitadas en su emplazamiento original actual. El objetivo compartido por la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU), que constituye el 88% de los propietarios del suelo, y por el propio Ayuntamiento es convertir el espacio en el que quedan enclavadas en una pequeña plaza acondicionada como centro de interpretación, en el que se explique cuál fue su función primigenia, de modo que, además, se convierta en un punto de convivencia entre los futuros residentes.